Está ahí, con los brazos cruzados sobre su pecho; sus largas piernas estiradas sobre el material de su cama y una postura desgarbada. La incipiente barba que se asoma por su rostro incita a ser tocada, y sus ojos brillan con un aire especial con la luz que ingresa a la habitación.
El silencio reina en la estancia, entonces, me tomo unos segundos para fijarme en lo rojizos de sus labios y lo blancos que se ven sus dientes. Nichollas es jodidamente atractivo.
Puedo notar, también, como sus nudillos se ponen blancos por la fuerza que ejerce en ellos y, como trata de disimularlo tronando sus dedos.
Su mirada es hielo puro, sin embargo no me inmuto, sostengo su mirada con la misma intensidad con la que él me observa. Está furioso. No hay que ser un genio para saberlo, pero no me importa, no pienso dejar que se salga con la suya.
Finalmente lo hace.
El movimiento es casi imperceptible, y él trata de enmendar su error quedándose estático como si nada hubiese ocurrido. Pero ya está hecho, ha parpadeado, y es todo lo que necesito para levantarme de mi lugar y acercarme a él, solo lo suficiente mirar las tonalidades de sus ojos y susurrar—: Gane.
—Hiciste trampa.
Una carcajada brota de mi garganta.
—No recuerdo haber tomado tus parpados y cerrarlos —me encojo de hombros—, tienes que aceptar tu derrota.
Él abre la boca para hablar, sin embargo la vuelve a cerrar luego de unos segundos.
—No quiero aceptar lo que me propones, Carter.
—Pero no puedes pensar que me vas a tener viviendo aquí sin pagar absolutamente nada por ello Nick —Sueno más allá de lo indignado, sin embargo estiro mi mano y acaricio su rostro—, no te estoy pidiendo nada del otro mundo, si quiero pagarte, no me dejas, si quiero pagar los servicios de energía, agua o gas, te escapas de gritarme. No soy un inútil —susurro, en voz casi inaudible—, por favor, no me hagas sentir como uno.
—No puedo recibir el dinero que me das, niño mío. Puedes usarlo para pagarle el hospital a tu madre y comprarte tus cosas personales, ya que lo que yo te compre no lo recibiste. Te debo más de lo que crees Carter, esto —señala a su alrededor—, no es ni una mínima muestra a lo que podría darte.
—Te quiero a ti, Nichollas, todo lo que quiero que me des está aquí —Pongo mi mano en su pecho, justo encima de la piel ardiente, sintiendo el latir de su corazón.
—No lo sé —Dice, y deposita un pequeño beso en mi mano—, necesito un beso de convencimiento.
—No pienso besarte hasta escuchar lo que quiero. Puedo cocinar Nick —digo—, déjame, por lo menos cocinar para nosotros. Es lo mínimo que puedes hacer luego de secuestrarme.
—No te secuestré.
—Ah, ¿no? ¿Entonces porque no me dejas volver a mi casa?
—No me gusta estar lejos de lo que quiero cerca.
Lo observo fijamente, conmocionado por su confesión. No puede decir algo como eso y creer que mis defensas seguirán intactas. Y yo necesito saber que me dejara hacerlo. Ahora mismo.
—Además, aunque aceptara lo que me pides, no te quedaría tiempo —añade—, ingresas más temprano que yo, ninguno de los dos viene a almorzar y, por cómo has llegado esta semana, sé que has hecho varios turnos extra.
— ¡El desayuno es la comida más importante del día!, no puedes simplemente evadirlo. Puedo ingresar más temprano al restaurante, y antes de irme preparar un buen desayuno. Así no llegaría tan tarde y podría hacerte la cena.

ESTÁS LEYENDO
Esclavo De Ti
Fiksyen Remaja"Aveces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante" -Oscar Wilde Tan atractivo, Tan alto, Tan reconocido, Tan vacío, Tan arrogante, Tan falso, Tan él. ~▪~ ¡Tenemos nueva portada! Hec...