Si me preguntan qué cara puse en ese momento no podría decirles. Pero supongo que fue de completa compostura porque ella no reaccionó de ninguna manera, simplemente suspiró y se desparramó sobre la silla.
—¿De qué estás hablando?
—¿No lo sabías? —quiso saber capciosa.
—¿Cómo se supone que lo sabría? Ya te dije que Ian y yo no somos amigos y en el pasado no lo fuimos. Nos conocíamos, sí, pero hasta donde yo sabía Ian no es gay.
—No digas así... él —tragó saliva con repulsión —tuvo una relación, una etapa de confusión, nada más. Ian no es gay.
—Sí, llámalo como quieras.
—En serio, he leído mucho luego de enterarme y esas cosas pueden pasar.
—¿Te lo dijo? —consulté cortando su perorata. Me miró un poco perdida. —¿Fue él quien te dijo que tuvo esta relación?
Yo también estaba un poco confundido. Ian me había dicho que nadie sabía de lo nuestro y yo sabía que él no estaba mintiendo, lo conocía demasiado bien para darme cuenta. Pero también era claro que Carla no dudaba de sus palabras, entonces, ¿cómo se había enterado de aquello?
—No, él nunca me dijo nada. Es más, Ian no sabe que yo me enteré. No quiero que lo sepa, demás está pedirte que guardes el secreto —asentí desinteresado.
—Entonces ¿Cómo lo sabes?
—Ian tiene una caja. O tenía, a estas alturas se debe haber desasido de ella. Siempre que la veía me llamaba la atención pero en varias oportunidades él la había alejado de mí con rapidez. Yo... sé que está mal husmear en las cosas ajenas pero debes entenderme que no podía contener mi curiosidad —se excusó con desesperación, como si eso de verdad me importara. Me encogí de hombros cuando noté que esperaba una respuesta de mi parte y esperó unos segundos antes de seguir. —Un día que me quedé en su casa y él fue a cursar me quedé allí y di vueltas todo hasta que finalmente la encontré.
—¿Y qué había dentro?
—Fotos. Quiero decir, al principio no me pareció raro porque Ian es fotógrafo, pero comencé a verlas y todas eran de una sola persona —dijo con preocupación. Pero en ese momento el aterrado era yo. —Era un chico. Todas pertenecían a un solo chico.
—Quizás eran de algún amigo Carla, me parece que estás haciendo un gran lío de nada.
—No. Tú deberías verlas —negó de inmediato tomando su cabeza entre sus manos. —Amo el arte y todo lo que reflejaban esas capturas era el amor que sentía por él.
—¿No podían ser de una chica con el pelo corto? —sugerí ganándome una mala mirada.
—Era un chico. Eran tan poéticas, todas ellas tan cargadas de sentimiento que no hay manera que no haya sido su amante.
—Carla —la detuve de mala manera. —Que tenga fotos de una persona no significa que haya tenido una relación con él ¿O sí? Quizás sólo es un amigo. Nada más.
—Las fotos tenían anotaciones —continuó dejándome sin palabras. Rogaba que no dijera nada de mí. —Fechas, horas, palabras sueltas, como si fuera una especie de diario.
—¿Por ejemplo?
—No lo sé... recuerdo una en particular que decía "26/03/20xx. Exactamente a las 15 toma un café en la soledad que lo caracteriza. De verdad quisiera sentarme a su lado, tomar su mano y decirle lo que siento. Pero mi característica mayor es que soy un cobarde."
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Temporal: Pasado Presente.
Roman d'amourIan tiene muy en claro que hay cosas del pasado que no se pueden cambiar, pero también sabe que él tiene la habilidad de congelar algunos recuerdos y es feliz viviendo de esa manera. ¿Qué pasará cuando uno de esos recuerdos aparezca en el presente...