Capítulo 38

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Llegó el momento de ir a bailar a la pista de baile; recuerdo fiestas anteriores, nos encantaba esta parte de la fiesta. Siempre fuimos buenos compañeros de baile, me encantaba bailar con él. Esta vez creo que me quedaré sentada en la mesa, observando a todos. 

Serena sigue jugando con sus amigas, de vez en cuando se acerca a la mesa y me da un beso, luego vuelve a divertirse con las niñas. Mis hermanos están bailando sin parar en la pista de baile. El tío Robert ya se fue con Ester, mañana tienen una reunión en Buenos Aires temprano,  pero Robert tiene su avión privado y puede viajar cuando quiere. Dentro de dos horas salía su vuelo. 

Volviendo al tiempo  y espacio presente, me encuentro sentada comiendo un volcán de chocolate, mientras que observo como todos bailan. Sigo un poco nerviosa, ya que  Bastián se encuentra justo en la mesa de atrás mío. Siento que me están clavando la mirada, pero tengo la pequeña duda.... ¿Será Sabrina o Bastián?...me inclino por la primera opción, esa mujer me odia. ¿Bastián le habrá contado nuestra historia?

-Vera, ven a bailar -Sofi practicamente me está empujando a la pista de baile. Sin rechistar comienzo a sentir el tempo de la música y mis caderas se mueven solas, al ritmo de la canción.  Franco me observa y no hay más nada que decir, comenzamos a bailar juntos y nos matamos de risa.

Luego de estar un tiempo bailando sin parar, viene Serena y todos comenzamos a bailar con ella, mi princesa se pone en el medio del circulo y baila y baila. Su sonrisa no se borra con nada y me encanta verla feliz. En este momento mi cabeza se olvida de todo y simplemente hay diversión en mi sistema. 

Luego de bailar un rato más, todos nos volvemos a sentar y esperamos hasta el brindis final. Sigo sin ver a Bastián, me cuesta horrores no girar mi cabeza y buscarlo con la mirada. 

Tengo necesidad de ir al baño, así que sin mucho más que decir voy camino. En el pasar saludo a más empleados que antes no había visto, todos vinieron con sus hijos y me parece hermoso verlos a todos en familia. En la empresa por suerte trabajan personas con un  buen corazón o  así los veo yo. 

Creo que me puse un poco sentimental, es el champagne.

Ingreso al baño y cierro la puerta detras de mi. Hago mis necesidades, una vez que todo estaba listo, me acomodo y salgo.

-Ayyy -grito y me tapan la boca. 

-Shh princesa, no grites -Bastián se encuentra muy cerca de mi, demasiado.

-¿Qué estás haciendo en el baño de damas? -tenerlo tan cerca, hace que mi sistema no funcione bien y que mi cerebro  comience a pensar cosas subidas de tono. Seguiré culpando al champagne. 

-No aguantaba más, estás jodidamente caliente y verte bailar de esa forma me sacó de mis sentidos.

-Bastián, estás con tu mujer -decir eso lastima a mi corazón.

-Vera cariño, ¿acaso no te das cuenta que no la amo? ¿Acaso no te das cuenta que no te puedo sacar de mi corazón, de mis pensamientos? 

-La verdad que no Bastián, te fuiste sin decirme un cuerno. Luego me enteré que te ibas a casa y ahora debo ver a ese cache junto a  ti, dándote besos. 

-Me encanta cuando estás enojada, extraño tus berrinches.

-No son berrinches Bastián, joder, me rompiste el maldito corazón. Luego me decís que tengo que esperar y no sé qué más. Son todas mentiras y yo como una tonta te creo todo.

-Te estoy  diciendo la verdad mi amor, tenes que esperar un poco más. Solo un poco más y volveremos a ser lo que eramos,  o mejor. 

-Ya no te creo nada, no quiero saber más nada de ti -mis lagrimas comienzan a salir y le doy pequeños golpes en el pecho. 

DESTROYEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora