Capítulo 22. ¿Luz...?

40 2 0
                                    

¿Que es éste dolor que siento?... Mi cuerpo no se mueve ¿por qué? Mi vista esta fija en las estrellas, cada una diferente y resplandece hermosamente. ¿Qué habrá más aya? ¿un mundo sin guerras, sin secretos, sin armas, heridos, sin...Mika? Mis párpados se cierran. Quiero dormir...mi cuerpo está a dolorido pero...no lo siento, no siento dolor. Una brillante luz se refleja frente a mí.

—¿Q-que es esto? — preguntó inaudible. Frente a mí hay una pantalla, miro hacia todas direcciones. Supongo que debo ir hasta ahí. Camino lentamente, ¿por que está pasando esto? la televisión se enciende. Centro mi vista en la proyección que pasa.

Una hermosa mujer de cabellos negro azulado esta en la cama de un hospital. Hay doctores a su alrededor.

—Bien. Tranquila. Ahora puje, respire. — La hermosa mujer prestaba atención a las palabras de una enfermera. Esa mujer sudaba y sacaba uno que otro gemido de dolor y desesperación hasta que todo acabó y unos llantos de bebés se apoderaron de la habitación. Sonreí inconscientemente al verlos. Eran dos lindos bebés, uno de cabellera negra y otra de cabellera azul. Eran muy lindos.

—Felicidades. — Dijo el doctor. Y le entrego a los bebés puestos en una manta. Una rosa y otra azul. La madre los abrazo fuertemente y lloro de alegría.

—Son perfectos. — Sonrió cansada.

—¡Hey! — Un hombre entró con un traje azul. Parecía una visita.

—Jules...viniste. — la mujer sonrió.

¡¿Jules?! ¡Ese nombre me suena pero....¿de donde?!

—Miralos....— Jules de acerco hasta ella depositando un beso en la frente de la madre.

Jules tomo al niño, no veía con claridad pero...sus ojos...sus ojos, grandes y redondos de un color verde.

—¿Como los llamarás? — El chico besó la frente del pequeño. Miro a la hermosa mujer recostada en la cama. Pensó durante un momento.

—Ya sé. Cuando era niña, había un nombre que llamo mucho mi atención. Su nombre será... Kaiyuu. Sé que será alguien grande. — Abrí mis ojos con sorpresa. ¿Kaiyuu? ¿ese...soy yo?

—¡¿Por que me muestran esto?! — Le grito a la nada. ¿es mi vida? ¿esa mujer es mi madre? ¿por que Jules esta ahí? Entonces....¿quien es mi hermana? ¿tengo...hermana? Tantas preguntas cursan por mí cabeza. Enfoco mi vista en la pantalla.

—Es un lindo nombre. — Jules sonríe. Mira a la niña que está en los brazos de su madre. —¿Y a ella? — Piensa por un momento. Mira al hombre, y sonríe.

—Bueno...la llamaré...

La televisión se apaga.

—¡NO!— grito de nuevo. —¡Quiero saber quien es! ¡Quiero conocer a mí familia! ¡Dejenme verla! — Enredo mis dedos en el cabello. Estoy desesperado, confundido.

—Kaiyuu....— una voz me habla. —Kaiyuu...— vuelve a llamar.

Y como si su voz me hipnotizara me acerco hasta ella. Una chica de cabellos negro azulado mira a la nada. Su vestido es blanco y parece no traer calzado. Su mirada se centra en mi. Sus ojos son grandes y hermosos, de un color rojo fuego. Un mechón cubre su ojo izquierdo.

—Que lindo ¿no? Viste tu nacimiento. ¿Has olvidado eso? ¿lo has echó? — se acerca hasta mí. — No te preocupes yo tampoco recuerdo mi nacimiento. — Ríe coqueta. — Vamos en broma.

—¿Que es esto? ¿Dónde estoy? ¿Dónde están mis amigos? — Doy una paso al frente mientras que ella lo hace hacia atrás.

—¡Oh sí! — Se encoge de hombros —Tus amigos están en el exterior. Te mostré esto porque es algo importante que te servirá en un futuro. Y básicamente estas siendo juzgado.

—¿Juzgado? — Repito la frase como si quisiera oírla de nuevo.

—Sí. Pero es tú decisión. Si decides quedarte nunca sufrirás más guerras. Basta de secretos, la muerte de Esteban esta dando inicio. ¡El momento del eclipse está dando inicio!...pero, hay una problema, si te quedas, todos morirás y tu serás el único beneficiado. ¡estaras bien aquí! Pero...si te vas afrontaras esto solo. TÚ vencerás a ese maldito. TÚ seras nuestra única esperanza. ¿que decides? ¿te quedas? — Una llamarada de fuego envuelve su mano que acerca para estrechar la mía.

—Si me quedó. No sufriré. — extiendo mi brazo. —Pero si me voy...salvare a todos—  me alejó de ella. — Llevame a casa. — ordenó.

—Eres admirable. — Me besa la mejilla izquierda. —Nos volveremos a ver. Ah si, algo importante.

La mire fijamente. Sonrió de medio lado.

—Es importante que descubras las tres princesas. — La mire con sorpresa. ¿princesas, a que se refiere?

—¿Princesas? ¿Como? — Tomo mi mano y la entrelazo con la suya. Era cálida y sueva, pequeña y delgada.

—Sí. Tú las conoces perfectamente. Una es la princesa de la vida, la princesa de la pasión y la princesa de la muerte. No lo olvides. Ellas te ayudaran más adelante. — Se separo de mí. — Y....kaiyuu...no mueras. — Una capa blanca llena de estrellas me envolvió. Pero debía saber, conocer su nombre.

—¡¿Cuál es tu nombre?! — Grite lo mas que mis pulmones me permitieron.

— Llámame.... — Pensó durante un segundo. —Kaname. — y se despidió de mí.

El nombre, ese nombre. Lindo y celestial lo conozco, de alguna parte. ¿Pero quien sera? ¿aparte tengo una hermana? ¿yo tenia una familia? ¿que tiene que ver Jules con MI familia? ¿el será...?

Y mis ojos se abrieron volviendo a la realidad.

¡Tú reflejo...nuestro reflejo! [Yaoi/gay] [Temporada1 Y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora