Capítulo 20

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Finalmente llegó el día, nos vamos de nuestra casa de la infancia para ir a un nuevo hogar y comenzar desde otro punto de partida. Estoy un poco nerviosa, no sé qué sucederá, si estará todo bien, pero a la vez estoy ansiosa; ya quiero estar allá. Y lo que más me alegra es que Sammy y Lucas también vendrán, nos vamos todos como si fuéramos una familia.

Lucas estuvo hablando con Brando y consiguieron un depto en el mismo edificio que nosotros. Estamos muy emocionadas con Sammy, mi pancita crece y crece con el paso del tiempo. Cada día intento hablarle a mi hija, decirle cuánto la amo; a veces le hablo de su papá.

El tiempo pasa y sigo sin saber nada de Bastián, lo peor de todo es que lo sigo extrañando cada días más. Me hubiese encantado que vea el paso del embarazo. Es por eso que todas las semanas grabo un video y le cuento cómo fue la semana.

Hay días que me levanto y lo odio. No comprendo cómo es que se fue sin luchar por nuestro amor. Pero luego recuerdo las palabras de mi madre y ahí me calmo un poco.

Lo que más lamento es que no sabe que espera una hija hermosa. Por las noches antes de irme a dormir, mi mente comienza a fantasear; me imagino a mi hija con su cabello largo, usando vestiditos y coletas, en mis fantasías también se encuentra Bastián. Me imagino salidas al parque, al cine o simplemente los tres en nuestra casa.

Pero bueno, justamente son fantasías, que me encantaría que se cumplieran, pero a medida que el tiempo corre me desilusiono un poquito más.

-Vera.

Escucho como Brando me llama desde el living, recorro mi cuarto por última vez. Imagenes de mi madre vienen a mi mente, cuando estuve triste por Bastian, cuando mirábamos películas; la extraño tanto a ella. Necesito sus consejos, sus abrazos, caricias, su sonrisa.

Ya no me quiero torturar más mentalmente, así que sin mirar atrás,  cierro la puerta de mi cuarto; donde quedarán secretos, visitas de Bastián, llantos junto a mi madre. Algún día volveré y todo será distinto.

-Franco me ayudas con el bolso, por favor -le pido mientras bajo la escalera. Ésta mañana cuando me levanté sentí una punzada fuerte en la cintura. No es nada, ya me ha pasado,  pero me duele bastante cuando hago esfuerzo.

-Claro.

Todos tienen sus bolsos listos. Brando se encuentra más serio de lo normal, me preocupa un poco porque quiere decir que algo malo está pasando. Pero cuando sus ojos se encuentran con los míos, intenta disimular una sonrisa. Mi mirada es acusatoria y sabe que me di cuenta, pero no quiero sacar ahora el tema. 

Largo tiempo después, al fin llegamos a nuestro nuevo hogar, es un departamento bastante amplio. La cocina es amplia, el living igual. Los dormitorios son preciosos, mi dormitorio da a la ciudad y tengo una vista hermosa. El dormitorio de Brando, también da a la ciudad, ambos tenemos la misma vista. Luego está el dormitorio de mi pequeña, que se encuentra entre medio de ambos dormitorios. 

Tengo que ir a comprar la cuna y todos los muebles necesarios para su cuarto; ya hablaré con Samanta, hasta ahora compramos solo ropa, mamaderas, chupetes, etc., pero ningún mueble. 

Por suerte el departamento es amueblado, quiere decir que solamente tengo que comprarle las cosas a mi beba. El resto está todo gracias a Brando, que se encargó de buscar algo que se encuentre en condiciones para los tres. 

Brando se encuentra sentado en el sillón, observando su celular. Decido sentarme a su lado, no se percata de mi presencia, hasta que me tiro encima suyo y ahí me recibe gustoso el abrazo. 

-Brando, gracias por conseguir el departamento, es increíble -nos separamos y quedamos enfrentados.

-Le prometí a mamá que siempre cuidaría de los tres y ya sabes que  cuando prometo algo, lo cumplo hasta mi último respiro si es necesario.

-No sé qué haría sin vos y Franco -Brando me acerca a su pecho y nos abrazamos.

-La extraño -escuchar decir eso a Brando me sorprendió, pero lo comprendo.

-Yo también, me hubiese encantado que ella conociera a su nieta.

Y así pasamos un tiempo, recordando a mamá, hablando un poco de mi hija. Fue un lindo momento, hace mucho que no hablamos así y me encantó haberlo hecho.

Luego nos encontramos con Samanta y fuimos a comprar una cuna, una sillita, y algunos juguetes para mi pequeña.

Desde que apareció Sammy en mi vida, ya no sé qué haría sin ella. Es un gran apoyo para mí, es mi gran confidente y que haya venido también para Valencia, fue la mejor noticia que recibí en mucho tiempo.

Luego de éste día tan agotador, cada una se fue a su departamento. Como era de esperarse, Brando comenzó a desaparecer como en los viejos tiempos. Decidí darme una ducha y luego acostarme, ya que siento los tobillos un poco hinchados y la cintura me duele un poco.

Observo la notebook en el escritorio de mi cuarto y la agarro. Veo mis mails, entro a algunas redes y observo a viejos amigos; entro al perfil de Emanuel y veo cuan feliz está con la compañera del instituto. Antes de irme me dijo que vendría a visitarme. Emanuel fue mi mejor mejor amigo de toda la vida, de mi corta vida mejor dicho. Cuando le dije que me iba a ir, estaba un poco sorprendido; pero sin embargo entendió perfectamente todo. Si no estaría con la chica, sé que se habría venido con nosotros. Además es amigo de mis hermanos y sabe que le hubiesemos hecho un lugar. Pero ahora encontró a su media naranja y está feliz, eso es lo que más me importa.

Estoy en el explorar de Instagram, viendo las tendencias, looks, maquillaje, zapatos, y algunas personas que no conozco. Hasta que aparece una foto, no puedo creer lo que estoy viendo. Mis ojos se llenan de lágrimas automáticamente.

Bastián se encuentra con una chica, claramente es una modelo. Ambos están sonriendo, debo admitir que hacen una pareja estupenda. Cuando entro a la foto, veo que está publicada en una revista y la descripción dice: "Bastián Elliot, el pequeño gran empresario nos presenta a su novia" cuando leo eso, mi corazón se termina de destruir. ¿Como es que soy tan idiota? Es lo primero que pienso. Luego recuerdo las palabras de mi madre y no comprendo un cuerno lo que sucede. Se puso de novio el amor de mi vida con una mega modelo; ya se olvidó de mí. Sé que pasó un tiempo, y sabía que esto iba a pasar, pero joder, no esperaba verlo a los cinco meses de su desaparición. Lo peor de todo es que en la foto se lo ve feliz, su sonrisa lo demuestra.

Decido no torturarme más con esta foto, cierro la computadora y mis lágrimas siguen cayendo. No pensé que se iba a olvidar tan rápido de mí, él pudo pasar página al parecer.

Yo tenía las esperanzas de que Bastián se fue obligado, como dijo mi madre. Pero al parecer no fue así, se fue porque se quizo ir. Se fue porque no me ama más, se fue porque todo fue una maldita mentira.

Lo que más bronca me da es yo le creí todas su palabras, cada una de ellas. Pero ahora se acabó, guardaba esperanzas, pero ya no; yo también pienso pasar página.

DESTROYEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora