La paz no es un calificativo propio de la MAFIA, Isaac había logrado construir un imperio, el cual controlaba a su entero antojo, sin embargo, los precios a saldar son elevados, y él había pagado el más alto.
LA FIRMA opera a placer gracias a IMPER...
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Pasaron los días y pocos se vuelven para beneficio tuyo, este era uno de esos momentos en los que no solo recuperé mi salud, sino que había logrado tener una amiga que sería médico en unos años, las amistades siempre son buenas, no lo olviden. Ese mismo día que pude respirar de forma adecuada tomé mi chaqueta y las llaves de mi moto, conduje a ese colegio y esperé como era mi costumbre, palpé en mi chaqueta cigarrillos, mierda ¿Por qué ahora?
— ¿Esperas a alguien? – miré a Chispita sonriente, tanto que me contagió, unos segundos más y estuvo sobre mi cuello.
— Sorpresa.
— Te eché de menos. – bajó las manos a mi pecho, palpando la cajetilla de cigarros, cerré un ojo. — ¿Es en serio, Fer?
— No es lo que piensas, estaban ahí incluso antes de que me diera cuenta que los traías.
— ¿Has fumado?
— No, lo juro. – comenzó a olfatearme la ropa. – Chris, la chaqueta huele a cigarrillo, creo que las razones son obvias.
— ¿Quítate la chaqueta?
— ¿Es en serio? – sus amigas nos miraban desde el otro extremo de la calle.
— Por favor.
— Christina, vamos.
— ¡Quítate la chaqueta! – entonces accedí, Valiente silbó.
— Bonito pectoral, Palacios... — sonreí de forma forzada, dejé la chaqueta en la moto, Chris se acercó y me olfateó la camisa.
— Te digo que no he fumado ¿Por qué eres necia?
— Soy reportera.
— Si, y el afectado soy yo. – una vez que se percató de que no había fumado sonrió contenta y volvió a abrazarme, mujeres.
— Me agrada que estés bien ¿Cantarás mañana en la feria?
— Es un hecho, no tengo opción.
— Así suena como que no quieres.
— Claro que quiero, pero aunque no quisiera tendría que hacerlo, así que más me vale querer.
— Lo harás muy bien, seguramente. – toma el casco. — ¿Nos vamos? – asentí, Chris me devolvió la chaqueta, pero se quedó con los cigarrillos.
— Christa.
— No discutas, no vas a fumar jamás. – bueno, eso sí que está complicado, pero la dejaré intentar.
— Nos vemos chicas. – Valentina y Vico observaron mientras nos marchábamos.
— ¿A dónde vas a llevarme?
— Ya que mañana no podremos ir a bailar, lo haremos hoy, pero primero te llevaré a casa para que te cambies la ropa, no te dejarán entrar si te llevo con falda.
