Capítulo 43

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-Bastián, esto no puede quedar así. Quiero hablar con mi hermano, quiero que alguien me de una explicación. 

-Lo sé princesa, pero voy a ser un poco egoísta, esta noche estemos juntos y mañana vemos cómo vamos a afrontar esta situación. 

Simplemente asiento y me quedo mirándolo totalmente enamorada, no puedo creer todo lo que me contó, no puedo creer que mi padre fue el causante de todo mi sufrimiento, de todo el sufrimiento de Bastián. Todo era una farsa, mi chico nunca tuvo sentimientos con esa mujer, siempre estuvo enamorado de mí, siempre supo  de la existencia de nuestra hija. Siempre estuvo ahí, pensar que yo intenté olvidarlo, intenté odiarlo. 

Ahora que sé parte de la historia, me arrepiento de todos mis pensamientos, me arrepiento de quererlo borrar de mi mente, me arrepiento de no escucharlo aquel día en la oficina. 

Una parte de mi comprende perfectamente su decisión, pero la otra parte le hubiese gustado saber y luchar con él. Pero bueno ahora pienso luchar por nuestro amor, pienso luchar por mi hija y pienso luchar por Bastián. Pobre santo, él solo se tuvo que bancar esta situación, con esta carga horrible, amenazarlo con mi vida. Si yo hubiese estado en su lugar, hubiese hecho lo mismo, me muero si algo le pasa. 

-¿Qué te gutaría hacer princesa?

-Estar abrazados toda la noche.

-Tus deseos son ordenes mi amor.

-¿Quieres comer algo más?

-Me gustaría ir a tomar un helado, como en los viejos tiempos.

-Vamos entonces.

-Te extrañé muchísimo Bastián.

-Te extrañé horrores princesa, pero ya todo pasó y vamos a ser felices de una vez por todas, los tres o cinco... 

-¿Cinco? -lo miro un poco extrañada. ¿Acaso Bastián tiene más hijos?

-Podríamos tener un pequeño Bastián y otra pequeña Vera -no puede ser tan tierno. 

-Me encantaría.

-Nos podríamos poner a trabajar esta noche mismo.

-¿Por qué no? -ambos nos reímos y nos vamos a la moto. Siento que es un sueño, no quiero levantarme nunca. Quiero estar así para siempre con Bastián. Anhelé tanto este momento, no quiero que nunca termine.

Bastián maneja rápido, como siempre, estamos un poco justos con el horario, no queremos que cierre la heladería. Menos mal que me puse pantalones, la noche está un poco fría y en la moto se siente mucho más. 

Ambos nos pedimos nuestros gustos favoritos y nos vamos para lo de Bastián. Pensamos ver películas y comer mucho helado. 

Después de unos veinte minutos, finalmente llegamos y nos pusimos cómodos. Le pedí a Bastián si me podía prestar una remera y pantalón para dormir. Parezco una cosa gigante, para nada sexy, pero toda la ropa tiene su olor y me fascina. 

-Qué hermosa que sos -Bastián volvió de la cocina. Lleva la misma ropa que yo, pero en color gris.

-Ojalá Bastián, desde que quedé embarazada el cuerpo me cambió muchísimo. ¿Viste lo que son mis caderas? No eran tan grandes...¿y mis pechos? Me transformé en un troll.

-Para mí seguís siendo hermosa, estás jodidamente sexy y tus pechos son jodidamente perfectos y tus caderas me tienen loco. Recuerdo cuando te vi en la reunión y llevabas ese vestido, quedé encandilado. Ni hablar del vestido de la cena de la empresa, jo der. 

-Bastián, cualquier cosa estás diciendo. 

-Estoy diciendo la verdad, a los dieciocho eras hermosa, pero con el pasar de los años te volviste perfecta. Estás hermosa y sigo igual o más enamorado. 

-Me siento tan fea, tan insensual.

-¿Existe esa palabra? -ambos estamos acostados en la cama, Bastián me tiene en sus brazos y está ocultando su sonrisa. 

-No sé, pero si no existía la acabo de inventar -intento mirarlo enojada, pero no me sale.

-No estoy de acuerdo, para mi estás re sexy y hermosa. Esas caderas, este trasero y los pechos me vuelven loco. 

-No puedo creer que estemos así juntos, no puedo creerlo.

-Yo tampoco cariño, no te das una idea cuánto tiempo estuve esperando este momento. Cuánto estuve esperando estar abrazados, besarte, acariciarte; simplemente verte.

-Años estuve esperando, con el pasar del tiempo pensé  que ya lo nuestro no iba a funcionar más, empecé a convivir contigo en mis pensamientos, intenté hacer mi vida otra vez. Pero no pude, no puedo. Si no es contigo, no es con nadie. 

-Me gustó la última frase, "si no es contigo, no es con nadie".

-Es que lamentablemente es así, cuando te fuiste una parte de mí se fue contigo; y nunca más la pude recuperar. Y la parte que quedó, todos los días a todas horas te extrañaba y sufría horrores cada vez que sabía algo nuevo de ti. 

-Fue horrible Vera, pero ya está, tuvimos que pasar esta prueba de fuego para poder estar juntos. Y cariño quiero decirte que la superamos y ahora no nos para nadie, al fin seremos felices. Formaremos una hermosa familia, seguiremos juntos, seremos una abuelos muy felices y todo estará perfecto. Siempre te voy a cuidar mi amor. 

-Te amo Bastián. Deseo que se cumplan todas estas fantasías, deseo formar una familia hermosa y que todos seamos felices, seguramente tendremos altas y bajas, pero las vamos a superar. De ahora en más cada vez que suceda algo, quiero que lo charlemos. No quiero más secretos, estamos juntos en las buenas y en las malas. 

-Te amo Vera y de ahora en más no hay más secretos.

Bastián acerca sus labios a los míos, comenzamos a besarnos. Hace ocho años que no sientos estas mariposas en mi estómago, que no me siento tan feliz, tan completa. 

-Te amo princesa mía. 

-Te amo Bastián.

















DESTROYEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora