La paz no es un calificativo propio de la MAFIA, Isaac había logrado construir un imperio, el cual controlaba a su entero antojo, sin embargo, los precios a saldar son elevados, y él había pagado el más alto.
LA FIRMA opera a placer gracias a IMPER...
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— Debe haber un modo de joder a los Palacios.
— Noel, es la hora de las buenas ideas, te escucho.
— Es una figura pública, algo debe tener, así como es dudo que sea perfección andando.
— Podríamos conseguir que lo incomoden.
— ¿Quién?
— Medios de comunicación.
— ¿Por qué sigues aquí y no has llamado a alguien?
— Montemayor viene para acá.
— Ese suegro chismoso mío.
— Quisieras Noel, quisieras que fuera tú suegro.
— Tú mejor cállate y piensa claro, Emilio, estoy cansado de ser el único que piensa de este equipo.
— Sí, claro, eres el cerebro, sin ti esto no sería posible.
— Sigo intrigado ¿Quién chingados habrá secuestrado al Palacios?
— Alguien muy pendejo como para dejarle con viva.
— O muy puto. – nos reímos.
— Buenas tardes, señores Varela.
— Mi reportero favorito, señor Montemayor, por aquí, tome asiento. – el señor se sentó.
— Bien ¿Para qué soy bueno?
— Para hacer su trabajo, queremos darle información, pero no a cualquier reportero, de inmediato supe que tenía que hablar con usted.
— ¿De qué se trata?
— Tenemos sospechas de que alguien está alterando el orden de este hermoso y tranquilo poblado, alguien que está relacionado con los Palacios.
— ¿En serio? ¿Por lo del secuestro?
— Así parece, nos pareció prudente guiarlo en esa investigación que sabemos qué hará.
— Sí, estoy en eso, de hecho.
— Muy bien, el camino está marcado señor Montemayor, adoramos este pueblo y la tranquilidad que emana de este, no podemos permitir que se altere el orden por nada, tal vez si comienza desde los Palacios, sabrá quién haría algo tan terrible como un rapto.
— Es verdad, es una fortuna que no le mataran, buen muchachos, hace 20 minutos no sabía por dónde comenzar, pero ahora, tengo un punto de partida gracias a ustedes, gracias.
— Un placer ayudarle, y cualquier avance que tenga nos gustaría estar enterados si no es mucha molestia, por las cuestiones políticas.
— Estoy de acuerdo con ello, muchas gracias de nuevo, un placer saludarles.
— El placer es nuestro, señor Montemayor, esperamos ansiosos los resultados de esta exhaustiva búsqueda.
— Yo también. – se pone de pie y camina a la salida. – Hasta luego, con su permiso.
