Kara
Señor, ¿acaso me estas castigando?, necesito que me digas que hice mal para merecer esto, se que huir de el no es lo mejor y que debo enfrentarlo, pero que no sea de esta manera, estar en ese ascensor y que diga esas cosas me provocaban muchas nauseas, tenia razon, tenemos que hablar pero eso sera cuando a mi se me apetezca, porque asi seran las cosas ahora.
- Entonces hizo eso?.- Preguntó Emma, estabamos en la sala de residentes solas.
- Si, tuve que usar todo mi autocontrol para no asesinarlo.- Dije cambiandome la camiseta por otra.
- Kara, tienen que hablar.-Dijo Emma cambiandose el pantalón.- Tienes que enfrentarlo y mandarlo al demonio de una vez
- Lo se, creo que estoy lista para eso.- Dije recogiendo mi pelo en una cola, habia crecido bastante y me gustaba como se veia.
-Mientras mas rápido mejor.-Dijo Emma con una sonrisa.
Alex apareció en la puerta como si lo hubiesemos invocado.
- Emma nos das un minuto.- Dije con una mirada de complicidad.
- Por supuesto nena.- Dijo con una sonrisa en su rostro, la seguí hasta la puerta, esperé que saliera, corri la puerta y le coloqué seguro; esto seria un Ring de boxeo estaba mas que segura de eso.
- Quieres hablar conmigo no?.- Dije apoyandome en la puerta,cruzando mis piernas y mis brazos alrededor de mi cintura; debia mantenerme serena ante todo o lo asesinaria.- Pues este es tu momento.
- Se que estuviste ahí esa noche.- Dijo y su tono de voz parecía nervioso.- Se que lo viste, se que te fallé, estaba tomado y no se que hice, te lastime, pero por mas ridículo que parezca Kara no recuerdo lo que sucedió esa noche, no significo nada para mi, Lea no significa nada para mi, se que me aleje desde que ella reapareció y tu no te merecias eso, se que fui un imbécil que te lastimó y se que lo arruine, lo se.
Se quedo callado por unos segundos por lo que respiré profundo y levanté mi rostro hasta encontrar su mirada, la ira fluía en mi interior, era mi turno e iba a explotar.
- Bien, eso es todo?.- Pregunte con una muy bien fingida calma.
El asintió y vi como su rostro reflejaba dolor; lo conocia bastante bien.- Estuve ahí, te vi desnudo con ella en tu cama, la misma en la que tu y yo dormimos, vi mi ropa en el piso, tu ropa en el piso, la de ella en el piso, quizá para ti no significó nada pero para mi lo significó todo, eres un hijo de puta Alex, te pasas la vida exigiendome sacrificios y tu no haces nada para demostrar que de verdad estas enamorado de mi, me asquea estar aqui hablando contigo y ver que tienes la desfachatez de decir que no recuerdas lo que pasó.
- No lo recuerdo Kara.- Dijo en un hilo de voz que resultó ser como un puñal a mi alma.
- Yo si lo recuerdo y no estuve ahí, la vestiste con mi ropa, la idea de verla con mi ropa me provoca ganas de vomitar, pensar que alguna vez te amé y creí en ti me provoca náuseas, tu no amas a nadie Alexander, no sabes lo que es eso y lo demuestras segundo tras segundo.- Dije mirandolo directamente a los ojos.
- Yo te amo a ti.- Dijo levantandose del sillón.
- Tu no sabes que demonios es eso.- Dije alzando la voz.- Tu no sabes que es amar, porque quien ama no engaña Alex.
- Perdoname por esto Kara.- Dijo llevandose las manos a la cabeza; estaba desesperado lo sé.- No puede ser que por un solo error dudes de mi amor por ti
- Un solo error, sumándole todas las veces en las que me obligaste a hacer cosas en contra de mi propio dolor solo por ti.- Dije y podria jurar que mis ojos eran llamas, le estaba echando en cara lo de su madre.
ESTÁS LEYENDO
La anatomia de un amor; Secretos
Romance2do libro de la saga anatomicamente unidos. " Las cartas para las despedidas" Luego de la jugada del universo en la vida de Alex y Kara con la repentina aparición de Lea Stevens, Alex se ve obligado a tomar una decisión que marcará la vida de todos...