Amor prohibido [TERMINADA]

Besame Capitulo 35

Rafael
Seguía en frente de ella sin poder decir ni una palabra, me estaba poniendo muy nervioso, pero tenía que hacerlo, tenía que hablar.

- ¿Rafael? ¿Que haces aquí? Volvió a preguntar ella otra vez sorprendida acercándose un poco más a mi.

- Em! Sorpresa! Dije yo al fin. - Que idiota dibi sonar diciendo eso. Podía haber dicho mil otras cosas mas, pero justamente dije eso.

- ¿Sorpresa? Dijo ella, intentando sujetar la toalla que cubría su precioso cuerpo. Parecía estar nerviosa, aunque ella era una experta ocultando eso, así que no sabía si estaba nerviosa o sorprenida, o las dos cosas a la vez.

- Pensé en hacerte una sopresa y venir aquí. Dije yo al fin.

- ¿En serio? Dijo ella. Parecía muy feliz de verme. Una enorme sonrisa se le dibujó en el rostro, se acercó a mi para abrazarme. Cuando senti sus manos rodeando todo mi cuerpo, dejando su cabeza en mi pecho, la abracé con tanta fuerza, que jamás la quería volver a soltar. La sentía tan cerca. Pero ella de inmediato se apartó de mi.

- Lo siento! Que tonta soy. Dijo ella.

- No! ¿Porque dices eso? Pregunté yo intentando acercarme a ella.

- No, esta bien. Me dejé llevar por el impulso, estas no son formas. Estoy medio desnuda Rafael. Me sentí algo incomoda. Dijo ella dando un paso hacía atras e intentando taparse de alguna manera con las manos.

- Oye, yo.- dije yo caminando lentamente hacía ella, sentía que alguien me quitaba el aire, o mejor dijo, los malditos nervios no me dejaban respirar, pero tenía que seguir.

- No! Esta bien en serio, no te preocupes! Dijo ella levantando las manos hacía mi para que me detuviera,pero yo seguía caminando hacía ella, ella daba pequeños pasos hacía atras, hasta que quedó atrapada contra la pared. La atrapé con mis manos dejandolas en la pared, sentía su respiración agitada, sus ojos grandes mirando alrededor evitando mirarme fijamente a los ojos.

- Labinia, yo. Volví a decirle acercandome más a ella.

- ¿Tu que Rafael? ¿tu que? Preguntó ella levantando la voz y continuó. - No me está gustando para nada este juego. Me siento incomoda ¿ok?

- ¿Juego? ¿Que juego Labinia? Quería hacerte una sorpresa y verte.

- Si, eso me parece bien. Pero y esto que. Dijo ella, pero paró sin terminar la frase.

- ¿Esto que? ¡Dilo! La reté. - ¿No lo vas a decir? ¿Y la Labinia que no le tenía miedo a nada donde esta? Le dije yo sonriéndole. Ella me miró con cara de enfado y me empujó. - ¡Imbecil! Dijo ella apartandose de la pared y sentandose en la cama dijo. - Yo no le tengo miedo a nada!

Me encantaba cuando se ponía nerviosa y sacaba ese mal carácter que tenía. Uff se veía tan sexy y traviesa. Me volvía loco, me la quería comer a besos y demostrarle todo lo que yo siento por ella. Además con solo saber que solo una toalla cubría su cuerpo, me volvía aún más loco. Me acerqué a ella otra vez, pero ella dio un tremendo salto y se levantó de la cama. Estaba recta delante mía y me preguntó.

- ¿Bueno y que quieres? Vamos a tomar algo. Pero antes sal del cuarto. Necesito vestirme.

- Mmm me puedo girar, no eres mi tipo y lo sabes. Le dije yo burrlon riendome. Sabía que eso le volvía loca.

- ¡Imbecil! Nisiquiera quiero ser tu tipo. Girate, y como me mires te mato!

- ¿En serio? Tranquila, vuelvo a repetir que no eres mi tipo. Volví a decir yo girandome, pero esta vez ella se levantó impulsiva hacía mi me tocó el hombro y me giró diciéndome.