Capítulo 41

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Luego de esa charla con Bastián, quedé un poco trastornada y pensativa.

¿Qué fue lo que pasó? ¿Fue todo una farsa? ¿Por qué no me avisó antes? ¿Acaso alguien me quiere hacer daño? ¿De quién me protegió?

Estas son algunas de las preguntas que pasan por mi mente, obviamente no tengo respuesta para ninguna de ellas. Intenté distraerme en la fiesta, solamente bailar y divertirme. Me costó al principio, pero luego me fui soltando; mañana en la cena me contará todo. 

Obviamente que le dije a Bastián de cenar mañana, yo quería desayunar. No aguanto hasta la cena para saber el por qué de todo. Pero bueno, unas horas más no me hacen nada.

Serena bailó y bailó con Romi, estaban muy contentas. Ellas se quedarán a dormir en la casa de Brando,  Sere le pidió a su tito si podían quedarse. Yo no estoy de acuerdo, es su primer noche de bodas y mi hija se quiere quedar, pero  bueno Brando dijo que no hay problema, además también se quedan Sofi y Franco. Por mi parte prefiero irme a casa y pensar todo un poco más tranquila.

-Hija quiero que te portes bien amor -Sere apenas me escucha, ésta medio dormida, se ve tan linda. 

-Sí mami, te amo.

-Romi cualquier cosa le decís a Sofi o Franco o a quien sea -le doy un beso en su cabeza.

-Sí Vera, te quiero.

-También te quiero Romi.

Las acuesto a ambas en su cuarto, las arropo y luego apago la luz. Ya casi todos se fueron a dormir, intento hacer el menor ruido posible. Voy hacia la entrada donde está mi auto, una vez que estoy en él, lo enciendo y me voy a casa. 

Al día siguiente... 

Estoy más que nerviosa, faltan dos horas para ver a Bastián, faltan dos horas para saber la verdad. 

¿Qué va a suceder? ¿Qué es lo que no sé? ¿Por qué todos en mi familia lo saben menos yo?

Serena sigue en la casa de Brando, quiere quedarse un día más, Romi también se quedará. Somos muy amigos de la familia, justamente Romi es la hija de uno de los  socios más importantes de la empresa. Yo soy muy amiga de sus padres, hacemos negocios juntos. 

Asi que me puedo quedar tranquila que mis chiquitas están bien. Ahora solo debo pensar en Bastián y en nuestra cena. 

No sé que ponerme, tampoco sé a dónde es la cena. Estoy un poco perdida, no le dije a nadie, ni siquiera a Sammy. Muero de los nervios, de la intriga.

Decido tomar una ducha calentita y tranquilizarme un poco. Luego de casi veinte minutos, salgo y me coloco mi bata. Quiero hacerme un té de manzanilla.

Observo el reloj, el tiempo se me pasó volando. Solo tengo treinta minutos para vestirme, maquillarme y peinarme.

Voy corriendo a mi habitación y observo todas las opciones posibles. Escojo un clásico, que para cualquier ocasión queda perfecto.

Un pantalón negro palazo, con unos tacos muy cómodos. Una blusita negra con puntilla y una campera de cuero negra.

Mi pelo lo dejo suelto y mi maquillaje es muy sutil.

Me suena el celular y observo que tengo un mensaje nuevo de Bastián.

Estoy en la puerta princesa.

Mi repiración comienza a acelerarse, mis nervios se inrensifican más. Siento que me olvido algo y no sé qué es.

Antes de salir me pongo un poco de perfume y me observo por última vez al espejo.

Cuando salgo me encuentro a Bastián, en su moto. Tiene la misma moto que usaba en aquel entonces, los mismos cascos. Ver esa moto me trae muchos recuerdos, mi sonrisa se escapa. Recorro con la mirada a Bastián.

Jeans oscuros, camiseta blanca y su campera de cuero, está igual que a los 19.

-Estás hermosa.

-¿Es la misma moto?

-Sí, tiempo después de que me fui la mandé a buscar. No la uso desde aquel entonces.

-Tengo muy lindos recuerdos pasando por mi mente en este preciso momento.

-Yo también princesa.

-Hace mucho tiempo que no te veía en jean.

-Los volví a usar hoy. Me había olvidado cuán cómodos eran.

-Te quedan muy bien.

-Me gusta mucho como te quedan a ti esos pantalones, antes usabas muchas polleritas.

-Hace mucho tiempo que no uso polleritas.

-Te quedaban espectaculares.

Bastián sigue al lado de su moto y yo parada en el final de las escaleras.

-¿Vamos?

Simplemente asiento y me acerco a él. Deposito un suave beso en su mejilla y nos acomodamos en la moto. Desde que vine a vivir a Valencia, nunca más me volví a subir a una. Tendré que agarrarme de Bastián. Recuerdo que decía "encontré mi lugar en el mundo" cada vez que viajaba en la parte de atrás de su moto.

Es un poco incomoda la situación, ninguno sabe cómo actuar.

Bastián se sube a la moto y yo hago lo mismo. Me sujeto a su cintura, se siente extraño pero a la vez me gusta.

Sin mucho más que decir, arranca y nos vamos. No sé a dónde me llevará, pero tengo mucha intriga.

En los semáforos, Bastián apoya sus manos en mis rodillas, deja pequeñas caricias y eso causa en mí muchas sensaciones.

Tiempo después llegamos a un pequeño restaurante italiano, recordó nuestra comida favorita.

-Te acordaste -le digo mientras me saco el casco.

-Claro que sí.

Avanzamos a la entrada del pequeño lugar. Es muy íntimo y eso me gusta mucho. Pocas son las personas que están comiendo, simplemente perfecto.

Nos sentamos en una pequeña mesa, alejada de las demás. Un señor nos atiende y Bastián ya sabe que pedir, me da ternura. El señor se retira con el pedido y nos quedamos solo Bastián y yo. Solamente nos miramos, ninguno dice nada.

-Vera ya eres toda una mujer.

-Vos estás igual, pero con un poco más de barba -ambos nos reimos.

-Lo siento Vera.

-¿Qué fue lo que sucedió?

-Vera, no sé por dónde empezar.

-Por donde puedas.

❤❤❤

Holiiiss

Siento la tardanza 😕 voy a subir un capítulo en estos días ❤

Muchas gracias por sus lindos comentarios y votos👄❤

Les dejo muchos besooos 👄👄












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