CAPÍTULO XXXI "PLAN PUERTO VALLARTA"

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Me senté en la cama, intenté respirar profundo y lo que logré fue dolor en el pecho y un poco de tos, me quité la cánula de la nariz y caminé hasta la ventana, hacia un buen día, será que estoy tan aburrido que tomo en cuenta las buenas cosas que ...

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Me senté en la cama, intenté respirar profundo y lo que logré fue dolor en el pecho y un poco de tos, me quité la cánula de la nariz y caminé hasta la ventana, hacia un buen día, será que estoy tan aburrido que tomo en cuenta las buenas cosas que me suceden y a menudo no atiendo.

- Creo que deberías estar en la cama. - susurró mamá y sólo me limité a sonreír.

- No fui quieto antes y no tengo porqué serlo ahora, madre.
- ¿Cómo te sientes?

- Bien, ya no me duele la cabeza.

- Eso sin duda es bueno, me dijo Diana que podrías irte hoy si te sentías mejor.

- Teme que me escape.

- Por algo será. - mamá me abrazó y le correspondí.

- Eché tanto de menos tus abrazos Piolina.

- Yo los tuyos, mi hermoso bebé. - No importa, mamá y una chica desnudandose siempre podrán decirte bebé sin problema alguno. - No sabía que te llevases tan bien con Julia.

- ¿Arango? Sólo quiere agradarle al futuro dueño de Cofradía, es normal.

- ¿Y Lorena? ¿Platicas mucho con ella?

- Cree que soy un idiota, sin embargo también quiere agradarle al idiota que probablemente sea el dueño de toda Cofradía algún día.

- Lo serás. ¿La Universidad?

- Adelanté un año con exámenes finales, soy un genio de la química, aunque podría querer dedicarme a la medicina o a algo así.

- ¿Un guapo médico? Algo me dice que muchas mujeres van a enfermar seguido. - sonreí.

- Tú me ves guapo porque soy tu hijo.

- Eres guapo, Gib, mucho muy guapo, no lo digo sólo porque seas mi guapo hijo, solo que eres, guapo.

- Me quedó claro, madre.

- Pardito. - faltaba mi hermana, pero claro, soy un bendito entre tanta dama.

- Hola hermosa ¿Cómo estás?

- Preocupada por ti. - me abrazó, y tuve a mamá y a mi hermana abrazadas a mi, era placentero.

- Estoy mejor, gracias.

- Te traje un regalo, pero veo que por aquí alguien también tuvo esa idea.

- Soy querible. - ambas rieron, mi hermana colocó el regalo en una mesita.

- Vamos a la cama señor querible. - entre mamá y Ainhoa me llevaron hasta la cama, mamá acomodó la almohada mientras yo me preocupaba por ser amado y no más. 

- Soy un malcriado gracias a ustedes.

- No nos culpes de tu ir toda la vida contra el mundo Gibby.

𝗠𝗮𝗳𝗶𝗮 𝗟𝗼𝗴𝗶𝘀𝘁𝗶𝗰'𝘀: 𝗛𝗶𝗷𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗙𝗿𝗮𝘁𝗲𝗿𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora