Capítulo 42. Mi gran apoyo.

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Narra Vaiolet.

Apenas desperté me levante lo más rápido que pude de la cama, había escuchado entre sueños que debía descansar, pero necesitó ir hasta Esteban a ver lo qué estará planeando, seguro tendré un plan estando allá.

—Hey Vaiolet, ¿qué haces?

—Mika no puedo quedarme, tú haz lo que quieras, mientras estés a salvo está bien para mí.

—¿De qué hablas? — A veces siento que mi querido mikaela debería saber la verdad ya, pero no puedo simplemente decírselo, es cómo si obligaras a un alcohólico a dejar la bebida en un día, sabes que saldrá mal porque éste saldrá perjudicado. Es casi lo mismo, no puedo decirle todo lo que ocurrió sin que el haga el esfuerzo eso sólo llevaría a confundirlo aún más.

—Yo, iré con Esteban, ¿está bien? — No lo deje decir nada más, si me quedaba sé qué Mika haría esa cara tierna para que no me fuera, está ves no puedo a pegarme. Al salir me encuentro con la figura de Yuki recostada en la pared del pasillo, al parecer lleva un uniforme de una escuela de estudiantes qué está ubicada dentro de los muros de Jules. Al verme me mira de pies a cabeza para incorporarse.

—¿Iras tras Esteban, verdad?

—Yo no lo diría así.

Camino hasta donde ella pasándola de largo, pero su mano detiene mi hombro con un leve movimiento.

—Vaiolet, ten cuidado, ¿Sí?

Me sorprende lo que ha dicho, bueno no es como si me caiga mal, pero ella diciendo eso, ¿a mí? Es raro.

—¿Eh, pero...?

—Sé lo mucho que te importa Mikaela, al igual que tú me preocupa kaiyuu, no me sentiría bien si algo te llegara a pasar, eso repercutiría en Mika, lo qué significa que también a kai y...no me gusta verlo triste — Voltea a verme. —Él ha sufrido mucho, ¿sabes? Quizá no lo recuerda al igual qué mikaela pero...Cómo sea, — Sonríe. —¡Cuidate, sí!

—Claro.

Suelta mi brazo y salgo corriendo de ahí, sus palabras me han dejado boquiabierta, no solo por la manera y las palabras que uso, si no el sentimiento que le puso al hablar de kaiyuu. Dejo eso de lado y bajo las escaleras, para mí mala suerte Kaname venía hacia acá.

—Vaiolet.

—Kaname no tengo tiempo.

—¿Irás con Esteban?

—Iré para saber que planea ese idiota, si se puede acabar con uno de los Twily.

—Está bien. — Enmarca una ceja. — Sólo no hagas más de lo debido, ¿sí? Ah, y deberías beber sangre, ¿hace cómo cuantos meses qué no lo haces?

—Años.

Se sorprende ante mi respuesta.

—¿Años, en serio? ¿Cuantos?

—Tres.

—¡¿Tres?! Wow, si qué sabes controlar te, eso te puede hacer daño, ¿sabias?

—¡Yo no soy cómo ellos!

—¿Cómo ellos?

—¡Yo no dejare que eso me controle! No necesitó sangre.

—Claro pero si puedes dársela a mikaela y Esteban, ¿no? Eso te debilita y lo sabes.

—¡Estoy bien, no me trates como una niña!

—¡No, no estas bien kaiyuu!

—¿K-kaiyuu?

—¡Perdón, Vaiolet! ¡Como sea, más te vale hacer algo!

—Tsk. Tú deberías saber que hace Jules, escuche que quiere a kaiyuu para una base de experimentos, quieren ver como reacciona su cuerpo ante el veneno de vampiro.

Sus ojos se abren cómo dos esferas, se supone qué esa información se la daría Marin, pero como la chiquita tiene un pensamientos bastante ligero pude leerlo sin ningún problema.

—No es...posible.

—¡Pues creelo! Y ya...tengo que irme. — Paso de largo y salgo de aquél, "castillo" ya afuera respiro el aire fresco, salto el muro y salgo hasta el bosque cruzándolo, Esteban no está tan lejos, si sigo a éste paso llegare rápido.

Narra Marin.

Estaba sumamente inquieta, quería saber qué pasaba con Jules, le conté a Kaname lo que Jules tenia planeado hace años pero ella no mostró ninguna expresión, ¿por qué? Como sea, iré hasta Jules. Ahora mismo estoy llegando allí, se ha oscurecido muy rápido, suerte que conozco una parte para entrar, ¡Es cierto! Quiero saber cómo está mi familia, mi madre y mi padre.

Al entrar no había nada, recuerdo el cementerio que había aquí, cómo sea entro a la mansión.

—¡Jules! — Grito azotando la puerta, pero nada. Escuchó voces a lo lejos, creo que es el salón de juntas, camino lentamente hasta ahí y pego oído, ¿son lo ancianos?

—¿Crees qué esa tal Vaiolet siga con Esteban? — pregunta uno.

—¿Ellos son pareja?

—No, Esteban estaba con kaname.

—¿Qué? — susurro para mí y sigo escuchando.

—No, también estaba con kaede, ¿verdad?

—Kaede era más grande que Esteban, ella cuidó de el de pequeño. — Esa era la voz de Jules.

—O esa es la madre de Vaiolet, ¿no?

—Exacto, pero Esteban también quiere de vuelta a Isabella.

¿No es la chica qué nos hablo Kaname? Sin más abro la puerta, todas las miradas se apuntan en mí persona.

—Marin.

—¡Jules! — Corro hasta él y lo abrazo. —Pensé que te había pasado algo muy malo...¿donde están mis padres?

Su mirada se torna oscura, como si sintiera compasión de mí.

—Jules...—Me separo de él. —¿Q-qué pasa?

—Tus padres...desaparecieron.

Un hueco en mi corazón al igual que la falta de oxigeno me invaden, mis rodillas flaquean y caigo rendida.

—¡Marin! — Jules se agacha a mí altura.

—¡NO! ¡NO PUEDE SER CIERTO! — Rompo en lágrimas, ¿qué más van a quitarme?

—Marin, yo voy a cuidar de ti...

Aunque lo diga así eso no cambia el hecho de qué mis padres hayan desaparecido. Me aferró a las prendas de Esteban soltando el llanto y el dolor acumulado en mi pecho, estoy tan harta de esto, quiero ver muerto a ese infeliz de Esteban, ¡Lo odio! Culpaba a Jules por la acción que había tomado Esteban pero ahora se porque esta guerra ¡Esteban es un hijo de puta!.
Jules acaricia mi cabello tratando de tranqulizarme, él se hará cargo de mí, ¿como? Yo nunca dependo de nadie pero creo que debes en cuándo se necesita una ayuda, alguien para que te guíe y te ayude a levantarte de nuevo.

¡Tú reflejo...nuestro reflejo! [Yaoi/gay] [Temporada1 Y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora