Rafael
Cuando escuché a Labinia decir que lo había escuchado todo, me quedé sin palabras, apenas podía decir algo, todo lo que le dije, se lo había dicho pensando que estaba dormida, yo jamás tendría el valor de decirle todo eso mirandola a los ojos. No soy un chico para nada tímido, pero con ella me alcanzaban todas las emociones y no me podía concentrar, perdía completamente la razón.
- ¿Y? ¿No piensas decir nada? Dijo ella tocandose suavemente el cabello.
- Bueno, pensaba que estabas dormida. Respondí yo acercandome a la cama.
- Ya, pero te dije que no lo estabas. ¿Me dijiste te amo Rafael? Preguntó ella mirandome fijamente a los ojos. La veía muy segura, su mirada seguía intacta en mi, no sé cómo explicar el latido acelerado de mi corazón cada vez que ella me miraba así. Yo seguía sin poder decir nada así que ella volvió a preguntarme.
-¿Y Rafael? ¿No piensas decir nada? Esta vez ella se levantó de la cama acercandose a mi lentamente pero a pasos firmes hasta estar delante mia.
- Oye Labinia, deja ya de hacer eso. Le dije yo nervioso al verla tan cerca de mi.
- ¿El que? Pero si no estoy haciendo nada. Dijo ella con su mirada seductora y continuó: - Nisiquiera te estoy tocando. Yo solo quiero saber si escuché bien. Repitemelo anda.
- Si, escuchaste muy bien. Le respondí yo al fin y agarrandola del rostro continúe: - Te amo, te dije que te amo.
Sus ojos se iluminaron pero no me dijo nada, aunque a la vez su mirada y su reacción me dijeron todo. Ella me agarró fuertemente la cara y un fuerte suspiro dejó salir. Estuvimos un instante los dos agarrandonos con tanto amor y pasión. Los dos con la respiración agitada, con tanas ganas de tenerla, le dije: - Me haces perder el control en mi Labinia.
- Oh Rafael, esto que está pasando no está bien, pero no lo puedo controlar.
- Deja a Eduard. Le dije yo sin pensarlo ni un instante. Ella se apartó de mi: - ¿Que? ¡No le puedo hacer eso! ¡El me ama! -dijo ella levantando la voz.
- ¿Y yo? ¿Yo no te amo? Le dije yo dejando salir mi ira.
- Si, pero es diferente Rafael. Ella se sentó en la cama suspirando, tocandose el rostro. Se veía preocupada.
- ¿Diferente? Ah, ya entiendo, porque el es rico, ¿no? Le dije yo molesto.
- ¡No! No hables tonterias. Diferente porque el es mi novio y tu no.
- Puedo ser yo tu novio ahora mismo. Le dije yo agachándome en frente de ella, ella se encontraba sentada y con la cabeza agachada.
- No es tan simple. Mi familia jamás aceptará que tu y yo estuviéramos juntos. Lo mejor esque te vayas y nos olvidemos de esto.
- ¿En serio? ¿Así de simple? ¿Tan fácil es para ti? ¿como voy a olvidar esto que siento si eres la razón por la que cada mañana despierto con ganas de seguir adelante eh? ¡Dimelo! - le dije yo levantando la voz, me dejé llevar por el momento, eran muchas cosas y no me podía controlar.
- Oye, no levantes la voz, nos puedes escuchar. Dijo ella dando un saldo tapandome la boca. Al sentir sus dedos tocando mi boca, los dos nos detuvimos, ella empezó a tocar mis labios con sus dedos, suavemente, yo cerraba mis ojos sintiendo sus caricias, sentía el amor tan loco que ella tenía por mi pero que quería ocultarlo. - Uf Rafael, ¿Que tienes que me tiene tan loca eh? Sin dejar de tocar mis labios, se acercaba a mi y yo a ella: - Labinia, me muero por besarte, por sentir tus besos. Le dije yo en voz baja.
¿Me dijo que le volvía loca? Eso hizo que mi corazón latiera aún mas fuerte, oírlo de su propia boca, fue algo que jamás pensé que podría oírlo, jamás me esperaba oir eso de la chica tan orgullosa y consentida.
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Amor prohibido [TERMINADA]
Romance- Eres un imbecil!!! -Y tu una consentida!! - Desaparece de mi vida idiota!!!!! - Admite que no podrías vivir sin mi. - Ufff, te odio!!!! - Yo más! Rafael&Labinia Dicen que del odio al amor hay un solo paso. Será eso cierto? Porque se odian tanto?? ...