Capítulo 32

4.6K 384 72
                                    

Andrew

Llevo una hora y cincuenta y cuatro minutos centrado en mi computadora, buscando universidades en Estados Unidos donde poder seguir mi carrera.

La idea ha venido rondando por mi cabeza desde hace ya unos meses, y sinceramente, creo que es el momento para partir y empezar a hacer mi vida lejos de mi familia.

Carter también ha estado rondando por mis pensamientos, me encantaría poder convencerlo de venir conmigo, pues no quisiera dejarlo solo ahora que su relación con Agatha se fue a la mierda y que cree que estar sin Nichollas es lo mejor para él.

Pero, ¿Qué podría hacer para convencerlo de venir conmigo?

Quiero decir, sus gastos serían mínimos, ya que podemos vivir juntos e ir a la misma universidad, por lo que no tendría que preocuparse por alimentación o transporte, pues yo me encargaría de ello. Sé que la propuesta de mi abuelo de costear el resto de su carrera sigue en pie, y que va a seguir de igual manera independientemente del lugar que él escoja para estudiar.

Sin embargo, sé que lo que lo ata a Londres más allá del estudio o el dinero, es su madre, sé que su corazón es tan grande como para permitirse a sí mismo querer irse de su lado.

Suspiro y muevo el mouse una vez más sobre la pantalla.

El nombre de Amanda Soul aparece como por arte de magia en una nueva pestaña del navegador de mi laptop, como con vida propia, mis dedos se empiezan a mover a toda velocidad por el teclado, buscando los hospitales para enfermedades mentales donde pudiese conseguir algo de información acerca de ella.

No es, hasta pasados un par de minutos que logro dar con un hospital a unos cuantos kilómetros del lugar donde reside Carter, bajo hasta encontrar el número de contacto del hospital y, sin perder el tiempo, digito los números en mi teléfono.

Hospital Santo Thomas buenos días, mi nombre es Camille, ¿en qué le puedo servir? —la voz de la recepcionista inunda el teléfono cuando contesta el teléfono, y una idea rápida se forma en mi cabeza.

—Camille, buen día —saludo de vuelta—, hablas con Charles Jonas, estoy buscando información acerca de la paciente Amanda Soul, ¿podría ser tan amable de brindarme información acerca de ella?

Lo sentimos, señor Jonas, la información de todos nuestros pacientes es privada, por lo cual, si usted no es familiar directo del paciente no podemos comentar nada acerca de ellos.

Ruedo los ojos al cielo, eso lo sé, ¡Genio!

—Verá, yo no soy familiar directo, pero la empresa para la que trabajo está más que interesada en costear el cien por ciento de los gastos del tratamiento de este paciente en particular. —miento, o algo así.

La chica tras la línea teclea unas cosas en su computador, para luego volver a mí. —Señor Jonas, de ser eso cierto, ¿Podría proporcionarme los datos de la empresa?

—Podría, sí, pero preferiría hacerlo personalmente, ya sabe, un tema de profesionalismo, pero antes de agendar una cita, necesito la confirmación a mi pregunta, Camille, ¿La señora Amanda Soul se encuentra internada en este hospital o no?

La respuesta tarda unos segundos en llegar.

Sí, señor Jonas, la señora Amanda Soul se encuentra internada en este hospital —cierro mis ojos y un suspiro de victoria se me escapa—, ¿Le agendo cita?

—Voy a tratar de desocupar mi agenda lo antes posible —miento una vez más, mientras busco el número de teléfono de mi abuelo—, de poder hacerlo, espero estarme pasando por el hospital en horas de la tarde, también me gustaría hablar con el médico tratante.

Esclavo De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora