Capítulo 48

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Los días pasan y estamos más que felices con Bastián y mi hija Serena. Hace una semana nos mudamos a la casa nueva. Sere está muy contenta con su cuarto, con la casa en sí y con el nuevo integrante de nuestra pequeña familia, Baloo, es un casi recién nacido, Bulldog Francés. Es muy tierno y Serena esta completamente enamorada del pequeño, no lo deja solo en ningún momento. Hasta cuando se baña va con el perro, es todo negro y en la parte del pecho tiene una mancha blanca. Es como una galletita Oreo. 

Sigo trabajando en la empresa como siempre, Brando se fue de viaje con Olivia y los peques. Mi hermano Franco está esperando a su primer hijo, Sofi está muy emocionada. Por otro lado está mi mejor amiga Sammy, la extraño un montón, se tuvo que ir muy lejos por el trabajo de su marido. Ella igual es feliz a su lado y eso es lo que más importa. Siempre hablamos, nos mandamos fotos, hacemos algunas videollamadas; Sere la extraña también.

Ésta noche estaremos solos con Bastián, ya que Sere se quedó a dormir en la casa de Romi, su mejor amiga. Decidí venir antes de la cena, así podía prepararle algo a mi novio para cenar, voy a preparle su plato favorito. Le pedí a mi secretaria que termine de hacer un trabajo por mí, Bastián tuvo una reunión importante con una de sus empresas, apenas pudimos hablar hoy. Pero bueno, en la cena vamos a compensar todo el día de hoy, por eso quiero preparar algo especial para mi chico. 

Cuando salí de la empresa me dirigí al supermercado, así compraba las cosas necesarias para hacer unos ricos malfatti gratinados. Por suerte no hay mucha gente, así que hago las compras muy rápido. Le pedí a las empleadas de casa que se tomen toda la tarde, así que simplemente estaremos nosotros y obviamente todo el equipo de seguridad. 

No se supo más nada de Esteban, y eso me tiene un poco inquieta, quiere decir que en cualquier momento puede volver y eso me causa un poco de miedo. Obviamente que no lo hablo con nadie, ya que no quiero preocupar a mi novio o a mis hermanos. Lo peor de todo es que siento que Esteban está a la espera para atacar. No lo conozco nada, pero si causó todo eso en mi familia,  sé que no se va a quedar así de tranquilo como si nada. 

Bastián dice que todo está bien y que nada va a suceder, pero estoy un poco paranoica, más por mi hija, no quiero que le pase nada. Si ese hombre le hace algo, me va a conocer muy enojada, soy capaz de matar si es necesario. Ya bastante me jodió la existencia con sus celos y rencores. 

Volviendo a la parte linda, tengo todo lo que necesito para cocinar una rica pasta italiana. Cuando llego a casa ya son las siete, Bastián llegará a eso de las ocho de la noche. Tengo que ponerme en marcha. 

Dejo la cartera y todo en el comedor, y voy a la cocina gigante. Bastián quiso diseñar una cocina con una isla y quedó perfecta, es muy cómoda y cálida.  Todo lo que compramos en el bazar queda muy bien. Sin charlar más me pongo a hacer estos deliciosos malfatti. Ésta receta me la enseñó mamá y nos encanta a todos mis hermanos y también a mi Basti. 

Los minutos pasan y tengo casi todo listo, simplemente falta que se terminen de hacer. Bastián aún no llegó, ya son pasadas las ocho, me preocupa un poco ya que no me mandó ningún mensaje, ni una llamada. Pero debe estar muy atareado con todo, escucho mi celular sonar y observo la pantalla, la madre de Romi me llama, me asusto un poco. 

-Hola -espero que no le haya pasado nada mi pequeña.

-Mami, hola simplemente quería decirte que te amo mucho -esta niña un día me va a matar del amor. 

-Preciosa, yo también te amo mucho mucho. ¿Estás bien? ¿Quéres que te pase a buscar?

-Nono, simplemente quería decirte eso. Estoy jugando con Romi. 

-Bueno hijita, disfruta mucho. Mamá te ama.

Luego de una guerra de te amo, cortamos la llamada y miré en mi celular a ver si tenía algún mensaje de Bastián y efectivamente tenía uno. 

DESTROYEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora