Tras el Andén 9 y 3/4 (James Sirius Potter)

Capítulo 50

-Tú crees que en otros lagos las algas más verdes son. Y sueñas con ir arriba, ¡qué gran equivocación! -cantó Anne en mi oído- ¿No ves que tu propio mundo no tiene comparación? ¿Qué puede haber allá fuera que causa tal emoción?

Me moví provocando que Anne cayera fuera de mi cama y oí cómo se dirigía a la de Diana. Pobrecilla.

-Vives contenta, siendo sirena eres feliz -desafinó- sé que trabajan sin parar y bajo el sol para variar. . .

Deseé que Julia se despertara y callara a su hermana pero la chica debía de haber llegado ayer más tarde que yo ya que no la vi en la habitación al llegar.

-¿Quieres cerrar el pico? -gruñó Diana y escuché algo (o más bien alguien) caer al suelo- Por favor, hazle un favor a la humanidad y cállate.

Una cosa hay que reconocérsela a Anne: No dejaba que nadie le bajara la moral. Se levantó y volvió a cantar dando saltos por la habitación. Alguien se había vuelto a recoinciliar con su novio.

Me levanté de la cama con el ceño fruncido y por primera vez en años pude ser la primera en meterme en el baño. Yupi.

Lo primero que me extrañó al mirarme al espejo no fue el pelo rojo (por favor, eso ya era parte de mí) si no mi mirada relajada. Tardé unos segundos más en darme cuenta que esa noche había dormido del tirón y sin pesadillas. Y tardé el tiempo que estuve en baño en acordarme que estaba saliendo con James Potter.

-¿Cómo puedes sonreír? -me preguntó Diana ahogándo un bostezo mientras bajábamos las escaleras para ir a desayunar- Y anoche llegaste muy tarde. No llegues tan tarde, me preocupas.

Solté un poco usual grito de alegría y la abracé con fuerza.

-Estoy saliendo con Sir. . . James -le susurré emocionada y terminé de bajar las escaleras con alegría.

-¿Qué? ¿Desde cuándo?

La ignoré y me aproximé hasta Alice que nos esperaba sentada uno de los sillones de la Sala Común. La abracé también.

-¿Qué pasa? -preguntó extrañada mientras se levantaba tambaleante.

No respondí. Me volví para abrazar a Paul que estaba por allí.

-¿Qué. . .? -preguntó él pero no terminó la pregunta gracias a la mirada fulminante de Diana.

Diana tiró de mi hacia fuera dónde nos esperaba Adrián.

-¿Pero qué pasa? -volvió a preguntar Alice siguiéndonos.

-Sarah está saliendo con el amor de su vida -respondió ironicamente y Alice soltó un gritito emocionado.

-¿Qué pasa? -preguntó Adrián nada más vernos y le abracé con fuerza.

Diana me separó y me sacudió exasperada. Posiblemnte tenía miedo que abrazara a todo el mundo de aquí al Gran Comedor y que no le diera tiempo a desayunar.

-Sarah y James están saliendo -informó Alice a Adrián por lo bajo- por fin. En realidad yo creí que ya lo hacían pero me extrañaba que no me hubiesen llamado. Aunque como es Sarah pensaba que no lo haríamos aunque también pensé que se sometería a votación y. . . ¡OH! Tú estás enamorado de ella, eso ha debido de romperte el corazón. Y no debí decir eso. Aunque tú ya deberías saberlo. . . tampoco debí decir eso. Los siento. ¿He metido la pata? ¿ya no puedo desayunar cono vosotros? De verdad que no tenía ni idea. A ver, sí tenía idea pero se me había olvid. . .

-¡Alice! -interrumpió Diana con una sonrisa- no pasa nada. Adrián no se ha enfadado y ya te dijimos que siempre puedes desayunar con nosotros.

¿En serio? ¿cuándo?