CAPITULO XI "LA VERDAD A DANU"

233 20 28
                                    

— ¿Vas a ir solo?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Vas a ir solo?

— Estoy acostumbrado, no me pueden culpar por ello. — dije para defenderme.

— ¿Soy el único que cree que deberíamos ir con él? — dijo Edilson mirando a los otros dos.

— Sí, creo que debemos ir todos conmigo. — dijo Renan con esa seriedad que le caracteriza.

— No se preocupen, Edén y otra gente que me interesa que conozcan posteriormente irán conmigo, necesito que alguien de confianza se quede vigilando, por favor.

— Gib. — objetó Danthe.

— Por favor. — se miraron entre ellos para después asentir, sonreí triunfante, no es fácil doblegar a estos tipejos. — perfecto, los veo el lunes. — afirmé antes de abordar la camioneta.

— Si algo le pasa te voy a hacer el permanente en esa barba de terrorista sensual que dices tener, Edén. — amenazó Edi, me reí.

— Vamos Sky, todo está bien, vamos a hacer lo correcto como hemos venido haciendo, relaja el cuerpo, te regreso a tu amigo el lunes.

— Bien, suerte campeón. — estrechamos manos; la camioneta se puso en marcha y encendí el GPS para ir a la casa de Christina.

— Ella debe saber quién eres.

— Por favor, Gib, todas las mujeres saben quién es Edén Ghalib Hassán, soy una estrella, una celebridad, un figurín muy conocido.

— Cállate ya. — dije como si llevara 4 horas diciendo lo genial que es.

— Me callas, pero cuando te toca a ti estarte lanzado flores tú solo, yo si tengo la obligación de escucharte ¿No?

— Naturalmente, Edén, cállate ya. — tomé mi móvil y le envié un mensaje a Christina, me jugué la lengua en la boca, después le di un paseo por mi labio inferior y la miré salir.

— ¿Es ella?

— Si, es ella.

— Si, es linda la chica, mucho más decente que las otras, me agrada. — ella miraba a los lados esperando verme en la moto, me puse mis lentes de aviador y salí de la camioneta lo más sensual y seductor que pude, ella me miró algo impresionada.

— Hola, Christa. — le dije.

— Órale, que guapo. — me dijo antes de besarme la mejilla; la cosa se puso súper interesante cuando miró a Edén. — Oh por Dios, es él. — me dice.

— Si, el cazatalentos con menos talento que tengo. — me reí. — Edén, te presento a Christina. — ella me soltó para saludar al árabe.

— Dios, estoy maravillada, las fotos no te hacen justicia, malditas. — dijo casi susurrando.

— Un placer conocerte, Christina.

— Puedes llamarme Chris.

— De acuerdo, Chris.

𝗠𝗮𝗳𝗶𝗮 𝗟𝗼𝗴𝗶𝘀𝘁𝗶𝗰'𝘀: 𝗛𝗶𝗷𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗙𝗿𝗮𝘁𝗲𝗿𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora