-¿Estas segura que estas bien?
-Adri, tengo la regla, no el SIDA.
-¿Qué es el SIDA?
Solté un pequeño suspiro acompañado de una mirada irritada a Adrián. Por si no estaba siendo lo suficientemente pesado con mi salud, encima tendría que explicarle a Diana lo que era el SIDA.
Robin soltó una pequeña risita al verme. Le fulminé con la mirada.
-Colas de salamandra -me susurró.
-¿Qué?
-Se te ha olvidado echarle las colas de salamandra.
Le sonreí, agradecida, Pociones no se me daba muy bien. Ni a mí, ni a Diana. Sobretodo desde que Adrián y Robin se sentaban delante de nosotras, la presencia del primero la desconcentraba mucho. Y no esta de más informar que él se llevaba sentando delante de nosotras durante todos los años en Hogwarts, eso explicaba sus notas en Pociones.
-Dale tres vueltas en el sentido de las agujas del reloj.
Mis ojos se abrieron desmesuradamente al volverme y ver a James Potter mirándome y apoyado en la mesa de atrás. La chicas que estaban allí no parecían tener ningún problema con eso.
-¿Qué haces aquí? -susurré y miré a los lados para ver si Adrián o Diana lo habían visto. Afortunadamente, Diana estaba mirando a Adrián como si fuera la séptima maravilla y esté estaba de espadas.
-No le hagas caso, es un asco en Pociones -al lado de su primo, el pelirrojo Fred Weasley me miraba con una gran y burlona sonrisa (marca de familia parece ser) y parecía francamente divertido de ver mi cara de sorpresa- Son tres vueltas en el sentido contrario de las agujas del reloj.
-Canuto, tú también eres un asco en Pociones -le recordó James- Yo, por los menos, apruebo.
-Tú haces trampas, Cornamenta, posiblemente soy el merodeador que tiene la conciencia más limpia sobre la idea de copiarse en los exámenes.
Ya, claro.
En aquel tiempo, todavía no conocía mucho a Fred Weasley. No sabía que llegaría un día que bromearía con él. Ni que él me pediría consejo. Tampoco sabía que ayudaría a la chica que estaba enamorada de él. Ni que me convertiría en una de sus principales confidentes. Pero, aunque no sabía todo eso, sabía que Fred no tenía, tiene o tendrá la conciencia limpia sobre copiarse en los exámenes.
No me di cuenta de que había arqueado una ceja hasta que James se volvió a mirarme.
-¿Qué hacéis aquí? -le pregunté, justo en el momento en que su mejor amigo se ponía a coquetear con las chicas de atrás.
-¿Tanto me aborreces?
Asentí con la cabeza divertida. ¿Cómo nadie se daba cuenta que ellos estaban allí? Meses más tarde, comprendí que ellos tenían a veces la costumbre de saltarse clases y colarse en otras.
-Te quería mucho más cuando no habías enviado mi dignidad a los baños públicos.
Eché las colas de salamandra y me pregunté en qué sentido había que darle vueltas.
-Bueno, ¿a qué has venido? -pregunté, después de un rato de silencio- Porque supongo que no habrás venido a admirar mi excelentes dotes de pocionista.
James todavía tardó un rato en contestar.
-¿Por qué?
Fruncí el ceño. Me dolía todo el cuerpo y había visto comida putrefacta que tenía mejor pinta que mi poción, no quería jugar a las adivinanzas.
ESTÁS LEYENDO
Tras el Andén 9 y 3/4 (James Sirius Potter)
FanficSarah es una chica que piensa que hacer sonreír a los demás hará que desaparezcan sus problemas. James es un chico que nunca se ha tomado la vida en serio y que vive rodeado de personas sin problemas a soltar carcajadas. Streek es un apellido normal...