Pude oírlos hablar animadamente mientras ordenaba mis pertenencias en el espacio que Nash había desocupado para mí. Ellos parecían llevarse bien, más de lo que me hubiera gustado. Al parecer Nash seguía siendo el muchacho amable y simpático frente a la vista de todos. ¿Seguiría teniendo esa doble cara o se había decidido por simplemente ser bueno?
—¿Las demás cosas las traerán después? —preguntó el chico y Carla rompió en molestas carcajadas.
—Él no tiene más que eso —respondió mi novia luego de calmarse. Siempre me había criticado eso de tener tan pocas pertenencias. Nunca le había gustado que solo lleve conmigo lo impresindible.
—¿Le gusta viajar ligero?
—Ian dice que no le gusta aferrarme demasiado a lo material. Ni a las personas tampoco.
—Eso es raro... solía ser muy posesivo por lo que recuerdo —se extrañó Nash instalando un segundo de incómodo silencio. —Tú sabes, los niños no suelen prestar sus cosas y mentir respecto al porque de no prestarlas, Ian era uno de esos. Ni hablar de sus amigos. Recuerdo que una vez me acerqué a uno y armó un escándalo por ello.
—No me lo hubiera imaginado... supongo que en aquel entonces sólo era un niño y cambió bastante.
—Supongo que sí.
Nash le ofreció un té, supongo que con la excusa de cambiar de tema, porque funcionó de maravilla. Carla solía ser bastante charlatana y eso era algo que no me gustaba de ella, pero al parecer mi viejo amigo estaba fascinado con ella porque no dejaron de hablar en ningún momento. claramente yo no dejé de oír aunque sólo me detenía a escuchar cuando la charla se volvía interesante.
—¿Qué estás estudiando? —oí que indagó mi novia y me detuve porque me interesaba esa respuesta.
Habíamos hablado sobre aquello muchas veces. Él siempre se había orientado hacia las artes, pero cuando yo le dije que me gustaba la psicología pensó en cambiar de carrera dado que al lugar donde yo quería ir en aquel momento no había una universidad con su carrera.
—Diseñador gráfico —tan predecible. Sonreí porque entonces algo del Nash que solía conocer aún estaba ahí.
—¿De verdad? Eso es grandioso. Yo quería empezar esa carrera pero finalmente me decidí por profesorado en danza.
—¿Bailas? Debe ser una hermosa carrera.
—La es —aseguró Carla con orgullo. Ella estaba enamorada de su elección y era una de las cosas que me gustaba de ella, que todo lo que hacía lo hacía con una pasión demoledora. Nada parecida a mí. —Ian está terminando Licenciatura en Artes visuales.
La risa incrédula y burlona inundó rápidamente el departamento. Quise asomarme para ver su rostro y comprobar si reía de verdad o por compromiso, pero no pude, me quedé estático en mi lugar prendido de esa extraña y nostálgica melodía.
—¿Estás bromeando no?
—No —Carla rió nerviosa —¿Por qué lo dices?
—Ian detesta las artes.
—Oh... no, no lo creo. Quizás cuando ustedes eran compañeros sí, pero él ama todo lo que tenga que ver con el arte, está algo así como obsesionado por la fotografía y todas esas cosas.
Nash dejó de reír pidiendo disculpas y afirmó aquello diciendo "Sí, supongo que no lo conocía demasiado bien después de todo". Carla le dijo que se relaje, que ya tendríamos tiempo para ponernos al día pero supe que aquello no sería así. No había salido corriendo del lugar en cuanto lo vi porque no quería dar explicaciones ni a Carla ni a nadie, pero de haber estado solo lo habría hecho.
Ahora sólo tenía pensado aguantar unos meses y luego volver a desaparecer de su vida. Eso era algo que estaba decidido desde el primer momento en que nuestros ojos se reencontraron.
—¿Tú sales mucho? A fiestas y esas cosas...
—No me gusta mucho las aglomeraciones de gentes, pero sí, de vez en cuando voy a aquí o allá —respondió Nash volviendo a su natural amabilidad. —¿Por qué lo preguntas?
—Oh, es que a Ian sí le gusta y no quiero que encuentre un compañero de salidas... soy un poco celosa —rió con timidez. ¿Un poco? ¿En serio Carla? Suspiré y tomé mis sábanas para preparar mi cama. Pero me detuve una vez más porque otra vez, la respuesta a la pregunta que había hecho mi novia, me interesaba. —¿Tu novia no se enoja que salgas de vez en cuando? —hubo un silencio bastante largo y de pronto me puse ansioso. —¿Tienes novia?
—Estoy en pareja —respondió y mis piernas flaquearon dejándome sentado en la cama todavía sin hacer.
"En pareja"... él estaba en pareja. No una novia, una pareja. ¿Era lo que yo estaba pensando?
—Oh... eso suena serio. ¿Cómo se llama?
—Alex.
—Qué lindo nombre —continuó Carla siempre tan condecendiente. Claro que ella no había entendido. No era Alex diminutivo de Alexia o Alexandra. Probablemente Alex fuera un chico.
Después de todo Nash ya había tenido una pareja de su mismo sexo y ese había sido yo.
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Temporal: Pasado Presente.
RomanceIan tiene muy en claro que hay cosas del pasado que no se pueden cambiar, pero también sabe que él tiene la habilidad de congelar algunos recuerdos y es feliz viviendo de esa manera. ¿Qué pasará cuando uno de esos recuerdos aparezca en el presente...