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-Bien, estoy lista-Rosie levantó los brazos y sonrió más.

Regresó a la silla del escritorio para acomodarse mejor.

Miré a Camila, ella ya estaba preparada con la cinta adhesiva y negué en silencio con otra sonrisa al imaginar cómo iba a terminar nuestra amiga.

-Rosie, no te muevas mucho...vamos a empezar-.

Sostuve otra cinta y junto a Camila comenzamos a envolver a nuestra amiga, era idea de ella, quería ver cuánto resistía aprisionada.

-¿Te encargarías de mis piernas? Hay que inmovilizarme completamente-Rosie estaba feliz viendo cómo la cubríamos cada vez más con el adhesivo.

-¿Tenemos suficiente cinta?-.

-Uhm sí...compramos más de cuarenta-respondí entre cálculos de nuestras compras.

-¿Cómo se supone que vamos a quitar todo esto después?-.

-No tengo idea, tal vez después deban buscar en google-mi amiga estaba mirándonos y después de varios minutos en silencio, comenzó a tararear una canción que no reconocía.

-Hacen un buen trabajo en equipo-.

-Sólo es por una buena causa-.

-Pero ustedes siempre trabajan juntas y no parece que la tarea sea por una buena causa-.

-Sí lo es, ayudarnos es algo del bien, Dua tiene problemas con matemáticas y yo con química-.

-Yo tengo problemas con deportes y nadie me ayuda-.

-Deberías unirte a nuestro club, hoy estoy llevando el uniforme-.

Rosie miró la ropa que llevaba Camila.

-Dua, ¿esa...esa es tu camiseta?-.

Sonreí de nuevo y asentí.

-Sí, lo es-.

-Nuestro club se llama IDGAF-.

-¿Desde cuándo intercambian ropa entre ustedes?-.

-Desde que en mis sueños Camila y yo somos pareja-.

-Eso quiere decir que es desde el primer día en que nos conocimos-.

Rosie comenzó a reír mientras intentaba moverse pero la cinta adhesiva la presionó más y al parecer la lastimó.

-Ouh, eso dolió-.

-Sólo nos falta un poco-.

Continuamos envolviendo a nuestra amiga con la cinta hasta que se terminó el adhesivo.

-Listo, esto es una obra de arte-.

Rosie parecía una prisionera, estaba inmóvil.

-Camila, ¿te gustaría ir por un helado?-.

-No se atrevan a dejarme así...-Rosie se removió en su lugar.

-Vamos Dua, quiero uno de vainilla doble-.

-No me dejen aquí...quiero un helado de limón-.

-Adiós Rosie-se despidió Camila, y sostuvo mi mano entre la suya para salir de la habitación.