Carter
Mi respiración errática es la que sobresale por encima de todos los otros sonidos en la habitación, mi mirada viaja de hito a hito entre los tres hombres y no sé qué debería decir.
Lo único cierto aquí es que no conozco el hombre frente a mí, sé que es extranjero, porque su acento es muy distinto al nuestro, sé que es importante, demasiado podría llegar a decir, pero no sé cuáles sean sus intenciones para conmigo, no tengo ni la más mínima idea de lo que él podría significar para lo que según he escuchado, podría ser mi futuro.
—Disculpe —suelto, pasados unos segundos de silencio y he conseguido conseguir meter suficiente oxígeno a mis pulmones—, ¿Cuál es su nombre?
—Tom Murry —el hombre de traje habla, mientras en su rostro se forma una sonrisa.
—Bien, señor Murry —rasco la parte trasera de mi oreja—, antes que nada y sin el afán de ofenderlo, quiero decirle que si su propuesta es algo en torno a la pornografía —Empiezo a enumerar—, prostitución, bailar en otro Night Club, o cualquier cosa que tenga que ver con exhibirme con segundas intenciones puede ahorrarse sus palabras, no estoy interesado.
Sonrío, mientras espero alguna reacción del hombre frente a mí, que no hace más que mirar en dirección a Omar y soltar una pequeña risa.
— ¿Hay algún lugar donde pudiese hablar más cómodamente con Carter? —Cuestiona, observando a mi jefe—, me gustaría poder conocerlo un poco más antes de tomar posición.
—Claro que si —Omar asiente—, si gustan pueden utilizar mi oficina, Matthew y yo aún tenemos unos asuntos que necesitan ser atendidos y eso les da el tiempo a ustedes dos de hablar tranquilos. Matt —se gira en dirección al castaño y le regala una mirada significativa—, ¿Te importaría llevar a Tom a mi oficina?
—Claro que no, jefe, ¿Algo más? —el sarcasmo tiñe su voz, y yo no puedo evitar pegarle un codazo que lo hace retorcerse.
—Sí, espérame en tu camerino...
—Muy bien —sonríe, caminando hacia el señor Murry y pasándolo de largo—, sígame, es por aquí...
Veo a los dos hombres salir con dirección a la oficina de Omar, quien se acerca, me toma por los hombros y me hace girar a verlo.
— ¿Te puedo pedir un favor?
— ¡Claro que sí, bobito! ¿Qué es?
—Escucha la propuesta que el Thomas tiene para ofrecerte —musita, mirándome de una manera tan sincera que me deja de piedra— no des una negativa como respuesta de inmediato, al menos piénsalo... sabes que yo mismo me rehusaría a que alguien viniese a ofrecerte algo fuera de lugar..., pero creo que esto te puede hacer muy bien.
Mi corazón parece ralentizarse unos segundos, solo para reanudar su marcha a un ritmo alarmantemente rápido.
—S-Sí —asiento en su dirección—, pero, ¿Quién es él?
—Yo no soy quien para aclarar tus dudas, pero puedes preguntarle lo que quieras, para eso está aquí, y, como te digo, no des una respuesta apresurada, ¿Sí? —Asiento nuevamente—, muy bien, no hagamos a Thomas esperar.
Con cada paso que damos mi respiración se empieza a tornar un poco más rápida, mis manos empiezan a sudar y el nerviosismo hace toma de todo mi cuerpo.
Trato de repetirme una y otra vez que la persona que se encuentra encerrado en una oficina es quien ha venido a buscarme a mí, no al contrario, que no tengo porque estar nervioso pues, a la final, soy yo quien tiene la última palabra.
ESTÁS LEYENDO
Esclavo De Ti
Roman pour Adolescents"Aveces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante" -Oscar Wilde Tan atractivo, Tan alto, Tan reconocido, Tan vacío, Tan arrogante, Tan falso, Tan él. ~▪~ ¡Tenemos nueva portada! Hec...