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-Dua, Dua despierta, Lipa, hey...esposa de Cabello-escuchaba a Rosie molestarme para que abriera los ojos, pero estaba cómoda y no quería- ¿por qué ustedes dos están desnudas y abrazadas?- rápidamente desperté para incorporarme y comprobar que no era cierto lo que estaba diciendo.

Camila estaba entre mi amiga y yo, aún dormida.

Rosie comenzó a reir bajo y acomodó su cabello.

-Es linda ¿cierto?- señaló a Camila, y yo le indiqué que guardara silencio, colocando mi dedo sobre los labios.

-Rosie, no la molestes, está durmiendo-.

-No la estoy molestando, ¿cómo vas con las clases de cocina?-mi amiga se sentó en la cama, para mirarme divertida.

-¿Yo? No voy a ninguna de esas clases-.

-Entonces deberías inscribirte igual a eso, que yo no te levanté para charlar de lo hermoso que es ver la mañana, te llamé para que nos prepares el desayuno-esa sonrisa y el intento de la mirada de gato parecía ensayado para convencer.

-Rosie, ¿quieres que incendie la casa?-.

-No, pero puedes intentar preparar el desayuno, yo te ayudo-.

-Pero tú tampoco sabes cocinar-.

-Lo sé, por eso te ayudo dando ánimos, ya sabes ¡yaaaay, Dua tú puedes, ese pancake aún es comestible! O algo parecido-.

-No, mejor sólo desayunamos algo seguro, cereal con leche-.

-Mejor voy a despertar a Camila para preguntarle si nos puede salvar-Rosie comenzó a llamar a la chica de nuestro lado.

MWAH » duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora