Tras el Andén 9 y 3/4 (James Sirius Potter)

Capítulo 39

-Y bien, Sarah, ¿a qué te gustaría dedicarte cuando salgas de Hogwarts?

Bueno, primero tendría que sobrevivir a Hogwarts.

-No lo sé, profesora.

Cassandra Lunnel me miró por detrás de sus gafas y me sonrió amablemente.

-Sé que es una decisión difícil, Sarah -dijo mi jefa de casa comprensivamente- pero veamos -la profesora leyó unos papeles y me miró- aquí dice que eres realmente excelente en Encantamientos. Podrías trabajar de Rompe-maldiciones en Gringotts. Tus notas en Pociones son aceptables -lo cual era una buena manera de decir desastrosas- pero en Transformaciones no vas mal -lo cual es una buena manera de decir <<eres pasable>>.

-La verdad es que no sé que voy a hacer -le sonreí amablemente- pero en cuanto lo sepa se lo diré. Aunque, de verdad, no tengo ni idea.

Ambas soltamos una risa educada y me vi libre de salir y no ir a la clase de la que había salido. Total, no iba a interrumpirla.

Apoyados en la pared enfrente del despacho de la profesora Tunnel, Scorpuis, Rose y Alice me esperaban. Algo raro ya que ellos tenían Pociones.

-¿Vosotros no teníais Pociones? -pregunté, nada más salir y cerrar la puerta.

-Yo tengo Encantamientos -dijo Alice levantado la mano.

-¿Qué tal te ha ido? -preguntó Rose ansiosa.

Me encogí de hombros.

-No ha ido mal -respondí sin dar muchos detalles- ¿dónde están Albus y Maddie?

-Cooper ha intentado saltarse la clase de Herbología -explicó Rose cansada- y Albus no quiere que se salte Pociones. Estarán por ahí discutiendo sobre responsabilidades y el amor. ¿Vamos a la biblioteca?

-¡No! -respondimos todos a la vez.

Nunca más entraría en una biblioteca con Rose. Esa chica tenía un problema con los libros.

-Bueno, bueno, tranquilos -dijo Rose calmándonos con las manos- ¿vamos a las cocinas?

Me volvía encoger de hombros, me daba igual. Al resto le debió de parecer igual porque empezamos a caminar.

-¿Queréis que os cuente una adivinanza? -pregunté al rato y mirando al techo como quién no quiere la cosa.

-Sí -exclamó Alice emocionada- me encantan las adivinanzas, nunca resuelvo ni una pero me encantan.

Eso es optimismo.

-Hay un esqueleto -empecé a decir- en un baúl y el esqueleto pertenece a una persona que...

-¡Está muerta! -saltó Scorpius y Rose rió.

-Cállate -le gruñí y continué- pertenece a una persona que es profesora en... vamos a poner Hogwarts. La profesora falsa es metamorfomaga y se hace pasar por el esqueleto, cuando estaba vivo obviamente. ¿Por qué conserva el esqueleto?

Rose me miró con el ceño fruncido.

-¿Dónde conseguiste esa adivinanza? Estoy segura que no es educativa y no está en un libro de la biblioteca.

Por lo que sé en la biblioteca había libros de cómo hacer Horrocruxes, y estoy segura que eso es menos educativo que una falsa adivinanza sobre esqueletos.

-Para que no los pillen -respondió Scorpius con sencillez.

-¿Qué?

-Bueno, lo lógico -explicó él con obviedad- es que si alguien se está haciendo pasar por otra persona que está muerta es no dejar el cadáver, más que nada porque pueden descubrir que un muerto no puede clases en Hogwarts.