¡Tú reflejo...nuestro reflejo! [Yaoi/gay] [Temporada1 Y 2]

Capítulo 13. Copa de vino

Narra Vaiolet.

¿Tan rápido se había echó de noche? Todo estaba en silencio. No vi a Mika ni a Yuno en todo el día. ¿o sera por que no he salido de mi habitación? La cuestión es porque estaba recordando el pasado. Esos tiempos en dónde veíamos a Esteban cómo un gran líder. Claro, en ese tiempo eramos unos críos, pero ahora. Todo es diferente. Me encontraba sentada en el varandal de mí balcón que yacía en mi habitación. El viento soplaba y se llevaba mis lágrimas. El cabello se mecía junto con la brisa de esta noche. ¿así era de fría?

Todavía recuerdo esos momentos. Esos momentos de felicidad y alegría, en dónde. Veía a kaiyuu y Mika reír por todo. Donde yo los debía cuidar junto con Jaden.

***

—¡Kaiyuu vas a caerte! — Le gritaba. Pero el insistía tomando me de la mano. Estábamos escalando una gran montaña, según por lo que escuché. Esteban haría un fiesta con fuegos artificiales. Kaiyuu estaba jalando me y gritando que nos apresuremos.

—Mika estas muy gordo. —. escuche a mi hermano decirle.

—Mentira, es porque tú estas muy flaco. — Infló las mejillas infantilmente. Mika sabia bien como jugar sus cartas en eso de ser adorable.

—¿No es lo mismo? — Río neithan.

—Cállate neithan. — se unió Yuno.

—Vaiolet apresurate.

—Sí

Seguimos subiendo hasta llegar a un hermoso árbol de cerezo. Nos recostamos a esperar aquél espectáculo que con ansias esperábamos.

—Oye Jaden. ¿si viste a katy? Estaba muy linda hoy ¿no? — Le susurro neithan a mi hermano.

Tome la piedra mas pequeña y se la arroje al pelo negro.

—¡Hey! Que si te escuchó

—Lo siento Vaiolet. — Río nervioso.

—Si que la vi. ¿no viste el uniforme que llevaba? — Le siguió el pelirrojo.

—¡Jaden! — Le dio un pequeño golpe Yuno. Se notaba a kilómetros que Yuno moría por jaden.

***

Aquel día comíamos helado. Kaiyuu me quería mucho, decía que yo era cómo su hermana mayor aunque tuviéramos la misma edad. Mika siempre peleaba con kaiyuu. Verlos así me hacia reír.

Pero todo lo bueno debía tener su lado oscuro.

***

Casi caigo, si no fuera por que m sujete rápidamente. ¿me había quedado dormida? Talle mis ojos y baje del varandal.

—¡Vaiolet! — Escuche mi nombre
Busque de un lado al otro quién lo había dicho. —¡Vaiolet! — Otra voz grito mi nombre. Se escuchaba lejano. Mire asía abajo. Mika y Yuno corrían hasta el castillo. Y un montón de humanos los seguían.

—¡Abran las puertas! — Les grite a los guardias que cuidaban los muros. miraron lo que pasaba.

—¡Abran las puertas! — La voz de Esteban me hizo estremecer. Ahora se hallaba a mi lado.

No espere más y baje. abrí la puerta principal hasta llegar al patio. En dónde las enormes puertas que protegen los muros se abrieron. En un instante Mika me abrazaba fuertemente cómo un niño pequeño. Yuno jadeaba del cansancio.

—Vaiolet...v-vaiolet. Lo siento...lo siento. — Sentía mi hombro humedecido. Mi rubio favorito lloraba desconsoladamente.

—¿P-por que Mika? — Lo aparte un poco de mí.

—N-no le hagas nada a kaiyuu. P-por favor. Yo fui hasta dónde él.

—¿Q-qué? — no entendía lo que trataba de decirme

—Sé la advertencia que le hiciste a Marin. Sé que si yo me reunía con él Marin me mataría. Pero...yo fui quién fue hasta él. Por favor. No lo mates, Vaiolet. Por favor. — Abrí mis ojos CPL sorpresa. ¿hasta donde llego la preocupación de Mika por kaiyuu? ¿si todo esto sigue? No podre atrapar a kaiyuu. Sere débil. Si le toco un cabello a aquel pelinegro. Es cómo si lastimará al único ser que he protegido toda mi vida. Mika.

—Y-yo...

—Vaiolet.

Mire a Yuno. Me hacia señas que dejara a Mika. Que lo abandone para que al final el no sufra pero no puedo. Necesito hacerlo. Si es por el bien de mi rubio favorito lo haré.

Narra Santiago.

Ahora mismo me dirijo a la "zona prohibida" a encontrarme de nuevo con ella. Me recibieron normalmente. Llegue hasta dónde ella se encontraba. ¿como una mujer tan hermosa sigue aquí?

—¡Santiago! Te esperaba.

—¿Para que me necesitas?

—Yuki me dijo que tu mascara estaba rota ¿no? ¿nadie más vio tu rostro?

—No. —Pero entonces recordé. — Creó que sí.

—¿Quién fue?

—Kaiyuu.

—¡¿Qué?!

—Tranquila. No creó que me haya reconocido. Ya ha pasado tanto tiempo que dudo que recuerde este hermoso rostro.

—Hermoso rostro mis huevos. ¿Como es posible? Te encargue un solo trabajo ¿y ni siquiera puedes hacerlo bien?

—Calmece. Todo está bien. Así... ¿donde esta Yuki y Felin?

—Siguen buscando. — Masajeo el puente de su nariz.

—Bueno.

—Oye. ¿no te apetece una copa de vino?

—¿Vas a envenenar me? — Río.

—Claro que no tonto. — Camino hasta una mesa de madera de roble. Buscó en un pequeño cajón. —tomá.

Me la zona una mascara nueva.

—Cuidado la próxima vez.

—Como si hubiera otra próxima vez.

Reímos ante lo que dije. Y es cierto. Ya no habrá una próxima vez. No para Esteban.