DESTROYED

Capítulo 29

El tiempo pasa y pasa, mi hija ya tiene cuatro años y va al jardín, juega todo el tiempo. Habla mucho más fluido y se encuentra hermosa. Todos dicen que se parece a mí, pero en mi opinión personal, tiene cosas de Bastián; su sonrisa, algún que otro gesto, pero aún es pequeña.

Respecto a mi vida personal, sigo con Emanuel. Nos mudamos a una casa más grande, con un jardín inmenso para que la princesita pueda correr y correr. Mis hermanos también se mudaron, Brando se encuentra a unos kilómetros de casa, su casa es aún más enorme que la mía y simplemente vive solo ahí. Franco se mudó a un departamento un poco más grande y además le queda cerca de su trabajo. 

Crecimos muchísimo en las empresas, nos pudimos expandir y ahora estamos en varios países; además de eso tenemos muchos socios por suerte y nosotros también nos asociamos a otras empresas.  En el tema laboral nos está yendo increíble, no nos podemos quejar. 

Respecto a lo amoroso no sé qué pensar, Emanuel está raro, algo me está ocultando y no me puedo dar cuenta. Cuando le pregunto, simplemente evade mi pregunta, o justo aparece Sere y la conversación se va para cualquier lado. 

En este último tiempo estuvo viajando bastante y apenas estamos juntos, se siente raro porque lo extraño, extraño a mi amigo, a mi confidente. Por momentos pienso que quizás esto que sucedió, perjudicó un poco nuestra relación de amistad. En el momento que decidimos empezar a estar juntos como pareja, fue raro, aún no comprendo como sucedió. Pero soy consciente que ambos estábamos con nuestros corazones ubicados en otro lugar, nuestra mente quería salir adelante y dejar el pasado atrás; pero nuestras almas estaban enredadas aún con nuestros amores.

Emanuel lo quiso intentar y él desde el momento cero me dijo que ya no pensaba más en su antigua novia y que ya todo había pasado. Pero siempre supe que nunca fue así, Emanuel se encuentra totalmente enamorado de ella y lo comprendo perfectamente, porque con el pasar de los años y todo no puedo sacar de mi mente a Bastián, intenté hacerlo pero no me salió. El año pasado me rendí y aprendí a convivir con él en mis pensamientos, es inevitable no pensar en él cuando mi hija es su hija y tiene rasgos similares. También es inevitable no pensar en él cuando aparece en todas las noticias, o simplemente cuando su mujer va a los programas a contar lo bien que la pasan juntos, cuántos regalos le hace y no sé qué tontería más.

En este momento me encuentro en mi oficina terminando de hacer un trabajo que me encargó Brando.

Ésta noche hay una cena con todos los socios, mi hermano no puede ir. Adivinen quién tiene que ir....

Siento que tocan la puerta y digo "pase"

-Hermanita -Franco ingresa a mi oficina, con su atuendo de médico. Se encuentra haciendo las pasantías; le queda muy lindo.

-Fraan, ¿cómo estás?

-Bieen, vine a decirte que iré contigo ésta noche a la cena. Te paso a buscar por tu casa, Sofi se queda cuidando a Sere.

-¿Sí o sí tengo que ir yo?

-Sí hermanita.

-Si no me queda otra...

-¿Qué sucede cariño?

-Nada nada, simplemente estaba un poco cansada y quería descansar.

-Me estás mintiendo, pero no tengo tiempo ahora, llego tarde a la pasantía, pero esta conversación no queda aquí.

-Te amo hermanito.

Se acercó más a mí y nos dimos un abrazo; ahora que sé que voy con él estoy más tranquila. Pensé que iba a ir sola, pero por suerte mi pequeño hermanito vendrá conmigo.