Duele, mucho. Mi cabeza y mi espalda duelen en formas conocidas pero inadaptables. ¿Lo bueno? Estoy acostado sobre una mullida superficie y, mi cuerpo esta calientito, no obstante, el dolor ha ido en aumento a medida que vuelvo en mis cinco sentidos.
Soy lejanamente consciente del peso que se encuentra tras mi espalda y que, una parte de ese peso esta sobre mi abdomen, el calor que emana es tan reconfortante, que giro mi cuerpo para pegarme más a ese "Algo" cálido que esta tras y sobre mí.
No sé cuánto tiempo pasa antes de que finalmente pueda abrir los ojos. Sin embargo me descoloca por completo descubrir el espacio donde me encuentro, no es, ni de cerca, mi habitación, tampoco la de Matt y estoy más que seguro que no es la de un hospital.
Trato de incorporarme rápidamente sobre a cama pero la extremidad que esta enredada sobre mi abdomen me lo impide, haciendo que vuelva quedar sobre el colchón, me obligo a mirar sobre mi hombro y un grito de genuino horror se atora en mi garganta impidiéndome respirar.
El grito brota de mí con tanta fuerza que estoy seguro que pudieron haberlo escuchado unas calles a la redonda, acostado bocabajo con la espalda al desnudo se encuentra un hombre, que parece dormir tranquilamente, mientras yo trato desesperadamente de no perder la compostura y echarme a llorar.
Literalmente, arrojo mi cuerpo fuera de la cama en un movimiento violento que me marea por unos segundos, sin embargo no me detengo cuando tomo entre mis manos una jarra llena de agua y la vacío sobre su cuerpo, tampoco lo hago cuando empiezo a coger todo a mi alcance y empezar a arrojarlo al hombre que trata de huir de mi ataque.
— ¡Demonios Carter, cálmate! —Grita y solo en este momento me abstengo de tirarle la jarra vacía encima.
Parado en medio del campo de guerra que se ha convertido la habitación se encuentra Nichollas, sosteniendo una almohada a la altura de su pecho mientras me observa con temor y cautela.
— ¡¿Tú?! —Grito, y entonces barro su cuerpo con la mirada para después bajar al mío que, como la última vez solo lleva una camisa puesta. Su camisa—. ¿Qué mierda me hiciste?
—Nada que no quisieras —Responde, y una media sonrisa se estira por sus labios.
— ¿Qué quieres decir Nichollas? ¡¿Me violaste?! —Grito y arrojo la jarra contra él, quien la esquiva antes de escuchar cómo se quiebra en pequeños pedazos— ¡ERES UN HIJO DE PUTA!
—Solo la verdad —Se encoge de hombros—, follamos hasta que caíste agotado.
Una risa carente de humor me asalta.
—Yo no me acosté contigo, no me duele el trasero, pedazo de imbécil —Digo, pero mis manos han empezado a temblar y los recuerdos están haciendo su camino hacia la superficie —Nichollas, no juegues con eso, por favor no lo hagas.
—Deberían lavarte la boca con lejía —Dice, y una sonrisa tira de la comisura de sus labios—. No Carter, no me acosté contigo ¿Por quién demonios me tomas? —Sisea y acorta la distancia que nos separa—, llegue a las cinco de la mañana porque a alguien se le ocurrió dejar la maldita puerta abierta, la alarma se activó y papá llamo gritándome porque a mi novio lo acababan de neutralizar.
—Primero: No soy tu novio —Puntualizo lo obvio—, segundo: Yo no sabía que había una alarma, ¡Solo vine a traer a Andrew porque estaba asquerosamente borracho! Y tercero: ¿Porque estabas acostado semidesnudo a mi lado y porque demonios tengo tu camisa? —Grito y golpeo su pecho con la palma de mi mano.
—Primero: No eres mi novio, por ahora, segundo: ¿Por qué no le explicaste eso a los guardias? Y tercero: estamos en mi habitación, necesitaba un lugar donde dormir y por supuesto que no lo iba a hacer en una habitación de huéspedes, tenías tu ropa puesta y no se te veía cómodo, así que te la quite y te vestí con mi camisa —Suelta, con irritación.

ESTÁS LEYENDO
Esclavo De Ti
Teen Fiction"Aveces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante" -Oscar Wilde Tan atractivo, Tan alto, Tan reconocido, Tan vacío, Tan arrogante, Tan falso, Tan él. ~▪~ ¡Tenemos nueva portada! Hec...