Esta noche es, oficialmente, mi última noche en The Door 74.
Al menos, por ahora.
Esa fue la conclusión final a la que llegamos Omar, Tom Murry y yo, luego de sentarnos a conversar acerca de que iba a pasar con mi trabajo.
Los dos hombres mayores se tomaron la libertad de sentarse, servirse unos tragos y, por supuesto entablar una conversación en la que, yo era el centro de atención.
No hice nada más allá que mirar de hito en hito en dirección a ellos, escuchando por largos minutos todo lo que tenían que decirse el uno al otro, escuchando el plan de trabajo que tiene Tom preparado para esta semana, bebiendo de mi vaso de agua de vez en cuando, sin saber exactamente que responder cuando sus preguntas se dirigían hacia mí.
Sinceramente, siento que por primera vez en mucho tiempo, mi opinión ha sido valedera, valorada y escuchada, a pesar de apenas haber soltado unas cuantas palabras y, por supuesto, finalmente, ceder mi voz y voto y dejarlo todo en mano de profesionales.
Tomo un sorbo más de agua cuando la vibración en mi teléfono me hace pegar un pequeño salto en mi asiento.
Saco lo más disimuladamente que puedo el teléfono de mis pantalones y le doy una rápida ojeada, el nombre de Andrew ilumina la pantalla y yo frunzo el ceño en confusión.
Él nunca me llama.
Corto la llamada, bloqueo el teléfono e intento meterlo nuevamente dentro de mis pantalones, sin embargo, no he llegado a meter la mitad al bolsillo cuando empieza a vibrar nuevamente.
—Disculpen... —me excuso, llamando la atención de los hombres y poniéndome en pie—, debo contestar... puede que sea importante.
—No necesitas pedir permiso, Carter —el señor Murry habla—, por favor, ve a tomar a llamada con calma y luego vuelves, ¿Bien?
Asiento en su dirección.
—Bien..., con permiso —susurro, y me echó a andar fuera de la sala.
Para cuando estoy afuera y he cerrado la puerta a mis espaldas el teléfono ha dejado de sonar, pero no le toma más de unos instantes para volver a aparecer el nombre del rubio en la pantalla.
—Hola —suelto, en un susurro, nadie me responde tras la línea—. ¿Estás bien?
— ¿Dónde estás? —Habla –más bien grita- en mi dirección.
—E-Estoy en The Door 74, ¿Por...? ¿Está todo bien, Andy?, me estas preocupando.
Puedo escuchar el ruido del motor a toda marcha, los autos haciendo sonar su claxon demasiado cerca, a Andrew maniobrando a toda prisa.
—No te muevas de ahí Carter, necesito hablar contigo.
—Andy, estoy en una reunión, ¿N-No puede ser en otro momento?
—No, estoy a unos kilómetros, lego en unos minutos.
Suspiro, está alterado y no me hará caso, asiento en su dirección consiente que no puede verme, dispuesto a escucharlo, solo Dios sabe que le ha pasado para estar así de alterado.
—Por favor conduce con cuidado, ¿sí? —susurro, apoyando mi cabeza en una de las paredes.
Siento el ruido de motor bajar la potencia y sé, que me ha hecho caso, que por muy alterado que se encuentre sabe que su vida ni la de las demás personas son un juego.
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Esclavo De Ti
Teen Fiction"Aveces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante" -Oscar Wilde Tan atractivo, Tan alto, Tan reconocido, Tan vacío, Tan arrogante, Tan falso, Tan él. ~▪~ ¡Tenemos nueva portada! Hec...