Capítulo 6

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Cuando llego al hospital me encuentro con Brando esperándome en la entrada. Estaciono la moto a su lado y me espera con una sonrisa.

-Hace mucho que no te veo andar en moto -me dice mientras me ayuda a bajarme.

-Se sintió bien volver a andar.

-Claro que sí, tengo la mejor moto de todas y fui un gran maestro -como siempre mi hermano tan humilde...

-Vera, te puedes quedar un rato con Bastián, debo buscarle algo de ropa en su casa y llevar unas cosas, luego vuelvo -simplemente asentí, nos despedimos con un beso y un abrazo. Intento ocultar mi cara de preocupación y lo nerviosa que me puse cuando me dijo  que se iba. 

Una vez que Brando se alejó, comencé a tomar aire para calmar mis nervios. Estoy nerviosa, ahora tendré que estar con Bastián a solas después de todo lo que viene sucediendo desde anoche. Pero bueno, debo ahora ir arriba a la habitación y ver como se siente. Ingreso al interior del establecimiento  y me acerco al ascensor mientras que lo espero, comienzo a contestar algunos mensajes de Emanuel, pero antes de apagar el celular leo por última vez el mensaje que me envió Bastián. 

Con una sonrisa estúpida en mi rostro me subo al ascensor junto a otras personas. El viaje fue rápido, solamente fueron dos pisos. Cuando me voy acercando a la habitación, siento la voz de una mujer, la puerta se encuentra abierta. Me asomo un poco y lo que veo me deja completamente helada. No puedo creer lo que estoy viendo, no puedo creer cómo es que estuvo todo perfecto hasta este momento.  Lo que mis ojos están viendo me rompe un poquito la ilusión y la fantasía de estas horas. Todo lo que estuve pensando, todas las posibilidades de decirle que sí y aceptar, se acaban de ir por la borda. 

Bastián se encuentra en la camilla, como estaba, como lo dejé en la mañana, pero con un pequeño accesorio. La chica rubia que me odia se encuentra casi arriba de él besando sus labios. Bastián está quieto sin hacer nada, lamentablemente se dan cuenta de mi existencia y Bastián tiene los ojos abiertos de par en par, y la chica tiene una sonrisa inmensa en su rostro. 

-Nos vemos bebé -le dice ella y cuando pasa por mi lado me empuja con su hombro. Mis ojos están llenos de lágrimas, en verdad no sé qué hacer, le dije a mi hermano que me iba a quedar aquí, pero tengo unas ganas de salir corriendo. 

- Vera, no es lo que parece, por favor tenes que escucharme -intento tragar mis lágrimas y clavo mis ojos a los suyos. 

-Sé lo que vi y no tienes que explicar nada. Me quedaré aquí contigo, para no preocupar a Brando si me voy, pero lo único que te pido es que no me hables ni me intentes explicar nada -al final de mi discurso se me cae una lágrima, y lamentablemente Bastián la vio, pero la limpié rápidamente. Triste y con el corazón roto prácticamente, me siento en la silla que se encuentra a un costado de su cama y me quedo en silencio mirando por la ventana que está a unos metros. 

En estos momentos me siento una tonta, no puedo creer que una parte de mi le creyó. Pero agradezco que haya pasado ahora y no más tarde, quizás la caída iba a ser más dura. Pero con esto que sucedió ahora, me quedó claro todo. 

Cierro los ojos y me acomodo lo más que puedo, elevo mis piernas hacia mi pecho y me quedo como una pelota, con mi cabeza escondida. Más lágrimas insisten en salir y esta vez si las dejo, ya que Bastián no ve y no se dará cuenta, mis lágrimas siempre son silenciosas. Hasta que siento que me tocan el hombro y me tenso al instante, levanto mi cabeza y me encuentro a Bastián a mi lado. Este chico está loco.

-Bastián, por favor vuelve a la cama -le digo rendida, sin mirarlo a los ojos. 

-Vera, por favor tienes que escucharme, solo te pido cinco minutos -es mejor hablarlo ahora que después. Simplemente asiento con mi cabeza.

-Vera todo lo que te dije ayer por la noche y ésta mañana es cierto, nunca dije algo tan sincero como eso. Tienes que creerme, lo que viste hoy cuando regresaste fue un error. Camila no es mi novia y nunca lo fue, sí nos acostamos, pero ambos sabíamos que solo era eso. Desde que te vi aquella vez, no te pude sacar de mis pensamientos. No te voy a mentir, al principio no quería saber nada con vos, sos la hermana de mi hermano. Pero luego con el paso de los días me fuiste embelesando más con tu belleza y tu forma de ser y cambiaste mi mundo con solo mirarte -todo lo que me está diciendo una parte de mi le cree, pero la más lastimada no.

-Bastián, yo no creo que pueda soportar que me rompas el corazón -finalmente se lo confesé, quizás luego me arrepienta, pero en este momento pienso que es lo correcto. 

-Vera por favor tienes que creerme, te estoy hablando con mi corazón, cosa que es completamente extraño ya que nunca me abrí a una chica, jamás. Aunque suene duro es la realidad, solamente era sexo. Hasta que apareciste tú y todo cambió para mi. No paro de pensar en ti desde ese día que te vi. Camila no es nadie para mi, justamente ella me notó distante y es por eso que está así. La verdad no sé cómo es que se enteró que estoy aquí, pero no me importa nada. Lo que hizo cuando se fue, no tendría que haber pasado, me estaba diciendo que me vaya a la mierda y que me odia. Es por eso que cuando me besa, me quedo sorprendido, pero la alejé de mi. 

No sé qué pensar de todo esto. Por un lado le creo, Camila me odia desde el primer día que me vio, no me extrañaría. Pero otra parte de mi se pregunta ¿por qué ella hace esto?, ¿por qué me molesta a mi?

-Bastián, no sé qué pensar. Desearía creerte y decirte "hagámoslo", pero tengo miedo. 

-Vera dame una oportunidad, intentémoslo, no te voy a fallar. Solo tengo ojos para vos, todo de mi te quiere a mi lado, mi cuerpo, mi mente, mi corazón. Por favor Vera.

-Lo voy a pensar Bastián -es lo único que le puedo decir en estos momentos.

-Vera tengo miedo que lo pienses demasiado y me digas que no, pero también sé que necesitas tu espacio -es una de las probabilidades, pero prefiero pensarlo sola- Siempre me comporté como un capullo, y mírame ahora, aquí rogándole a una hermosa mujer que me de una oportunidad -se ríe de si mismo, pero tiene razón. Cuando uno ve a Bastián observa a un hombre rudo, pero ahora parece todo menos rudo. Se me escapa una pequeña risa- sos hermosa Vera y sos demasiado para mi, pero joder soy egoísta y te quiero para mi -me ruborizo, agacho mi cabeza y siento como él coloca su mano en mi mejilla y alza mi cabeza para que nuestros ojos estén alineados- Vera por favor, una oportunidad nada más. 

No sé qué pensar, quiero darle la oportunidad pero no quiero salir lastimada. Todo lo que pensé hace un rato se esfumó, ahora estoy como ésta mañana. ¿Cómo es posible que este chico pueda hacerme esto en mis pensamientos, en mi cabeza? Siempre sé que hacer por más que sea lo correcto y me duela, si es lo que debo hacer lo hago. Pero con Bastián no puedo, pone en duda mis pensamientos, mis deseos los hace más fuertes, su presencia genera algo en mi sistema que me encanta, un rejunte de sensaciones preciosas y algunas nuevas; pero me fascina igual. Ahora, por otra parte, tengo miedo de salir lastimada. Pero como dice mi madre, si uno no arriesga, luego se puede arrepentir; y es probable que me suceda eso. Como soy una persona impulsiva, voy a hacer algo que luego me puedo arrepentir, pero no aguanto más esta cercanía sin poder besarlo ni tocarlo; aún mis labios recuerdan los suyos.

-Bastián, quiero intentarlo ahora. Pero lo único que te pido es que no me lastimes -le digo esto mientras apoyo mi frente con la suya. 

-Prometo no lastimarte Vera, siempre te estaré cuidando pase lo que pase y espero no cagarla.

Dicho esto nuestros ojos se encuentran y una pequeña sonrisa aparece en mi  rostro. Poco a poco nos vamos acercando y nuestros labios apenas se rozan. Mi estómago no para de flipar popo de unicornio, joder me encantan estas sensaciones que siento cuando estoy a su lado. Bastián coloca su mano en mi rostro y la otra en mi cadera, por otro lado mis manos las coloco suavemente en su rostro, no quiero lastimarlo. Comenzamos a besarnos, de una forma lenta, sin desesperación, disfrutando el momento. 


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DESTROYEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora