La paz no es un calificativo propio de la MAFIA, Isaac había logrado construir un imperio, el cual controlaba a su entero antojo, sin embargo, los precios a saldar son elevados, y él había pagado el más alto.
LA FIRMA opera a placer gracias a IMPER...
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Después de 3 días de hospital fui llevado a la Fiscalía, mis padres estaban sentados a mi lado, mamá a la derecha y papá a la izquierda, no decían palabra alguna, después de un rato es incómodo.
— Pensé que querían saber qué pasó.
— Estamos esperando que hables.
— Vi a Christina en el estacionamiento, Carlos comenzó a jalonearla, iba a pegarle, de inmediato me di cuenta de que algo andaba mal, así que le pedí que la soltara.
— ¿Le pediste que la soltara?
— Si papá.
— ¿Quieres que te crea eso?
— Si fuera Salvador no deberías creerme, pero yo primero le dije que la escuchara, ella le dijo que estaba lastimándola, cuando me acerqué le vi las pupilas, estaba drogado, las personas drogadas no piensan, así que cuando intenté quitársela, me golpeó y como todo buen Palacios...
— Dios santo, Gibran.
— Mamá, deja que termine. – me aclaré la garganta. – Como buen Palacios le devolví el golpe y alejé a Christina de él, sacó la daga, me la clavó en el hombro y aquí estamos, punto. – Papá diría algo cuando entró el fiscal, detrás del fiscal, los Carrillo, me moví incómodo.
— Bien, señores Palacios, señores Carrillo, parece que no he sido claro con los actos referentes a sus apellidos ¿Verdad?
— Fiscal, Gibran solo defendió a la chica.
— Tu hijo es un salvaje, Palacios, lo sabes, pero no lo aceptas.
— ¿Disculpe señora? Lejos de estar fijándose si soy un salvaje o no, meta a Carlos a un centro de rehabilitación porque estaba drogado cuando peleamos.
— ¡Eso no es verdad!
— Señora Carrillo, es verdad, Carlos dio positivo a cocaína. – refirió el fiscal.
— ¿Qué significa eso, José Carlos?
— No empieces mamá. – dijo fastidiado, yo me mantuve sereno.
— Si no entienden que deben comportarse los haré comportarse, para la próxima las consecuencias serán severas, por el momento, les pido de la manera más atentas que retiren los cargos uno del otro.
— ¿Qué? No haré eso, ese niño apuñaló a mi hijo.
— Señora Palacios ¿Quiere que su querubín vaya a juicio por riña? Estoy siendo indulgente con ustedes y veo que no piensan reflexionar en los hechos de sus angelitos.
