77

528 70 0
                                    

Desde lejos vi que Camila estaba sentada en la cafetería Hills, en una mesa que se encontraba cerca de la entrada y la sombra del gran árbol, junto a ella se mantenía quieto Lucky Luke.

Mis pasos se hicieron más ligeros para acercarme a ella, ya tenía dos días que no la veía y era extraño, no había ido a la escuela y en su casa su madre siempre respondía por ella, su padre nos dijo a Rosie y a mí que le diéramos tiempo porque seguramente estaba triste por algo y no solía decir nada cuando se sentía así.

-Los peces nos alejamos cuando nos bloqueamos-.

Me senté junto a ella y la miré, tal vez no había dormido mucho porque se veía cansada.

-Hola-.

-Hola-me respondió.

-Por lo que me dijiste...no aplica para ti, no eres un pez-.

-Soy piscis-recordó.

-Y yo soy leo, pero no soy un león, sé poco de astros y estrellas pero no creo hablar de eso ahora contigo...eh, ¿cómo te sientes?-.

-Triste-.

Bajé mi mirada un poco para observarla desde un ángulo diferente, seguro había llorado y presioné mis labios contra sí mismos para hacerme un poco fuerte.

-¿Por qué?-.

Mientras esperaba su respuesta, acaricié las orejas del lindo perro que permanecía sentado junto a nosotras.

-Porque nunca me había sentido así, extraña, diferente y feliz-.

-¿Estabas triste porque te sentías feliz?-cuestioné sorprendida y confundida al mismo tiempo.

-No, estaba triste porque tuve que admitir algo-.

-¿Tan malo es lo que admitiste?-.

-Si-.

-¿Puedo saberlo?-ella suspiró y asintió.

-¿No te molestarás conmigo?-intentó asegurarse, buscó mi mano por encima de la mesa y cuando la encontró, enlazó nuestros dedos.

-No me molestaría contigo por nada-.

-Estoy enamorada-.

Internamente me desmayé.

MWAH » duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora