Alexander
Si ella no me odia, me odio yo mismo, todo lo que había pasado en todo este tiempo por mi culpa, la habian secuestrado, torturado, golpeado y abusado de ella todo por mi culpa, si esto no era el fin del mundo, díganme ustedes como le llamamos.
Ella es la mujer de mi vida y le destrui la existencia, si ella me perdonaba algun dia, yo nunca lo haria, se me iría la vida tratanto de enmendar mi error y nunca seria suficiente.
- Alex como sigue Kara?.- Me preguntó Lea una vez me vio salir al estacionamiento del hospital.- Ella esta bien?
- Vete al demonio Lea y no te vuelvas acercar a ella.- Dije con un tono de voz muy brusco.
- Yo no le hice nada, solo la empuje.- Replicó Lea, una oleada de odio y rabia se apoderó de mi.
- ¡Le destruiste la vida a la mujer de mi vida, nos destruiste la vida Lea ¿Eso te parece poco?!.- Le grité y puedo jurar que el odio y el rencor se notaba a leguas.- ¡¿Porque no te quedaste donde estabas? ¿Porque no te moriste en realidad? ¿Porque demonios tenias que aparecerte en mi vida justamente cuando yo era feliz?!
- ¿Se te olvida que tu tambien estabas enamorado de mi?.- Dijo Lea tratando de contener la rabia que sentía.- Se te olvida eso?
- Lo olvidé desde el momento en el que la Dra. Kara Ford, la misma que se apodero de mis sueños por años, volviera a darle sentido a mi vida.- Dije sonando mas crudo de lo que pretendía.- Se me olvido que alguna vez conocí a Lea Stevens en el momento en el que esa chica a la que tanto daño le hemos hecho me sonrió, en el momento en el que la vi y tu solo llegaste a arruinarlo.
- En otras circunstancias te diria que lo lamento Alexander Montgomery.- dijo con todo el rencor y el odio que reinaba en su ser.- Pero me alegro de que tu seas tan infeliz como yo.
Giró sobre sus talones y desapareció de allí, mis manos se fueron directamente la cabeza, esto no podía estar pasandome a mi.
- No se si partirte la cara o tenderte el hombro para que llores.- Escuche la voz de Jack detras de mi y su mano sobre mi hombro
- Creo que me merezco la primera, pero necesito la segunda.- Dije manteniendome en mi lugar.- Jack, le destrui la vida, ella era feliz y ahora sus ojos no tienen luz, ella brillaba y ahora su brillo se extinguió, le destrui la vida y la mia se fue con la suya.
- La regaste Alex, tengo que admitirlo.- Dijo Jack situandose a mi lado.- La destruiste, la lastimaste, la hiciste huir a su infierno y ahora esta aqui en mil pedazos aun siendo la chica fuerte que todos conocemos, pero ¿Que vas a hacer tu para recuperarla? No te vas a arrinconar a llorar, porque eso no va a arreglar nada, dale su espacio y cuando ella esté lista, ella hablará contigo.
- Por cierto, debo revisar su evolución.- Dije halandome los cabellos por la frustración.- Prometo que solo será estrictamente profesional.
- Mas te vale, porque lo de partirte la cara sigue en pie y te tengo ganas desde el dia en el que ella se marchó.- Dijo Jack tratando de reprimir una sonrisa.- Kara se gano mi lealtad desde el momento en el que la conocí, ella merece todo y tu eres un buen chico, solo que tus demonios no te permiten aflorar.
- Gracias viejo.- Dije dandole una palmada en el hombro.
Me dirigí a la habitación de Kara lentamente, decidí tomar el ascensor y en cuanto estuvieron las puertas cerradas presione el botón de Stop.
Grité, me hale los cabellos, golpee las paredes del ascensor, lloré como nunca, me deje caer en el ascensor, la culpa, el dolor y todo el resentimiento por mi mismo me estaban consumiendo.
Me sentí como escoria, perdido y muy dolido, imaginar a alguien más tocandola, golpeandola, maltratandola, haciéndola sufrir me estaba rompiendo el alma... ¿Que te hice pequeña?-¡¿Porque Dios porqué?!.- grito amargamente porque se que nadie podrá escucharme, golpeo la pared de acero hasta que mis nudillos sangran.- ¿Porqué ella?
Me dejo caer lentamente en el suelo con mi espalda apoyada en la pared, las lágrimas caer por mi cara y el dolor acrecentar en mi alma... La jodiste Alex y tu te jodiste junto con ella.
Me puse de pie y toque el boton de stop, el ascensor volvio a moverse, respire profundamente, las puertas del ascensor se abrieron, salí y lentamente me encamine por el pasillo, no podia verla porque la culpa arropaba mi ser, me detuve en la puerta y la vi dormida, parecía tranquila, mi corazón se estrujaba, me apoye en el marco de la puerta porque no quiero despertarla, de un momento a otro ella empieza a revolverse en la cama con desesperación, su rostro reflejaba miedo, estaba soñando y se iba a lastimar.
- ¡Saquenme de aqui!, ¡Ayuda!.- Grita con desesperación y miedo, como si la vida se le fuera en ello.- ¡Dejenme en paz!, ¡ No me toquen!, ¡No por favor!
Me acerque a su cama de un salto, estaba toda sudada y sus ojos exageradamente apretados, el pánico en su voz y en su rostro me desgarraba; necesitaba hacer algo por ella.
- Kara despierta, es solo un sueño.- Le dije mientras la zanrandeaba, sus sueños eran bastantes intensos y eso yo lo sabia de memoria.- Kara, todo esta bien, despierta.
El pánico de reflejaba en sus ojos y un momento despues recobró la postura; esto era mi culpa.
- Estas bien?.- Pregunté y mi voz se quebró, ella asintió con la cabeza y se aferró a las sábanas.- Lo siento
- Alex, no.- Me dijo evadiendo mi mirada y supe que no debía tocar el tema por los dos.
- Solo vine a ver como evolucionabas, escala de dolor?.- Pregunte poniéndome de pie, tome la tableta de su expediente y gire a ella.
- 5 sobre 10.- Dijo en algo que casi pareció un susurro.- Ya me puedo ir a casa?
- No, mañana en la mañana .- Dije haciendo unas anotaciones en el expediente.- No tienes fiebre y todo parece en orden, pero quiero revisar ese corte antes de irte, le dire a uno de los internos que te acompañen.
- No es necesario Alex.- Interrumpió Meredith con severida entrando en la habitación.- Yo me encargo, ya terminó mi guardia.
- Perfecto, cualquier cosa me avisas.- Dije colocando el expediente en la mesa de su habitación.- Nos vemos después.
- Ve a curarte esa mano.- Me dice antes de que me marche y levanto mi puño con todos mis nudillos desgarrados, sangrando sin control.
Asenti, le eche un vistazo a Kara, lucia triste, mi corazon se volvio a encoger, seque una lagrima que corría por mi mejilla y salí de la habitación aunque era lo último que queria hacer en ese momento, mi celular vibró en mi bolsillo y para mi sorpresa era un mensaje de Meredith.
Mer: ¿Estas bien?
Yo: Solo respiro y ya.
Esa era mi verdad, solo respiro y ya.
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La anatomia de un amor; Secretos
Romance2do libro de la saga anatomicamente unidos. " Las cartas para las despedidas" Luego de la jugada del universo en la vida de Alex y Kara con la repentina aparición de Lea Stevens, Alex se ve obligado a tomar una decisión que marcará la vida de todos...