Capítulo 10

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-Considero realmente injusto que tú me llames a mí Sirius y yo no pueda llamarte por tu segundo nombre -se quejó James- ¿por qué no me lo dices?
No respondí y seguí paseando a lo largo de la calle.
-Vamooos, solo es un nombre, no te cuesta nada.
Ensanché mi sonrisa mientras caminaba entre los chicos.
-¡Eh, Sarah!
Robin Winflower era un chico bajito, con el pelo rubio pajizo y una sonrisa tambaleante. Enamoradizo y nervioso, por alguna razón desconocida el Sombrero lo había puesto en Ravenclaw y compartía habitación con Adrián. De ahí que lo conocía.
-¡Eh, Sarah! -volvió a gritar y jadeante se colocó a mi lado apartando a James de un empujón.
-Respira, Robin -le aconsejé.
-¿Has visto a Lily Potter? -preguntó atropelladamente.
James prestó atención a la conversación mientras fulminaba al chico por empujarlo.
-No -respondí- la vi ayer pero hoy no, a lo mejor está en las Tres Escobas. ¿Para qué la quieres?
-Necesito trabajo -respondió luego le dirigió una mirada a James y dijo- cuidado.
Robin tomó aire antes de empezar a correr.
-Oye Rob, ¿estás enamorado? -pregunté con una sonrisa.
Robin se sonrojó violentamente y sacó una rana de chocolate del bolsillo.
-To, to, toma -tartamudeó y me la dió.
Luego empezó a correr y se perdió entre la gente.
Sonreí y empecé a desenvolver la rana.
-¿Cuál es tu relación con mi hermana? -preguntó mientras seguíamos caminando.
-Negocios.
-¿Qué clase de negocios?
-Es una buena pregunta.
James me miró con el ceño fruncido y abrió la boca para decir algo pero alguien lo interrumpió.
-¡Eh, Sarah!
Albus Porter venía sonriendo con las manos metidas en los bolsillos.
-Hola Albus, ¿qué tal? -pregunté.
-Respirando -respondió tranquilamente- ¿y tú?
-Seguramente respirando también, de lo contrario hay muchas posibilidades de que me muera.
Albus sonrió abiertamente y miró a su hermano de reojo.
-¿Puedo hablar contigo un momento? -preguntó.
Asentí y Albus me llevó lejos de James que nos miraba con cierta impaciencia.
-¿Qué pasa?
-He decidido utilizar tu método -me dijo.
Lo miré sin comprender.
-El de la doble cita -aclaró.
-¿En serio? ¿Y qué tal te va?
Se encogió de hombros.
-Bueno he supuesto que tengo que dejarlos solos así que voy a llevar a Cooper al salón de Madame Tutipé -hizo una mueca- ¡uggg, cómo odio ese sitio!
Lo miré con cierta sospecha.
-¿Cooper? -pregunté- ¿Madeline Cooper?
Asintió con pesadez.
-¿La conoces?
-Sí -respondí- es la prima de mi mejor amigo.
Albus abrió los ojos.
-Oh, así que Spir es tu mejor amigo.
Asentí.
-¿De qué conoces a Maddie? -pregunté.
-Esta en mi casa y en mi curso -dijo con obviedad- y además es mi acosadora, no me deja en paz. Si he aceptado una cita con ella es por Scorpius y Rose, no me ha dado tiempo a encontrar otra pareja.
Conocía a Madeline Cooper porque Adrián era muy sobreprotector con ella pero nunca había tenido una conversación muy larga con ella. Adrián decía que no lo había pasado muy bien y que era tan inteligente que no entendía porque la habían puesto en Slytherin. También sabía que no gustaba su nombre completo.
-Bueno -dije- no la conozco mucho pero no puede ser tan mala.
-¿Qué no? -Albus alzó una ceja con incredulidad- Sarah, esa chica tiene una colección con camisetas mías y mechones de pelo. Me lo contó su mejor amiga, en serio, da miedito.
Negué con la cabeza con una sonrisa.
-Digo convencida de que es una chica estupenda -afirmé- y no lo digo porque su primo sea su mejor amigo.
Albus hizo un gesto vago con la mano.
-Como sea -dijo- ¿te tal te va a ti con mi hermano? -preguntó.
Me encogí de hombros.
-No hemos hablado demasiado, la gente no ha parado de interrumpirnos.
Albus abrió la boca (seguramente para decir lo mucho que se alegra de mi poca interacción con su hermano mayor) pero en ese momento se oyó un grito.
-¡Sevy! ¿Dónde estas amor mío?
Le miré arqueando una ceja.
-Ajá -respondió a mi pregunta silenciosa- es Cooper, tu chica estupenda. Suerte con James.
Y se deslizó entre la gente.
James Sirius se puso a mi lado con rapidez.
-¿Qué quería? -preguntó.
-Una larga historia.
-Todas tus historias tienen pinta de ser largas.
-Me gustan las historias largas.
James me cogió de la mano mientras caminábamos.
A ese chico le gustaba ir rápido.
-Cada vez que empiezo a tener una conversación contigo me quedo con ganas de hacerte muchísimas preguntas -comentó- y como parece ser que tu lema es "yo no pregunto, tu no preguntas", un lema pésimo si me permites el comentario, vamos a cambiarlo para mí -quería soltarle la mano y correr lo más lejos posible en ese preciso instante- yo preguntó, tu preguntas, y los dos respondemos, ¿qué te parece?
Una pésima idea quise responder, y miré a los lados con la esperanza de ver famosa Casa de los Gritos.
-¿Cuánto queda para llegar? -pregunté.
James sonrió para sí.
-Bien, primera pregunta -tramposo- poco. Me toca -básicamente reze a todos los dioses existentes para que no me hiciera la pregunta que no quería que me preguntara- ¿cuáles son tus negocios con mi hermana?
Respiré aliviada y mi cita lo notó.
-Quiero que mis dos amigos acaben juntos y ella me está ayudando.
Asintió.
-Te toca.
La verdad no sabía que preguntar, así que dije lo primero que se me vino a la mente.
-¿Alguna vez te has enamorado?
-Woo, ¿no crees que es un poco pronto para hacer esa pregunta? -preguntó con cierta diversión en la voz.
Me concentré para que mi cara, pelo y ojos siguieran del mismo color.
-Me lo está diciendo un chico que me invitó a una cita sin concerme -le recordé- además, ¿no es de mala educación responder a una pregunta con otra pregunta?
Se encogió de hombros. En serio, se veía realmente sexy haciendo ese gesto. Me di una bofetada mental.
-A veces puedo ser maleducado.
-No creo que eso se le deba se decir a una dama.
Con la mano que tenía libre se revolvió el pelo. También se veía muy guapo haciendo eso. Me di otra bofetada mental.
-Haces complots para que tus mejores amigos salgan juntos, seguramente eso tampoco es lo más adecuado para una dama.
Guau. Era bueno respondiendo, me pregunté dónde lo abría aprendido y como conseguía verse tan guapo.  Como siguiera dándome bofetadas mentales me iba a quedar tonta.
-Touché.
-Me tocaría hacer una pregunta pero ya hemos llegado.
Respiré aliviada y me pregunté cuando habíamos dejar de estar en el pueblo para estar en medio del bosque delante de una casa semi destruida.
-Vaya -comenté soltando mi mano y acercandome a la verja- ya sé donde irme a vivir de mayor.
James se rió un poco.
-Esta casa tiene una historia, ¿sabes? -me dijo- una larga historia.
-Me gustan las historias largas.
-Lo sé.

Tras el Andén 9 y 3/4 (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora