Amor prohibido [TERMINADA]

La cocina Capitulo 48

Rafael

De repende me desperté, seguía en mi cama, todo aquello vivido con Labina, aquel beso apasionado en la cocina... y sobre todo aquel "Si" que hizo que me sintiera el hombre mas feliz del mundo, todo aquello fue un sueño. Un sueño que fue tan real, un sueño que, si hubiera sabido que era solo eso... un sueño... jamás hubiera querido despertar .

Ahora, encontrándome en la cama despierto,  despierto en la realidad, en la cruda realidad, esta claro que algo así solo hubiera sucedido en un sueño, ella jamás renunciaría tan facil a su vida, a todo lo que tiene, confrontarse con sus padres ... ella jamás hubiera aceptado.

Angustiado por aquel sueño, miré el reloj, eran las 3 de la madrugada. No tenía sueño, después de lo que había soñado con ella.
Me levanté y salí de la habitación rumbo a la cocina, abrí la nevera y tomé una botella de agua, me senté en la mesa que había en la cocina, pensativo, no podía pensar en nada mas, solo en ella.... en que estaría haciendo, si ella también pensaría en mi en ese instante.

- ¿Rafael? Oigo la voz de Labinia. Levanto la cabeza y allí estaba ella, apoyada en la puerta. -No, esto es imaginación mia. Ahora la mente me quiere traicionar hacerme creer que esta aquí. Dije yo frotandome los ojos.

- Eiiiii, Rafael ¿Estas bien? Oigo de nuevo la voz de Labinia mas cerca. Abro los ojos y veo el rostro de Labinia delante mia.

- ¿Estas aquí? Pregunté yo sorprendido.

- No, estoy en Marte. Dijo ella riendose.

- Ja, ja , ja . Que graciosa estas. Le respondí yo molesto levantandome de la silla.
Ella me miró de reojo y abrió la nevera cogiendose un refresco.

- ¿Y que haces en esta casa? Pregunté yo. Esta vez nisiquiera sabía si era otra vez el maldito sueño o de verdad estaba sucediendo.

- Emmmm... estoy en casa de Eduard. ¿te parece algo extraño? Preguntó ella con una sonrisa de oreja a oreja bastante sorprendida.

- Bueno... si.. digo... nose... ta tal vez. Le respondí yo tartamudeando.

- Te dije hoy que me quedaria.

- Pensaba que mentías. Respondí yo seguro. - ¿sabes? Dije yo acercandome a ella. - Esto....

- ¿Esto que? Preguntó ella frunciendo el ceño.

- Esto yo.... le dije yo señalando con el dedo la cocina y a nosotros dos.

- No me digas que Rafael se está poniendo nervioso.  Dijo ella irónicamente.

- No, claro que no. Solo que estoy muy sorprendido. ¿esto es real? Pregunté yo seriamente.

- ¿Perdon?  - se rie. - No Rafael, esto no es real. –vuelve a reirse.

- Ah, ya decía yo que es un sueño. Respondí yo moviendo los labios.

- ¿Que?  ¿En serio? ¿te cresite que es un sueño? Ella empieza a reirse. ¿Que te parece tan anormal ahora mismo para pensar que es un sueño eh? Preguntó ella abriendo los ojos y mirando alrededor.

- Esque sabes.. acabo de soñar con esto. Le dije yo al fin.

- ¿A si? Pregunto ella coqueta. Parece que tus sueños se hacen realidad por lo que veo ¿no?

- Nose... no fue todo lo que soñé.

- ¿Ah no? ¿Que mas soñaste? Preguntó ella bebiendo un poco de refresco.

- Bueno, no importa, igual tampoco pasaría eso jamás.

- ¿Porque no? ¿tan imposible es que pase? Preguntó ella haciendo una mueca. - Dimelo anda.