Dado el problema que se suscitó en casa tuve que demorar un par de días mi ida al billar con la bella Nan, le dije a los Valladolid que no, por favor, salieran con sus estupideces, estaban advertidos, tenían prohibido hablar de mis vicios, de mis debilidades culinarias de féminas y demás.
— Salvador es muy bueno jugando billar.
— ¿A sí? – dijo ella, interesada a Rubén.
— Si, si es muy bueno, pero no mejor que la dupla del terror, lo dudamos. – chocan palmas, ruedo los ojos.
— ¿Estás cómodo, jefe?
— ¿Jefe? No soy jefe. – al menos no tuyo, mi amor.
— El Káiser.
— Suena muy bien Káiser.
— Suena mejor que jefe.
— ¿Te gusta cómo suena, Káiser? – me dijo casi en un susurro, la piel se me puso eriza, eriza, esta mujer me quiere matar con su sensualidad distraída.
— Suena mejor que jefe, a todo el mundo le dicen jefe, pero solo yo soy el Káiser.
— Eres un Káiser discapacitado. – dijo haciendo un puchero.
— ¿Te preocupa?
— Me ocupa, gano bien gracias a eso.
— Grosera.
— Lo dices como si eso te afectara.
— De tu parte, sí.
— ¿En serio?
— Llegamos. – bajamos de la camioneta hacia mi bar favorito, era mi lugar de borrachera, peleas, juego de billar, triunfo y derrota, pero esta vez, se volvería uno de conquista. Entramos al lugar y saludé a un par de meseros.
— Patrón.
— ¿Qué onda, Coco?
— ¿Qué le pasó?
— Metí la pata.
— Y bien metida. – dijo Nan mirando al cielo, qué linda ella.
— ¿Ella quién es?
— Soy Nancy González, doctora en proceso, y estoy vigilando al caballero. – se ríen.
— ¿Usted? ¿Vigilando a... él?
— Si.
— Vaya, ahora se les llama doctoras particulares.
— Soy doctora particular.
— ¿Sabes RCP?
— Si, y también puedo hacerte un corte que haría que te retorcieras como un gusano infernal en el suelo ¿Quieres probar?
— Huuu, tranquila, amor.
— No me digas amor, Nancy, para ti. – Coco me mira sorprendido.
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𝗠𝗮𝗳𝗶𝗮 𝗟𝗼𝗴𝗶𝘀𝘁𝗶𝗰'𝘀: 𝗛𝗶𝗷𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗙𝗿𝗮𝘁𝗲𝗿𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱.
AcciónLa paz no es un calificativo propio de la MAFIA, Isaac había logrado construir un imperio, el cual controlaba a su entero antojo, sin embargo, los precios a saldar son elevados, y él había pagado el más alto. LA FIRMA opera a placer gracias a IMPER...