Escuché los gritos de Christina provenientes del interior del antro, no había tenido mucho tiempo de prepararme y creo que era una buena lección, miré mi reloj, tengo 8 minutos para sacar a Christina y salir de acá antes de que la policía llegue. Entré por la parte de atrás, revisé el cargador de mi arma, me ajusté el guante de piel y bajé el pasamontañas.
— ¡Auxilio! ¡Ayúdenme! ¡Por favor! – se escuchó un golpe.
— ¡Cállate perra! – me acerqué a la espalda de uno de los hombres que estaba ahí, le rompí el cuello apenas pude y seguí caminando, Christina lloraba y gritaba, escuché el gemido de un hombre y después escuché tacones apresurados, salí del umbral, el hombre le apuntaba a Christina, me lancé sobre él, desviando el tiro, caí encima de él, usando su propia arma para eliminar a dos más que estaban con él.
— ¿Tú quién mierdas eres?
— Te equivocaste de chica. – miré a Christy. – Vete, corre, vete.
— Pero...
— ¡Vete! – el hombre me lanzó a un lado, perdí de vista a Christina, nos paramos ambos casi al mismo tiempo, el hombre sacó una navaja.
— Oh, un novio valiente.
— No es mi novia, me dejó cuando supo que puedo matar.
— Entonces es estúpida y no te merece.
— Gracias por el consejo, supongo que las cosas mejorarán ahora, me siento mejor. – me lancé a él viendo menguado mi ataque por una navaja que maniobró en el aire, retrocedí rápidamente. – se lanzó sobre mí, dejando la navaja a unos centímetros de mi cuello mientras yo intentaba retrocederle.
— Veamos si te sientes mejor cuando...
— ¡Déjalo! ¡Déjalo! – Christina saltó sobre él golpeándole todo lo que pudo, el sujeto la tomó del brazo y la azotó en la pared, Chris no se movió.
— Es valiente, pero debilucha.
— ¡Christy! ¡Christy! – le grité, suspiré profundo y me puse de pie lanzándome contra él. — ¡Christy! – se movió un poco, abrió los ojos mirándome.
— Ya me aburriste. – volvió a girar la navaja en el aire, me sujetó con fuerza, llevándome contra la pared. – Tienes lindos ojos, luces joven ¿Quién eres? – intentó quitarme el pasamontañas, dio en el blanco con la navaja casi al instante que yo le tomaba el brazo para girarlo y romperle el cuello.
— ¿Ross? – un hombre entraba por el pasillo, me quedé de pie mirando, saqué el arma del sujeto y disparé, las sirenas de la policía eran cada vez más cercanas. Me moví para ver a Christy.
— ¿Christy?
— Fernando.
— Levanta, no podemos quedarnos. – le di la mano para levantarla, la abracé. – Tenemos que irnos. – rodeé su cuello con mi brazo y ella me sujetó de la cadera, caminamos por el pasillo para salir por dónde yo había entrado.
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𝗠𝗮𝗳𝗶𝗮 𝗟𝗼𝗴𝗶𝘀𝘁𝗶𝗰'𝘀: 𝗛𝗶𝗷𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗙𝗿𝗮𝘁𝗲𝗿𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱.
ActionLa paz no es un calificativo propio de la MAFIA, Isaac había logrado construir un imperio, el cual controlaba a su entero antojo, sin embargo, los precios a saldar son elevados, y él había pagado el más alto. LA FIRMA opera a placer gracias a IMPER...