La paz no es un calificativo propio de la MAFIA, Isaac había logrado construir un imperio, el cual controlaba a su entero antojo, sin embargo, los precios a saldar son elevados, y él había pagado el más alto.
LA FIRMA opera a placer gracias a IMPER...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Si no te concentras, jamás vas a lograr controlarte, aquella persona que no se controla a sí misma jamás podrá controlar lo que lo rodea.
— ¿Quiere que me ahogue a caso?
— Depende de a qué te condenes, vida o muerte. — entrenar con el maestro supremo no era fácil, ya perdí la cuenta de cuántos huesos me he roto y de pensar en los que me falta me dan ganas de desmayarme, me sumergí en el agua al igual que mi compañero y seguimos practicando, si, artes marciales debajo del agua, el maestro se fue y solo me quedé con Somchai (miembro de los hierro a quien no le agrado) me dio un golpe ilegal en la nariz, tomó la pesa y me amarró el tobillo, no estaba reaccionando bien, miré mi sangre en el agua, no enfocaba bien y comencé a hundirme en el pozo, Somchai volvió a la superficie importándole poco que me ahogara, por más que manoteé no pude volver a la superficie, comencé a rodar los ojos y a abandonarme a mí mismo, lo último que vi fue a alguien entrar al agua...
...
— Oye Gib ¿Te gusta tu traje de pollito? — agité la colita y sonreí, mamá rió y me besó la mejilla.
— Me gusta.
— ¿Vas a bailar para mamá?
— Gib, eres un poio. — dijo Edilson mientras sonreía, me tapé la boca, no me puedo reír, me falta un diente.
— No es malo, todos los niños pierden dientes.
— Mamá ¡Mamá! — apareció Renan. — mira esto. — dijo sonriendo y mostrando su ventana dental.
— Ho, el pequeño rock está creciendo.
....
— ¡Kokyū! ¡Kokyū! ¡Sensei, amerikahito wa kokyū shimasen! — seguía apretujándome el pecho, le tomé la mano y comencé a toser, el maestro se acercó a verme, la chica tocó mi nariz, no puedo respirar. — está rota. — el maestro miró a los lados hasta que se topó con Somshai.
— Tenemos algo pendiente, Somshai. — el chico originario del Himalaya me miró con tanto odio que otro poco y me perfora la piel, el clan siempre estuvo dividido por culpa de Somshai, los que estaban de mi lado me ayudaron.
— Yun, ven por favor... — el maestro me puso la palma sobre la nariz, estaba mareado y lento de reacción, cuando me di cuenta mi nariz crujió y gemí como no recuerdo haberlo hecho antes, perdí el conocimiento.
....
Desperté de golpe, terminé sentado en la cama y un poco mareado, intenté bajar mi pierna pero un dolor en la cadera evitó que lo lograra, busqué mi mesita de noche y me tomé dos analgésicos, esperé unos minutos y me levanté sin problema alguno; entré al baño y me duché con agua fría, lo necesitaba, me vestí cómodamente, cuando salí del baño, Edilson estaba acostado en mi cama.
