Capítulo 8.3: Resaca

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Stefano está atrapado entre los escombros del derrumbe de la primera explosión que intenta evitar que consigamos alcanzar el nivel del Huerto Esperanza. Tenemos poco tiempo hasta que el segundero de la tercera bomba que está a sus pies retome la cuenta regresiva, cuando oímos golpes en la pared y al desubicado de Milhácido a los gritos.

La fortuna quiso que en ese momento Stefano se desatore y consiga retirar la bomba de los escombros y arrojarla al abismo que tenemos adelante.

—¡Canela! ¡Sí Canela! ¡Finalmente! Sai quanto tempo que io voglio arrivare così a quest'orto? Grazie! Grazie!

—No me lo agradezcas Stef. Fue un placer jugar así con vos. ¡Hacía rato que no lo hacíamos!

—¡Oíme casquivana! ¿No podés simular un poco de pudor? —Grita el engreído desde el otro lado de la pared—. Con él no te sentiste presionada para nada ¿no?

Cuando se enoja le aparece el lunfardo troglodita del siglo pasado.

Scusa Milho, solamente mi aiutava a arrivare al'orto esperan...

—La patada nel'orto te la voy a dar senza aiuta, Ste-gustal'anno.

—Come?

—Sí, que te comés el...

—¿Por qué no te vas a lavare l'orto? —interrumpo.

—¿Para qué? ¿Vos creés que lo entregaría tan fácilmente a Stef-ano como hacés vos? ¿O ahora confirmás así la inclinación sexual de los hombres?

—¿Podés dejar de gritar como un desquiciado? ¿Qué te pasa? ¿Estás celoso?

Ragazzi... non litigiare. Cosa ha successo? Ci erano abbastanza bene ieri! Anche oggi per la mattina.

—Exacto Stef, ayer. ¡Ayer! Para Milho puede ser como un siglo de la mañana a la tarde. Al menor escollo tira la toalla.

—Es mejor que masticar veneno por semanas sin decirte una palabra.

—Por lo menos yo escucho lo que tengan que explicarme.

—Claro Stefano, te va a escuchar... ¡después de escupirte todo el veneno de golpe para abandonarte cuando más la necesitás!

Finiscerla! Sono stanco di voi due!

Solamente está cansado porque no tiene idea de lo que le hicimos con los gametubers al pobre mamut. Lo esquilamos porque las rastas no le quedaron bien... ni las trenzas que habíamos intentado cubrir. Pobrecito, parece la encarnación del elefante rosa.

❤❤❤

La discusión con la viborita venenosa me despabila. No puedo sacarme de la cabeza las imágenes que recreó mi cerebro sobre las escenas de las que fui testigo involuntario hace un rato.

¡No puedo entender qué le ve al dinosaurio ese! Grandulón y bocón pero ya ni existe.

Es imposible salirme de éste estado alterado con el que me dejaron. Tengo que concentrarme en Cinnamon18. Quedan minutos para verla. Ya me bañé y me cambié y aunque no dormí nada, estoy listo para encontrármela. Ella es mi musa.

Me imagino la sensación de verla por primera vez. Espero que no sea un escracho. No lo creo. Aunque no sea mi tipo. Tipo Canela...

¡Ay Dios! ¡Qué perdido estoy!

Llego con tiempo y me siento en la mesa que da a la terraza. Pido un Fernet y una Coca.

Me ilusiono con el aspecto de mi amiga. Veo con ansias cada chica que entra esperando que se me acerque.

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