Amor prohibido [TERMINADA]

Renuncio a ti Capitulo 30

Rafael
A la mañana siguiente estaba muy ansioso de saber que tal le fue la cena a Labinia, así que la llamé directamente, claro que no antes de las 11:00h, porque sabía que a ella le encantaba dormir y no quería ser yo quien le estropearía el sueño.

- Alo! Me contestó ella con una voz dormilona.

- Buenos días dormilona. ¿Ya despertaste? Le pregunté yo. Que pregunta más estupida, si te ha contestado claro que se ha despertado imbecil.

- Buenos días Rafael!

- ¿Como estas? Le pregunté yo. Tampoco le quería preguntar directamente que tal la cena.

- Muy bien, hace nada me he despertado.

- Ah, dormiste mucho, se ve que te la pasate muy  bien en la cena. - le dije eso para poder abrir el tema de la cena, esta claro que ella si durmió mucho es porque le encantaba dormir.

- No es eso, sabes que siempre duermo lo suficiente para sentirme bien.

- Lose, y hablando de la cena ¿como fue? Le pregunté yo un poco cortado.

- Bueno, para decirte verdad, no me gustan ese tipo de cenas y más cuando está un chico que no me interesa.

- ¿No te interesa? Le pregunté yo ascombrado, sin mostrar mi emoción.

- No, pero mi madre está encaprichada con que le de una oportunidad.

- Ah, tu madre..

- ¿Y tu que tal con la chica que estas conociendo?

- ¿Que chica? Le pregunté yo sin pensar. Ah joder, la chica invisible de la que el listo de Alex inventó.

- Pues, pue, pues bueno... eeeh creo que no me gusta.

- ¿Crees que no te gusta? ¿Y eso? ¿Si yo no recuerdo mal, el otro día me llamaste 3 veces, bueno,, mejor dicho, la llamaste, porque me llamaste a mi por equivocación, no creo que tú llames tantas veces si la chica no te importa de verdad ¿no?

Buff con lo que me había dicho tenía toda la razón, estaba metido en un enorme lio y todo por culpa de haber dejado a Alex meter sus narices.

- Oye ¿sigues allí? Me preguntó Labinia.

- Si! Si! Respondí yo un poco desconcertado.

- ¿Y?

- Bueno ya sabes, en el último momento me di cuenta que no me gusta.

- Bueno, espero que no me lo ocultes eh, soy tú amiga.

Si, no te oculto nada, solo que estoy perdidamente enamorado de ti, solo eso, nada importante para ti, algo que tal vez sí supieras ni tan siquiera como amigo me querías.

- No te oculto nada, eso es. Le respondí yo con una voz triste sin poder evitarlo.

- Bueno entonces hablamos mas tarde. Suerte en el trabajo.

- Vale, cuidate mucho.

- Igualmente Rafa!

Tal vez lo mejor será olvidarla, pero... si fuera tan fácil arrancarmela del corazón, de mis pensamientos, no puedo!!! Pero, tal vez si tuviera novio aceptaría que ya nunca la puedo tener y será más fácil renunciar a ella. Algo tengo que hacer, porque me estoy volviendo loco, me estoy convirtiendo en un loco, como todos aquellos enamorados que alguna vez yo miraba y pensaba: Mira este, que poco hombre es, tan enamorado y desesperado, ja, yo jamás estaré así. Si, hablando de viejos tiempos, porque ahora mismo, soy yo uno de aquellos hombres desesperados sin saber que hacer y a dónde ir.