Capítulo 7. Blood.

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Narra Vaiolet.

Desperté bastante bien a decir verdad, últimamente he estado estresada, pero claro ésa felicidad se esfumó al momento de darme vuelta cayendo de trasero al suelo, aquel pelinegro no se había ido, esto es incómodo ¡Muy incómodo!

—¡Hey! ¡Tú! Bello durmiente. —Me incorpore y con mí dedo índice toqué su rostro, era bastante suave, hasta que entre en sí. —Oye...despierta... —Me está colmando la paciencia —¡Vaca dormilona! — jale la manta que estaba usando, a siendo que cayera al suelo de cabeza.

—¡Oye, idiota! ¡¿No te enseñaron modales?! — se sentó en el suelo mientras me miraba fijamente acariciando la parte dañada.

—¿Puedo hacerte la misma pregunta Dylan? —Sonreí de medio lado y abrí la puerta de mi recámara, estaba apuntó de salir cuando.

—Oye.

—¡¿Qué?! —Lo miré molesta.

—Trae me algo para desayunar.— Nuevamente se acomodó en la cama.

—¡¿Me viste cara de tú sirvienta?! ¡¿O qué?! —Me cruce de brazos realmente molesta.

—No, pero...de animal atropellado sí. —Río con diversión.

¡¿Me dijo cómo?!

—¡Animal atropellado tú madre! —Me defendí, sólo quiero que se valla lejos de aquí.

—Puede ser. —Alto, yo sólo lo dije porque estaba molesta ¿y si lo que dije le afectó? ¡Y eso que importa! ¡Sé lo tiene merecido!

—Bien, te traeré algo de comer —Di un largó suspiro.

—¿Y qué quieres de mí? —Esa pregunta me dejó helada ¿algo de él?

—Nada...—Pensé durante un segundo —Bueno, sólo una cosa.

—Habla muñeca, no tengo todo el día.

—Quiero beber tú sangre Mu-ñe-co —Sonreí victoriosa.

—Bien. Trató — Sé levantó tranquilo de la cama y estiró su mano, con gusto acepte.

Esto sera emocionante, ¡Alto! ¿y si sabe feo? No volveré a tomar sangre en mi vida, por lo menos sabrá mejor que la de un animal recién sacrificado.

Narra Dylan.

Aquélla peli-morada se fue de la habitación, me senté en una silla de madera, estuve buscando a kaiyuu toda la noche pero no lo encontré ¿donde se habrá metido? Creí que estaba aquí pero al venir, no encontré nada, de seguro estará ya en casa cenando algo delicioso y yo aquí, ¡Casí siendo mordido por un Vampiro! Genial. Di un suspiro, aquella chica iba a tardar entonces...abrí un cajón del pequeño tocador de color blanco, ahí, se encontraba una fotografía arrugada y llena de tierra, la tomé, estaba doblada en forma de corazón, sólo por las dudas la abrí, al mirarla se encontraba ese monstruo llamado Vaiolet, kaiyuu, un chico bastante lindó de cabellos rubios, y otro pelirrojo, al pelirrojo no se le notaba la cara ya que, había una mancha cubriéndola, pero alcance a ver qué en su ropa había una medalla de oro con cierto dibujo echó a mano, al parecer era de plata pura, tal como se muestra en la imagen, eran unos niños. Dejé la fotografía en su lugar y salí al balcón que tenía está enjendro del mal.

—Kaiyuu...¿dónde éstas?

—Volví.

Escuché la voz de aquella chica, al girar me está traía una charola de plata con un plato lleno de sopa caliente, un vaso lleno de vino, dos manzanas, un trozo de pan y una rebanada de pastel.

¡Tú reflejo...nuestro reflejo! [Yaoi/gay] [Temporada1 Y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora