Tras el Andén 9 y 3/4 (James Sirius Potter)

Capítulo 35

-Estás enamorada de James Potter.

Sin poderlo evitar, levanté la cabeza y negué con la cabeza.

-Para nada -respondí frunciendo el ceño.

-No era una pregunta -dijo Adrián con un deje de tristeza en la voz- era una afirmación.

Volví a negar con la cabeza. A ver, sabía que James me gustaba, era imposible que no lo hiciera (es decir, era James), pero ¿enamorada? Para nada. 

Solo quería besarlo, pasar rato con él, que me hiciera reír, besarlo, sentir las adorables y estúpidas mariposas en el estómago, cogerle la mano, abrazarle, besarlo, aplastar a cualquiera que se acercara a él con mis mismas intenciones, besarlo, ir a citas con él que no terminaran investigando a una profesora cursi, besarlo,...

-Mierda -exclamé abriendo los ojos- estoy enamorada de James Sirius Potter -se volví hacia mi amigo- ¿cómo se cura?

Adrián soltó una risita irónica cargada de tristeza.

-No creo que se cure, Sarah.

Me sorprendí por el tono triste que estaba en su voz. A ver, sabía que James no era el mejor candidato para mí pero... era mejor que Fred. Y con un poco de suerte no me rompería el corazón. Vale, con mucha suerte.

-No te veo emocionado con la noticia -comenté.

-Tu pelo -habló Adrián sin venir a cuento y bajando la mirada- eres metamorfomaga, en tu aspecto se reflejan tus emociones. Siempre he visto que lo tenías controlado, eres muy hermética, pero solo hay una emoción tan fuerte que puede hacer que no puedas controlar el color de tu pelo... una emoción incontrolable -Adrián me miró- el amor. Así lo de descubierto.

Lo miré extrañada.

-Adri, ¿a qué viene eso?

-Lo que todavía no entiendo es porqué rojo -siguió él- aunque supongo que es lo mismo que preguntar porqué el profesor Lupin tiene el pelo azul. Supongo que cada metamorfomago es diferente.

-Adri...

-Tus ojos son otro tema -continuó mi amigo con tono aparentemente alegre- desde que estás con él varían de color, sin control.

-¡Adrián! -exclamé un poco harta y puse mi mano sobre la suya con una sonrisa amable- ¿qué pasa?

-Estoy enamorado de ti.

BOOM.

Juro que me quedé sin aire. Y no en el sentido bueno.

-¿Qué? -pregunté con una voz que me salió más aguda de lo normal e, inevitablemente, aparté mi mano.

-Que estoy enamorado de ti -repitió más despacio y se estrujó las manos con nerviosismo- ¿Qué dices?

Que quería que me borraran la memoria.

Mierda. Adrián siempre había sido mi amigo y había actuado toda la vida como un padre (¡estúpido James por meterme esa idea en la cabeza!). No sabía como enviarlo a la amigo-barra-hermano-barra-padre-zone.

-¿Qué quieres que diga? -respondí nerviosa y me eché hacia atrás sin darme cuenta- ¿y qué pasa con Diana? Creí que estabas enamorado de ella. 

-Diana lo sabía -explicó- sabía que yo estaba enamorado de ti y se ofreció a ayudarme. En nuestro plan yo tenía que decirte que estaba enamorado de ella y que Diana no me correspondía, entonces tú me ayudarías y tal vez te pusieras celosa y... -Adrián se paró y pasó sus manos por su cara- no importa, es patético.

Sí, lo era. Hacer planes no era el fuerte de Adrián. Menos mal que el de Maddie sí.

-Pero... -empecé y frené en seco.