Capítulo 16

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Jamás olvidaré mi cumpleaños número 18, quedará atesorado en mi corazón. Todas las personas que amo y necesito estuvieron conmigo. Aún sigo sin poder creer que Bastián esté aquí conmigo, que mi príncipe haya regresado.

Fue todo perfecto, luego de comer un montón y beber un poco, con Bastián pusimos nuestro plan en marcha. Le comenté a Sammy mi plan y ella obvio que accedió a ayudarme. Mi madre como siempre sabía la verdad, pero a Brando le tuve que mentir. Me cuesta horrores, pero amo a Bastián y no lo veo hace cinco meses y pienso pasar con él todo el tiempo posible.

Brando igual mucho problema no se hizo, ya que se fue antes de lo planeado como siempre, así que eso facilitó mucho las cosas. De todos modos a Franco le dije que me iba a lo de Sammy. Bastián se ofreció a llevarme, tal cual lo planeamos, y salimos los cuatro de casa. Yo había preparado mi bolso, así que ya estaba lista. Antes de salir de casa, mi madre quiso despedirse de mi.

-Mi amor, ten cuidado, me alegra volver a ver tu hermosa sonrisa -dicho esto me abrazó y besó mi cabeza, respondí muy gustosa a su abrazo y le devolví el beso.

-Te amo mamá, te aviso cuando llego.

-Cuando vuelvas es probable que esté en la casa de Stella, así que tú tranquila -simplemente asiento con una sonrisa y le doy otro abrazo y beso.

Cuando salgo me encuentro a Bastián montado en su moto; Samanta me está esperando para que la salude, le doy un gran abrazo y beso, hago lo mismo con su novio. Observo como ellos se montan en la moto. Cuando mis ojos se encuentran con Bastián, una sonrisa genuina sale de mi rostro. Joder, cuánto lo extrañé.

-Princesa, ¿estás lista? -esa voz grave, seductora que tiene me vuelve loca. Asiento muchas veces y me pongo el casco. Una vez que estoy montada en la moto, me agarro fuerte de mi chico y Bastián acelera con todo. Durante todo el viaje quedo agarrada cual mono. A Bastián parece no molestarle, mis manos están debajo de su campera de cuero, sintiendo esos abdominales que tiene. Finalmente nos acercamos a su departamento, una vez que llegamos estaciona la moto y me ayuda a bajar. Toma mi bolso y nos encaminamos hacia al ascensor.

Una vez que llegamos al departamento, Bastián deja las cosas en su dormitorio, mientras que sirvo unos vasos de Coca-Light. Estoy sirviendo el último vaso, cuando siento las manos de mi chico apoyarse en mi cintura. Pequeños besos deposita en mi cuello. Mis bragas a esta altura ya están mojadas, con un simple roce ya me tiene lista para él.

-Cómo te extrañé mi amor -me dice al oído. Giro un poco más mi cabeza para que nuestros labios se encuentren y simplemente se junten formando un apasionado beso. Intentando demostrar cuánto nos extrañamos, cuánto nos amamos y lo felices que estamos de estar juntos nuevamente.

-Te amo Bastián.

-Te amo mi princesa.

Y así comenzó nuestra noche de amor, con muchos besos y caricias. Durante toda la noche Bastián me hizo el amor y fue hermoso. Nos acostamos muy tarde, pero valió la pena. Dormimos abrazados, como siempre mi cuerpo estaba prácticamente sobre el suyo. Sus manos daban pequeñas caricias a mi espalda, y las mías en su suave cabello. Y así nos entregamos a los brazos del morfeo.

Un olor exquisito comienza a despertarme, mis ojos comienzan a abrirse, la luz que entra por la ventana me ataca; rápidamente los cierro y empiezo a acostumbrarme. Noto que Bastián no se encuentra a mi lado, con mucha pereza me levanto de la cama y voy al baño. Una vez hechas mis necesidades y aseos, salgo y me encuentro a Bastián con el torso desnudo. Una sonrisa hermosa aparece en mi rostro, esta misma se intensifica cuando noto la bandeja con dos tazones de café, pancakes y fruta.

Cuando llego a la cama me le tiro encima, con mucho cuidado de no tirar todo, y le doy muchos besos. Sus manos se apoyan en la parte baja de mi cintura y me atrae más a su cuerpo.

-Buenos días mi amor -le digo mientras me incorporo un poco.

-Muy buenos días princesa -joder, amo escuchar la palabra "princesa" de sus labios.

Comenzamos a desayunar y en verdad todo está exquisito. Amo los pancakes y a Bastián le salieron super esponjosos.

La tarde se pasó súper rápido. Estuvimos nadando un poco en la pileta y luego tomamos sol. No quiero volver a casa, pero es domingo y mañana tenemos colegio. Estoy intentando convencer a Bastián de quedarme un día más, pero él quiere que vaya a casa y me prepare tranquila y bla bla.

-Bastián hace cinco putos meses que no te veo. Una vez que estamos juntos, los dos tranquilos, quieres que me vaya a casa.

-Simplemente quiero que mañana vayas tranquila al colegio y que tu hermano no sospeche malditamente nada de lo nuestro, solamente es eso. Mi plan era decirle todo, pero tú querías esperar un poco más, y ahora quieres decirle. ¿Sabes que ocurre ahora? Yo no le quiero decir nada todavía.

Lo último me chocó un poco, Bastián jamás me levantó el tono de voz. Lo peor de todo es que tiene razón y si esta vez él no quiere contarle nada por el momento, lo respetaré como él lo hizo conmigo.

-Como digas.

Diciendo esto, me fui para el cuarto a recoger mis cosas. Lágrimas querían salir de mis ojos, pero intenté contenerlas. No comprendo qué le sucede, pero tampoco estoy de ánimos para averiguarlo.

Cuando llego a la sala, Bastián está parado sobre la ventana. No pienso despedirlo, asi que me dirijo a la puerta y me marcho. Por momentos tengo la esperanza que va a seguirme, pero éstas se derrumban cuando me doy cuenta que no me sigue. Y ahí si las lágrimas contenidas comienzan a salir sin parar. Cuando llego a la calle, observo dos camionetas negras un poco sospechosas, pero estoy tan triste que continúo caminado. Deseo que aparezca un taxi cuanto antes. Se ve que mis plegarias fueron escuchadas y un taxi se hizo presente en la escena.

El viaje fue silencioso en el exterior, pero mi mente no paraba de pensar. Quizás estoy exagerando las cosas, pero nunca olvidaré que Bastián me dejó sola en el medio de la noche. Lo cuál me parece súper extraño, ya que siempre conmigo se comportó como un caballero.

Cuando llego a casa, observo que las luces están prendidas; pero cuando ingreso no hay nadie. Mi madre dijo que estaría con las amigas, y como siempre Brando y Franco no están. Subo a mi cuarto y decido darme una ducha para relajarme.

No comprendo muy bien qué es lo que sucedió, por qué éste cambio de actitud repentino. ¿Cómo pasamos del "te amo", a dejarme sola a las once de la noche?

Mañana tengo que ir al colegio, pero no estoy de ánimos. Hasta ahora nunca falté, pero mañana pienso hacerlo.

❤❤❤

Hola

Lo siento por tardar tanto en subir el capítulo, estuvo con algunos problemas de wifi. Este es un capítulo super corto. Pero prometo subir uno cuanto antes. Muchas gracias por leer y votar.

Besos Mi 💞









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