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Hyungwon despertó por un fuerte dolor en la espalda. Entonces recordó todo lo que le sucedió ayer.

Su espalda dolia horriblemente, demasiado.

Habia pasado el efecto de los calmantes.

Miro a su alrededor, se encontraba en la cama que compartia con Wonho, pero este no estaba. Lo necesitaba en este momento, pero no se encontraba allí. Odiaba ser dependiente de alguien, pero en estos momentos moverse para ir a por analgesicos, y bajar las escaleras seria todo una gran pesadilla, por lo que decidio quedarse lo mas quieto posible, boca abajo en la cama.

El sol se alzaba alto en el cielo, por lo que se acercaba el mediodía.

¿Dónde estaba Wonho?


Hace varias horas antes, Wonho descansaba al lado de su pareja, pero no podía dormir.

Hyungwon había tenido un gran accidente y estaba preocupado que esos accidentes cada vez fueran mas graves.

Esta vez había tenido suerte, si se podía decir asi, el dolor que soporto tanto al principio, como mientras le ponían los puntos.

Wonho no aguantaba y no quería volver a ver sufrir a su pareja, por lo que se levanto de la cama, un poco antes de que amaneciera. Se vistió y salio de la casa. Esperando que el efecto de los analgesicos duraran mucho y llegara para cuando Hyungwon despertara.

Hace unos días había estado buscando información, tratando de liberar a Hyungwon de su maldición. Pero lo único que encontró era que como una bruja lo había maldecido, tenia que buscar a otra bruja para que se lo quitara.

Sabia que a su madre también le gustaba ese mundo mistico, por lo que la llamo y le pregunto si conocía a alguna.

Wonho no creía en ese mundo, pero ahora que estaba viviendo una historia asi, comenzaba a creer cada dia un poco mas.

Su madre se extraño, ya que conoce a su hijo, pero después de unas preguntar y unas respuestas ambiguas sin información, le dio la dirección a su hijo.

Wonho sabia que el viaje hasta allí seria largo, por lo que no podía llevar a Hyungwon en el estado en el que se encontraba.

Cuando aparco en frente de la casa que indicaba la dirección, no se esperaba encontrar lo que vio. No os creáis gran cosa. Era una simple casa, mientras Wonho se estaba imaginando cualquier cosa fantástica o algo fuera de lo común.

Llamo a la puerta esperando que no fuera demasiado temprano para su visita.

La puerta se abrió casi inmediatamente después de llamar.

Una mujer mayor le abrió y dijo.

-Shin Hoseok, te estaba esperando.

-¿Me conoces?-pregunto Wonho sorprendido.

-Por supuesto que si.-contesto, pero Wonho aun continuaba confundido- recuerdo a cada persona que entra por esta puerta.

-¿He estado aquí antes?

-Por supuesto que si-volvió a decir-pasa querido-dijo cariñosamente.

Wonho paso, pero algo desconfiado.

Fueron hasta el salón y se sentaron en dos sillones.

-Eres el hijo de unas de mis clientas. Viniste aquí siendo un niño muy pequeño.

Wonho asintió comprendiendo.

-¿Te ha ido bien en la vida, verdad?-pregunto la mujer.

-Bueno, si. Pero ahora tengo un problema

La mujer fruncio el ceño, sin llegar entender.

-¿Tienes un problema?

-Si.

-Eso es imposible.

-¿Porque es imposible?

La mujer parecía sumida en sus pensamientos, no entendia que él tuviera problemas.

-Hoseok, tu madre vino aquí contigo porque yo se lo pedi, somos buenas amigas. Yo te bendije con buena suerte, es imposible que algo te salga mal.

Ahora todo comenzaba a tener sentido en su cabeza. ¿Porque? Por que Hyungwon lo necesitaba a él, su suerte para vivir. Con él su mala suerte se iba, pero cuando se alejaba volvia y cada vez mas fuerte, por eso lo del avión, lo de la mesa. Lo siguiente seria el final para su pareja.

-Hoseok.-él la miro-¿que ocurre? Estas pensando mucho, dime cual es tu problema, vamos a solucionarlo

-El problema realmente no es mio, pero si esa persona sufre yo también

-¿Tu pareja?-pregunto ella.

Wonho asintió.

-Ahora mismo esta muy mal, y no quiero dejarlo mucho tiempo solo- y menos con lo que acababa de descurbrir, si para que estuviera bien, tenia que estar pegado a Hyungwon lo haría.

-Voy contigo-dijo la mujer.

Ella quería ayudar como sea al hijo de su mejor amiga.


Hyungwon aun se encontraba en la cama, se había vuelto a quedar dormido a pesar del dolor, pero ya no podía mas.

Decidio tratar de incorporarse.

Intentando levantarse usando todas sus fuerzas, pero el dolor era mas fuerte que él, grito tratando de conseguir mas fuerza, pero era muy difícil.

De pronto sintió a alguien abrazandole con cuidado y volviendo a acostarlo. Hyungwon sabia que era Wonho, y de tanto aguantarlo, ya no pudo mas y comenzó a llorar.

-Ya estoy aquí. Lo siento por dejarte solo-le susurro tratando que se relajarse- te voy a traer los medicamentos.

Wonho bajo y allí estaba la mujer. Él había corrido al escuchar los gritos y le había pedido a la mujer que entrara.

-Vas a tener que subir, él no esta en condiciones de moverse-le dijo mientras buscaba las pastillas.

Wonho subio con un vaso de agua y los medicamentos. Con mucha ayuda y esfuerzo, Hyungwon consiguió sentarse en la cama, sin apoyar la espalda en ningún sitio. Wonho le sujetaba, ya que por el dolor, no podía mantenerse.

Se tomo las pastillas y el vaso de agua rápidamente. Mirando extrañado a la mujer mayor que acababa de entrar en su habitación, mirando a su alrededor.

-Hoseok-hablo- ¿puedes apartarte de él un momento?

Hyungwon miraba extrañado no entendia nada, pero Wonho se separa de Hyungwon.

Los ojos de la mujer cambiaron a uno que reflejaban asombro y algo de temor.

-Vuelve a abrazarlo-pidió la mujer.

Wonho la obedecio y entonces, la mujer se acerco a Hyungwon. Le agarro la mano y cerro los ojos, él se dejo, pero miro a Wonho pidiendo una explicación.

-¿Hyungwon?-hablo la mujer, el nombrado la miro- Hoseok me hablo de ti, que tenias un problema. Te habían maldecido, ¿cierto?

Hyungwon asintió.

-He venido para tratar de ayudarte, pero no puedo-dijo apenada-déjame hablar Hoseok-le pidió, ya que sabia que le iba a decir algo- no se que paso, pero esa bruja te dio una gran maldición. Cuando Wonho se aleja de ti, te rodean bastantes sombras oscuras y cuando él esta contigo se alejan. Supongo que eso lo descubriste-Hyungwon asintió- estoy tratando de quitarte la maldición, pero es muy fuerte.

-El único que puede quitarte esta maldición es Hoseok. Quien deberá renunciar a su suerte para compartirla contigo. Si deciden hacer eso, no sereis ni bendecidos ni maldecidos.

-¿Seremos personas normales?

-Se podria decir asi-hablo la bruja.

Wonho miro a Hyungwon, para después mirar a la mujer y decir:

-¿Como puedo darle toda mi suerte?

GafeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora