La anatomia de un amor; Secretos

Capítulo 1

Alexander

Pasan los segundos, los minutos, las horas, los dias, las semanas y ella no vuelve, no está, se marchó sin dejar rastro, se marchó con mi corazón entre sus dedos, llevandose mi alma con ella.

Fue mi culpa lo se, lo admito pero por mas que me esfuerce en recordar todo lo que sucedió esa noche no puedo y eso me hace enfuerecer a rabiar.

Kara es el amor de mi vida, la mujer de mi vida, la razon de mi existir y ahora sencillamente no la tengo.

Me desarmo aqui en esta desesperacion al no saber nada de ella, al verme tan solo y tan infeliz... Tan como al principio hasta que ella apareció y le dio luz a mi vida.

- Puedo pasar?.- Escuche a la dulce voz de mi madre en la puerta de mi habitación sacándome de mis dolorosos pensamientos.

- Si claro mamá pasa.- Dije girandome hacia ella.

- Cariño, tienes que seguir adelante.- Dijo mi madre sentandose a mi lado en la cama envolviendome en sus brazos.

- No puedo, ahora no necesito tiempo y que ella vuelva.- Le respondí a mi madre aferrandome a su abrazo

- Quiza cuando ella vuelva no sea la misma de antes, se que ella te ama y por tal razón sucedió todo esto, se que la amas con todo tu corazón, se que te equivocaste, se que no querias lastimarla pero tambien se que aunque ame que estes aqui conmigo,  Inglaterra no es tu lugar cariño.- Dijo mi madre tomando mi cara entre sus manos con ternura.- Debes volver a Baltimore, recuperar tu vida, recuperar a tus amigos, enmendar tus errores, catapultar tu carrera y si en el momento en el que Kara regrese decide que quiere permanecer lejos de ti, solo debes aceptarlo.

- Mamá, no me puedo resignar a vivir sin ella, todo lo que pienso, por lo que me esfuerzo, por lo que trabajo es justamente para que ella este orgullosa de mi asi como yo lo estoy de ella... Pero ahora ya no hay tiempo.- Dije sintiendo las lagrimas caer por mis mejillas, eso ha sido lo mas frecuente en mi estas 3 semanas, algo no muy varonil.

- Cariño, mientras haya vida siempre hay tiempo.- Dijo mi madre acariciando mi espalda

- La medida de mi tiempo es estar con ella y ahora no la tengo.- Dije llevandome las manos al pelo

- Alex, recupera tu vida o inventate otra.- Dijo mi madre poniéndose de pie.- Solo sal de aquí, vuelve a tu casa y cambia todo esto.

Mi madre salió de la habitación dejandome solo, desde que Kara se fue todos mis amigos e incluso mi hermana se alejaron de mi, por lo que tomé el primer avión disponible hasta Londres con mi madre.

Tan solo si fuera tan sencillo...

Llevo un mes en Londres y no me he comunicado con nadie, pero sabia que Kara aun no regresaba... yo al igual que ella habia huido.

Cada segundo que pasa pienso en ella, en cada mirada, cada beso, cada toque, su sonrisa.
Cada minuto me hundo en su ausencia, en la soledad que ha dejado al marcharse.
Cada respiración me recuerda lo mucho que la he amado, en el mundi que se encuentra allá afuera, el que ya no me importa por el simple hecho de que ella ya no está.

¿Donde te has metido?, ¿Como estas?, ¿Porque no vuelves?, cada segundo me hago las mismas preguntas y cada segundo me aborrezco mas por todo lo que hice algo que no recuerdo y algo que me está destruyendo lenta y dolorosamente.

Todo perdió sentido, volvi a la oscuridad en la que antes habia estado antes de que ella regresara a mi vida, la extraño es muy egoista lo se, pero esa es mi verdad, la amo y la extraño a rabiar.

Respirar ante su ausencia duele, me quema, sobrevivir  a su ausencia o tratar de hacerlo duele mas que cual tortura.

Las lagrimas mojan mis mejillas, ella es capaz de hacer eso, ¿Quien pensaria que estaria hecho mierda por un amor? Nadie, ni siquiera cuando Lea desapareció y es justamente por eso... Kara no puede ser comparada con nada en este mundo, nada puede ser comparada con ella.

Ella es única y la necesito conmigo para vivir, pero como recuperarle si ni siquiera se donde está?

¿Como recuperarla si ni siquiera se si va a volver?
¿Como recuperarla si ni siquiera se di algun dia me perdonará?

El tiempo no corre, siento como si estuviera viviendo un Déjà Vu sin ninguna novedad, atascado en el tiempo con la misma posicion, el mismo aire, la misma soledad.