Capítulo 36

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¡Holi! ¡No me maten por tanto tiempo fuera! 😬🙊

Cuando este signo ✫✫✫ aparezca, les aconsejo reproducir las canciones que dejare más abajo:

Buttons; The Pussycat Dolls, Snoop Dog.

Sweet Dreams; Version de Emily Browning.

Paint it black; Ciara.

Disfruten el capítulo.🤍

Los amo; las amo.🥰





La noche ha caído sobre Londres.

Las nubes grises que adornan el cielo no permiten ver siquiera el indicio de alguna estrella, la lluvia se ha arraigado con fuerza sobre la ciudad, el olor a tierra húmeda incrementa su fuerza con cada minuto que pasa.

Está inusualmente más frío que cualquier otra noche. Y sin embargo, hay algo aquí que me mantiene cálido, no sé exactamente que pueda ser; si el hecho de saber que probablemente hoy dejaré de exhibirme o que tengo la compañía de un rubio que no ha dejado de darme dolores de cabeza.

Nuestra cena transcurrió en una conversación llena de monosílabos, palabras que quedaban vagando en el aire y cientos de cosas sin sentido que aún no logro entender.

De cualquier manera me encuentro aquí, parado frente a un espejo trizado, terminando de vestirme para salir con rumbo al club, con el corazón en un puño, con los sentimientos a flor de piel y la incertidumbre acentuándose en mis huesos.

Andrew, después de lavar los platos, no hizo más que pegarse a mi lado como si fuese a escaparme en cualquier momento, y no fue sino hasta que le dije que debía empezar a arreglarme para salir, que tomo asiento en mi cama, abrazó una de las almohadas que se encontraban tiradas allí, y se quedó en silencio viéndome caminar de un lugar a otro antes de encerrarme en el baño.

Durante la tarde, desde mucho antes de llegar al departamento estuve tratando de consolarlo, de distraerlo por sobre todas las cosas y haciendo todo lo que estuviese en mi alcance, para cambiar o al menos mejorar ese semblante que no ha hecho más que romperme el corazón, sin embargo, todos y cada uno de ellos fueron en vano, no fueron más que una misión imposible porque el chico que se encuentra aquí, conmigo, no es más que un puñado de cenizas del Andrew que yo conocí.

Por lo mismo, y consiente de que lo que hacía, decidí darle uno de los tranquilizantes comprimidos –recetados por el doctor de Nichollas-, con el fin que pudiese conciliar el sueño y descansar un poco. Pero también lo hice con la intención de poder salir de mi apartamento un poco tranquilo... pues sé, que de otra manera, él hubiese insistido en acompañarme a The Door 74 y honestamente, la idea no es nada llamativa.

La persona que me devuelve la mirada en el espejo es totalmente diferente a la que alguna vez llegué a conocer; y es que siento que llegó un momento donde ni yo sabía quién era, ni lo que estaba haciendo. Y finalmente siento que ha llegado la oportunidad para aclarar quién soy, para sanarme, para poder en un futuro cercano mirarme al espejo y sentirme orgulloso de lo que vea.

Termino de acomodar las cosas en sus respectivas gavetas y salgo del baño.

La cama se encuentra vacía.

—Andrew. —digo, con la voz lo suficientemente alta para que se escuche en todo el apartamento.

No hay respuesta.

Todos mis sentidos se ponen alerta casi de inmediato, y no me toma más de cinco segundos llegar a la sala, y dar una mirada rápida alrededor, mi respiración vuelve a la normalidad cuando lo veo allí, de espaldas a mí, sentado frente a la pequeña isla que une la cocina con la sala, con una chaqueta de cuero negro puesta y un cigarrillo en mano y despierto.

Esclavo De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora