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Hyungwon.

Me encontraba caminando hacia mi nueva entrevista de trabajo.

Mentira iba corriendo hacia mi ultima entrevista del día, era la tercera. Las otras dos habían echo caso a la recomendación de la carta de recomendación.

Llegaba tarde, y el banco Shin esta demasiado lejos. Aquí esta mi mala suerte, solo espero llegar a tiempo y que me contrate, me da igual para que sea el trabajo, como si es de limpiador solo quiero ganar dinero y pagar mis deudas, del hospital.

Si del hospital, me llevo allí mas tiempo que en mi casa. conozco todos los médicos y los turnos de algunos de los enfermeros.

-Bien, allí esta- mire el reloj-me da tiempo.

Un milagro llegare a tiempo.

Ja, como si eso fuera posible.

Mi mala suerte se presento de nuevo.

Un hombre encapuchado, creo no me dio tiempo a verlo bien, salió sin mirar del banco corriendo.

No lo vi bien, porque acabo chocándose conmigo y yo termine en el suelo golpeándome la cabeza contra el suelo, por suerte no caí inconsciente ni nada, eso ya es raro.

Pero tener el peso del hombre no ayudaba.

-¡Sueltame!-me grito el hombre encapuchado.

-¡Eres tu quien no se levanta!-le grite.

Mierda, tenia una pistola.

De repente, sentí que el peso del hombre desaparecía, llego los guardias y la policía al lugar.

Por suerte, no llego a dispararme.

¿He tenido suerte?

Un guardia me tendió la mano para ayudarme a levantarme. La acepte.

-¿Se encuentra bien?-me pregunto.

-Si, estoy bien-conteste.

Mire mi traje y sacudí un poco por la suciedad del suelo, es el único traje que tengo, debo cuidarlo.

-Mierda, llego tarde-dije mientras miraba el reloj.

Aun con el susto de antes, y pensando como fui capaz de contestarle al ladrón entre en el banco. El cual en este momento era un caos.

Me fui hasta una recepcionista.

-Vengo, para una entrevista con el señor Shin.-le dije.

-Un momento-me contesto, mientras tomaba el teléfono y hablaba con alguien, seguro el señor Shin- hay un señor preguntando por la entrevista de trabajo... Entiendo-colgó- Señor, llego tarde y con todo lo ocurrido no podrá entrevistarte, además esta revisando las cámaras de seguridad.

Yo solo asentí.

Me di la vuelta y me fui caminando hacia la salida.

Tuve la suficiente suerte para que no me matara el ladrón con la pistola, pero igual, si sigo así, moriré de hambre o de algún accidente que ya no pueda pagar el hospital.

Estaba llegando la puerta.

-¡Señor!-me gritaron. Me di la vuelta, encontrándome a la recepcionista de antes- te hará la entrevista.

-¿De verdad?

Ella asintió.

-Es la ultima planta-me dijo mientras me señalaba el ascensor.

-Gracias

Sin pensarlo mucho me dirigí hacia el ascensor. Entre y pulse el botón de la ultima planta.

GafeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora