La amenaza de Eduard Capitulo 44

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Labinia

Ver a Eduard entrar en la habitación, me paró el corazón.

- Yo... –pausa. - Estaba aclarando algo con Rafael.

Eduard nos miraba muy serio sin decir nada.

- ¿Y en toda la casa no habéis encontrado mejor lugar? Preguntó Eduard levantando un poco la voz.

- Esto no es lo que parece amor, en serio. Le dije yo acercandome a el.

- Mira, dejame Labinia.

- Eduard porfavor. Es mi amigo.

- No soporto verte con el cada vez que me giro. Dijo Eduard señalando a Rafael que aún seguía de pie sin decir nada.

- No tienes porque preocuparte.  Le respondí yo intentando acercarme a el.

- No, no estoy de humor. Me apartó la mano de su rostro y se marchó.

- ¿Estas feliz por lo que hiciste imbecil? Le grité yo a Rafael mirandolo enfadada.

- ¿Que hize? Si fuiste tu la que me llevó a este cuarto. Respondió Rafael sonriente.

- ¡Callate! No digas nada más. Le dije yo levantando la voz.

- ¿Porque te empeñas en seguir esta farsa eh? Si no lo amas. Dijo Rafael acecandose a mi.

- Tu que sabes. Le respondí yo saliendo del cuarto.

Me fuí a busar a Eduard al salon, pero no estaba. Me había encontrado con su madre quien me había dicho que Eduard fue a su habitación.

Entré en la habitación y vi a Eduard acostado mirando la tele.

- Oye, ¿estas bien? Le dije yo sentandome en la cama al lado de el.

- Mira Labinia, no quiero volver a verte con Rafael.

- ¿Perdon? No me puedes prohibir eso. No eres quien para prohibirme nada.

- Mira, ¿acaso me viste cara de imbecil eh? Dijo el cogiendome del brazo.

- ¿Que te pasa eh? ¿De que hablas? Le pregunté yo sorprendida.

- Oh esta bien. Te lo diré. Se que ese imbecil está enamorado de ti.

- ¿Que? ¿Como puedes decir...?

- ¡No! - gritó - Basta de mentiras. No soy imbecil, lose todo, lo supe desde un principio.

- No, no es cierto. Le respondí yo levantandome de la cama preocupada.

- ¿A no? Esta bien. Dijo el levantandose de la cama y cogiendo el móvil me dijo - ¿Y esto que es? Me señaló una conversación, me acerqué para ver mejor. No podía creer lo que estaba viendo. Una conversación conmigo y Rafael. El la conversación se podía ver con claridad que allí había mas que una amistad, cualquiera se daría cuenta que habían sentimientos, aún que ninguno de los dos decíamos nada.

- ¿Estas loco? Grité yo. ¿Como pudiste entrar en mi intimidad eh? Le dijo yo empujandolo. ¿Te volviste loco? Yo no dejaba de empujarlo.

- Cálmate amor, no te hará bien. Dijo el tranquilo.

- Oye mira, eso no se hace, no puedes robar mi intimidad y pedirme que me calme.

- ¿Acaso pensaste que teniendo una novia como tu iba a estar tranquilo? Dijo el gritando.

- Mira Eduard, de tantos hombres en este mundo, te elegí a ti, pero jamás pensé que llegarías a tanto.

- ¡Yo te amo amor! Y no te queria perder. Dijo el con los ojos llorosos.

Amor prohibido [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora