Narra Marin
¡Hoy es la noche esfera! El día en el que los vampiros se verán frente a frente con nosotros los humanos. Espero que en está noche esfera no pase nada cómo el año pasado. Casi matan a Jules por cosas sin sentido, de igual manera estábamos listos. Todos los de la armada estaban en grandes helicópteros y vehículos todo terreno por si algo pasara. No nos debemos confiar mucho en los vampiros. Solo tenia que avisarles a esos idiotas que Jules no esperaba. Mi discusión con kaiyuu y casi mi pelea con Yuki ha echó que nuestra relación sea más amarga. No me importa, solo estoy pata cumplir ordenes y nada más. Al salir del despacho de Jules me encuentro con una compañera de la armada. Me acercó a ella preguntándole si ha visto a Felin, Yuki, Dylan y kaiyuu. Me indica dónde los vio la última vez y ahí me dirijo. Están arriba en la azotea de la escuela entrenando o sabe que cosa. Realmente no puse mucha atención, estoy cansada mentalmente que pensar es un dolor de cabeza como una patada en el culo.
Subo las escaleras hasta llegar a la azotea, abro la puerta. Ahí sentados y riendo están ellos pero al percatarse de mi presencia dejan de hablar.
—Jules no está esperando. Apresurense. —. Salgo de ahí lo más rápido posible, si que el ambiente es intenso. No solo por la relación entre kaiyuu y yo si no también lo nuevos sentimientos que encontré y aún sabiendo lo que Jules hará, también tengo sospechas sobre yuki. posiblemente también éste enamorada de kaiyuu por eso es que actúa tan rara.
Dejo esos pensamientos de lado y me enfoco en lo que estamos. Me toca hacer equipo con ello. Jules no sabe los problemas que tengo con ellos. No lo culpó por no haberme puesto en otro lugar pero así es. Me siento en la camioneta frente al volante. Soy la única con experiencia con camionetas aquí, porque si se lo dejara a Dylan o ha alguien más ya hubiéramos muerto. Tardan unos minutos pero al fin llegan. Todos suben, kaiyuu en el asiento del copiloto lo cual me hace sentir nerviosa. Felin, Dylan y Yuki en los asientos de atrás.
—¿Estan listos? —. Preguntó sin mirarlos, volteo de reojo hacia todas direcciones y asienten con la cabeza. Presiono en acelerador y jalo la palanca arrancando aqueo monstruo. Sigo a los mismos coches y helicópteros a la misma dirección. A un lugar muy lejos de aquí en donde no espera una gran fiesta. Pero como yo le digo, muerte servida.
Al llegar al gran edificio bajamos de auto, con nuestras armas en mano. Los helicópteros bajaron con mucho cuidado creando aire frío haciendo volar nuestras capas y uno que otro sombrero. Jules iba en la cabecilla. Nosotros nos unimos a su lado, es nuestro deber cuidar de él. Él es nuestro guía, la fuerza que nos mantiene con vida. Más guerreros también se adentran al gran edificio. al entrar una larga escalera adorna el lugar. Candelabros de oro chapeado u retratos de viejos famosos. Al rededor de las escaletas hay hombres vestidos de blanco. Son ellos, los vampiros. Baja una linda chica de cabellos violetas y su típico vestido negro. A su lado derecho está el rubio vampiro y al izquierdo la amenaza de nosotros los humanos. Esteban.
—¡Me alegra que hayan venido! Disfruten la fiesta. — La voz de Esteban hace eco en el lugar. Todos se dispersan, claro sin quitarle la vista a Jules. Yo no tengo nada que discutir con éstos. Aunque quisiera que Felin me acompañara pero está demasiado ocupada hablando con Yuki. Así que mejor me quedó de lado de Jules.
—Manten los ojos abiertos. — El líder me susurra al oído. No debemos confiar en los vampiros aunque estemos muy lejos del lugar. En un segundo puede que esto se convierta en una masacre.
Miro hacia atrás, si que son rápidos. No importa, Marin esta es tu noche deja de preocuparte de esas personas que no lo hacen por ti.
Narra Vaiolet.
Estoy junto con Mika al final de la escalera. Su mirada neutral hace que quede petrificada.
—¿Has bebido sangre? —. Le preguntó, sus ojos ahora son azules y eso es normal. Cuando eres fuerte o más bien acabas de tomar un dicho numero de sangre eres más fuerte y tus ojos se vuelven rojo carmín o rojo sangre. Pero Mika no ha bebido casi nada, solo lo poco que pude darle que fue algo estúpido porque no le sirvió de nada.
—¿Y tu has bebido? ¿Esteban se alimenta de ti no es así? — Su pregunta me sorprende, es cierto Esteban ha estado bebiendo de mi sangre para ser más fuerte y eso me debilita, de igual manera prefiero darle mi sangre a Mika y la aproveche a tenerla yo y ni darle ningún uso.
—Sí. Bueno...da igual. — Me toma entre sus brazos dando me un cálido abrazo, tardo en corresponder pero algo. Me ha sorprendido. Así que casi caigo, tuve que sujetarme de su capa para no caer.
—Muchas gracias Vaiolet, por cuidarme de todo. — Me han dado ganas de llorar ¿y como no? Si le estoy haciendo daño a mi rubio favorito. Me separó de él dándole una gran sonrisa para después subir la escaleras he irme. Necesitó despejar mi mete pero si en ella esta Mika y lo que Esteban quiere hacerle a mi familia. Kaiyuu. No puedo.
Entro a una habitación cualquiera. No pienso quedarme mucho tiempo, Esteban se aprovecha de mi ya que si yo hago algo lo más seguro es que valla en contra de mika, y eso seria un golpe bajo para mí. Porque sabe que Mika es mi debilidad, su bienestar y felicidad dependen de mí. De un hilo que pueden romper fácilmente. suspiro pesadamente.
—Hooa Vaiolet. — Casi brinco en mi lugar por el tremendo susto que me ha pegado la voz. Al mirar atrás una pelinegra/ azulada. de vestido blanco y sin calzado, se encuentra sentada en la ventana mirando el paisaje que esta le brinda.
—Hola...
Me mira sonriendo, le devuelvo la sonrisa. es increíble el parecido que tiene con esos dos.
—Kaname...
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¡Tú reflejo...nuestro reflejo! [Yaoi/gay] [Temporada1 Y 2]
ChickLitTú reflejo... Nuestro reflejo Un chico de dieciséis años perdió a su mejor amigo hace ya cuatro años, en un mundo en dónde sólo un 15% de la población mundial se encuentra escondida, esperando la liberación en dónde ellos mataran a los vampiros que...