La boda Capitulo 50

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Labinia

Tal vez no sea lo correto, tal vez seré la mujer mas infeliz casándome con Eduard, tal vez nunca olvide a Rafael, siempre estará en mi corazón. Pero... ¿Que puedo hacer si estoy entre la espada y la pared? ¿Que se supone que tendría que hacer? Lo dejaría todo por Rafael, lo haría, pero se que Eduard sería capaz de lastimarlo, me lo ha repetido muchas veces. Por otro lado esta mi madre, ella... igual que Eduard, sería capaz de todo o de mas, con tal de separarme de Rafael.

- Amor. Oigo a Eduard detrás mia.

- Ah hola. Llegaste. Le respondí yo girandome con una sonrisa falsa.

- Si, ha quedado precioso. Dijo el mirando altededor la decoración que había hecho yo.

- Me alegro que te guste.

Yo le sonreí sin saber que decir.

- Amor, las chicas te estan esperando en tu habitación. Ves y arreglate. Los invitados estarán a punto de llegar.

- Si... le respondí yo sin poder ocultar mi tristeza.

- Amor... dijo el acercandose a mi.

- No, no soy tu amor. No te acerques. Sabes muy bien porque hago esto. Le respondí yo molesta saliendo corriendo del salón.
Entré en el cuarto, las chicas me estaban esperándo.

- Hola, señorita Labinia. ¿Empezamos? Dijo una de ellas enseñándome la silla que había en el tocador.

- Si. –me acerqué a la silla y me senté, pensando en Rafael, en el momento del salón. ¿Lo perderé? ¿Como puedo seguir si no te tengo?
Labinia, no lo hagas, vete con Rafael. –me decía una voz en mi interior. - No Labinia, casate, es lo mejor para tu familia y el bien de todos. –escuchaba otra voz en mi interior. Había una batalla en mi interior que no me dejaba tranquila, me quitaba la felicidad. Si todo fuera tan fácil...

- Señorita Labinia. ¿Esta usted bien? –dijo la maquilladora parando de maquillarme mirandome a los ojos.

- Si. –le respondí yo de inmediato limpiándome la lágrima que se ma cayó sin apenas notarlo. Ella me miró extraño, pero sin decir nada continuó con su trabajo.

Me habían terminado el maquillaje, me encontraba en la habitación, mirandome al espejo. - Mira esto, una maldita mascara de maquillaje, intentando cubrir tu tristeza, tu rostro cansado de todo. –dije yo tirando de golpe todo el maquillaje que se encontraba en el tocador.

- Señorita Labinia. –Las chicas se asustaron acercandose a mi.

- Salir de aqui. Ahora. –grité yo tirandome al suelo.

- Pero señorita....–intentó hablar una de ellas.

- ¡Fuera!¡Ahora!. –volvi a gritar yo. Ellas salieron corriendo de la habitación asustadas.

Maldito sea el dia en el que apareciste en mi vida Eduard. Maldigo cada dia que pasé a tu lado. Ojalá este mal algún día llegue a ti.

- ¿Amor? Dijo Eduard entrando a la habitación. –y estando cerca de mi, cogiendome la mano, continuó. - ¿Estas bien? Dijo el como si todo fuera tan normal.

- ¿Que si estoy bien? Le respondí yo levantandome y riendome sarcástica. -¿No ves que si? Le dije yo señalando mi rostro.

- Amor...

- Shhhh. ¡Sal de aqui!Llama a las chicas.

- Se que haras la mejor elección para ti y Rafael. Dijo Eduard dandome un beso en la frente y salió del cuarto.

Llegaron las chicas al cuarto, me estaban mirando todas como si nunca hubiéran visto una chica llorar antes de su boda.

Amor prohibido [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora