Estoy en el suelo.
No sé qué hago aquí, ni como llegue aquí. No sé quién me sostiene. No soy del todo consciente de mi alrededor. Lo único que sé es que no dejo de tratar de escabullirme desesperadamente de los brazos que me retienen. Que no hago más que rogar y suplicar una y otra vez al hombre frente a mí para que se apiade de mí, para que no me arrebate el esfuerzo de tantos años, de tantas humillaciones y malos tratos.
El dolor en mi pecho es tan profundo, tan fuerte y tan desgarrador que no puedo dejar de pensar que en cualquier momento voy a desfallecer, que voy a caer en un limbo del cual no quisiera salir nunca más.
Justo ahora me doy cuenta de que he sido un fracasado todo este tiempo.
Fracasé como ser humano, dejando hundir mi futuro. Fracasé en el amor, acarreando a Nichollas en este gran malentendido. He fracasado en mi autoestima, y en subirla, aunque me costara. Y si llego a perder mi carrera... definitivamente habré fracasado en todo.
Creí haber conocido y experimentado más dolor del que una persona es capaz de soportar: el dolor de la soledad, de perder a un ser que amas, de ser violado, denigrado, amenazado y golpeado hasta la inconsciencia, he conocido el dolor de entrar a las drogas y el alto precio de tratar de salir de ellas. Pero ninguno de ellos se compara a este sentimiento de culpa por dejar ir de mis manos mi futuro.
Por eso mismo estoy aquí, humillándome un poco más, porque sé que, aparte de mamá, la idea de tener un futuro y llegar a ser alguien en la vida me impulsan un poco. Y el hecho de que tenga que renunciar a todo lo que he tratado de construir en estos años, por los errores que pude haber evitado, me quiebra por completo, de maneras que no soy capa de describir.
Me convierte en diminutos fragmentos de los pedazos que me conforman.
Se supone que cada uno de nosotros debe ser su propio refugio, pero a estas alturas yo me he abandonado en medio de mi propia obscuridad. Las ganas de salir a flote se me han agotado y en este momento solo quiero verme hundir. Solo quiero que acabe todo de una maldita vez por todas.
La voz del decano llega a mis oídos en forma de una negativa irrevocable; en forma de un "No hay nada que podamos hacer para ayudarle". Y sé antes de levantar mi mirada que todo ha acabado.
Entonces dejo de luchar y quedo de rodillas en el suelo, con la mirada perdida y el peso de los hechos asentándose cada vez con más fuerza sobre mis hombros.
He fracasado.
Cierro los ojos y trato de respirar lo más hondo posible para llenarme de valor.
Lentamente me pongo en pie sin mirar a mí alrededor y los brazos que me sostienen no me sueltan. La vergüenza quema en mi interior como el peor de los ácidos, como puedo y en medio de balbuceos inentendibles pido disculpas por lo que acabo de hacer, por ponerlo en medio de esta situación tan embarazosa.
—Usted es un hijo de puta —mientras me ubica a sus espaldas, la voz de Andrew llega a mis oídos como algo lejano, pero no tengo la suficiente fuerza para pedirle que guarde silencio—, a la persona que usted acaba de echar a patadas de su mugrosa universidad es una de las mentes más fructíferas que pueda haber conocido; no solo lo humillaron en frente de todo el mundo al escribirle en su Locker que era un puto y meterle condones y dinero dentro, sino que lo agredieron unos tipos cuando se acercaba a él tratando de borrar lo que habían escrito, así que por su propio bien y el de la imagen de su universidad le aconsejo buscar a los responsables de dicha acción y darle su merecido porque o si no...
—Porqué o si no, ¿qué?
—Yo mismo me encargare de hundirlos a todos ustedes —Dice, pero suena más como una amenaza que cualquier otra cosa—. Y créame que se arrepentirá si decide quedarse de brazos cruzados por esto.
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Esclavo De Ti
Teen Fiction"Aveces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante" -Oscar Wilde Tan atractivo, Tan alto, Tan reconocido, Tan vacío, Tan arrogante, Tan falso, Tan él. ~▪~ ¡Tenemos nueva portada! Hec...